Jaia Stecolchic, de 13 años, proveniente de Czernowitz (act. Chernivtsi, Ucrania) se hizo amiga del joven Leone Goldstein en el gueto de Mogilev. Leone, que tenía un juego de ajedrez artesanal, le enseñó a jugarlo y cuando fueron liberados del gueto se lo regaló. Al reverso del tablero escribió: “En recuerdo de los difíciles pero felices días 24/4/1944”. La inscripción refleja de qué modo el juego de ajedrez permitió a los adolescentes olvidar brevemente las dificultades que los rodeaban y simplemente gozar ser jóvenes.
La familia Stecolchic, compuesta por Rosa, David y sus cinco hijos, fueron confinados en el gueto de Czernowitz a fines de 1941 y luego deportados al de Mogilev, en Transnistria. La familia luchó para sobrevivir a pesar de las duras condiciones de hambre extremo y frío. David conseguía a duras penas ganarse la vida haciendo trabajos de carpintería mientras que Rosa cocinaba y horneaba los escasos ingredientes que conseguía de algún modo, vendiendo luego lo que podía. Desde Mogilev la familia fue enviada a Scazinetz, donde las condiciones eran peores aún.
Gracias a la intervención de la hija mayor, Sara, que insistió en que su padre era un carpintero talentoso cuyos servicios eran esenciales, la familia consiguió regresar al gueto de Mogilev.
El juego de ajedrez quedó en manos de Jaia, como recuerdo de una amistad que alivió los duros momentos pasados en el campo.
Colección de objetos de Yad Vashem
Donado por Jaia Stecolchic Shirding, Israel
