Después de la ocupación soviética en 1939 fueron expulsados de su hogar cercano a la frontera con Lituania y enviados a Siberia. De ahí se dirigieron a Uzbekistán, logrando sobrevivir gracias a su ingenio, dedicándose al comercio y las manualidades.
En 1946 se enteraron de la firma de un Acuerdo de Repatriación y comenzaron a viajar de regreso a Polonia. Durante el viaje se enteraron de los primeros detalles sobre la destrucción del judaísmo europeo, entre ellos los judíos de su propia comunidad. A pesar de su deseo de regresar a Druskieniki, descubrieron que ésta había sido anexada a la Unión Soviética, de manera que continuaron en dirección a Stettin, que había sido vaciada de su población alemana. Los padres de Israel aprovecharon la oportunidad de enviarlo junto con sus primos jóvenes en un grupo de niños organizado por el movimiento “Berijá” para viajar, vía Berlín, a la tierra de Israel. Después de un viaje secreto en camiones que duró un día y medio, sin agua ni comida, y una travesía angustiosa por mar a través de una zona minada, el grupo llegó a Berlín. Allí fue alojado en una casa de niños en el campo de personas desplazadas de Schlachtensee.
El testimonio de Israel sobre esos días es conmovedor:
“No conversamos entre nosotros sobre nuestras experiencias, tratábamos más bien de mirar hacia adelante... esto era verdadero en la medida que éramos cinco camaradas que habían estudiado juntos y pasaban el tiempo juntos, pero no sabíamos en realidad lo que cada uno había vivenciado. Fuera del hecho de saber vagamente de que uno de nosotros había estado en el gueto de Vilna y sobrevivido, de que otro había estado en el bosque y el tercero, como yo, había estado en Rusia. Pero ninguno compartió su historia con nadie.”
Los padres de Israel lograron después de un tiempo reunirse con él en Berlín. La familia se estableció en otro campo cerca de Kassel organizado por los sobrevivientes mismos. En la escuela “Tarbut” que se estableció en el campo, los jóvenes realizaban estudios académicos y vocacionales. Israel estudió fotografía y recibió de regalo una cámara Kodak de manos de un fotógrafo de su ciudad que pasó por el campo.
Israel utilizó la cámara para documentar la partida de su familia en el desvencijado barco de inmigración clandestina “Kaf Tet Benovember” (en honor al 29 de noviembre, el día en que las Naciones Unidas decidieron finalizar el Mandato británico y establecer un estado judío y otro árabe en Palestina), que zarpó del puerto de Bandol, Francia, en diciembre de 1947 llevando aproximadamente 700 inmigrantes “ilegales”.
Esos inmigrantes (conocidos como maapilim en hebreo) partieron el 13 de diciembre, cambiando en ruta por otro barco en aún peores condiciones. Después de 10 días, cerca de la isla de Creta un destructor británico comenzó a escoltarlo y poco después fue rodeado por cuatro destructores que lo rodearon y lo remolcaron al puerto de Haifa.
En su testimonio Israel describió la llegada a Haifa: “Cuando entramos al puerto nos pusimos de pie en la cubierta del barco y cantamos el “Hatikva”. Fue muy emocionante; algunos de nosotros lloramos.”
Israel tomó fotografías a lo largo de toda la travesía del barco, revelando los dos rollos de fotos debajo de la cubierta con materiales que trajo del campo en Alemania. Después de que los rollos se secaron, los ató alrededor de una de sus piernas para ocultarlos de las pesquisas de los británicos cuando fueron hechas al descender del barco y ser arrestados.
Los británicos trasladaron a los maapilim a una barcaza y los transportaron a Chipre, en donde estuvieron en un campo de detención cerca de cinco meses, hasta que pudieron entrar a Israel. Las películas perdieron intensidad debido a las condiciones en que fueron reveladas en el barco y por la imposibilidad de conservarlas adecuadamente durante la estadía en el campo de detención. Recién en 1956 Israel pudo restaurarlas utilizando una tecnología especial.
Colección de Objetos de Yad Vashem
Donación de Israel Mei-Tal (Montwilinski), Ramat Hasharon, Israel