A principios del siglo XX la ciudad de Ioánina tenía alrededor de medio millón de habitantes, de los cuales un tercio eran musulmanes y unos 5.000 judíos. En aquel entonces, los judíos residían en dos barrios, uno dentro de la fortaleza de la ciudad y el otro fuera de las murallas. La mayoría de los judíos eran vendedores ambulantes, trabajadores y empleados de comercio, algunos poseían negocios o eran importadores. Ioánina era un punto de salida para productos que eran comercializados en otras ciudades de la región de Epiro. Otros judíos trabajaban en la industria y en la producción de vino y queso kosher.
Al finalizar las Guerras de los Balcanes (1912-1913), Ioánina pasó a estar bajo control de Grecia. Soldados judíos de Ioánina cayeron en combate en el bando griego. Durante el conflicto la ciudad estuvo desconectada del resto del país, y sus residentes sufrieron hambre y privaciones.
En 1923 fueron adoptadas leyes que establecían que los desertores del ejército griego serían deportados. La ley fue considerada antisemita dado que fue aplicada solamente en casos relacionados con soldados judíos y provocó que varias familias judías fueran deportadas de la ciudad. Un año después el gobierno promulgó una ley que prohibía el comercio los domingos, lo cual supuso dificultades para muchos comerciantes judíos. En 1922 los judíos de Ioánina escribieron a una autoridad rabínica de Jerusalén explicándole que ya no podrían aportar asistencia financiera a causa de su empobrecimiento. «Nuestra comunidad sufre y nuestro tesoro está vacío. Nos vimos forzados a dirigirnos a otras comunidades más pudientes para que nos ayuden a llenar nuestras arcas».
En Ioánina existían diversas asociaciones caritativas, entre ellas la Hevrá Kadishá (sociedad funeraria), Hevrat Bikur Holim (asistencia a los enfermos) y Kupat Nosé Yetumot (asistencia matrimonial a huérfanas). León Matsas, un filántropo local, estableció un club cultural, al que pertenecían los residentes judíos más ilustrados, y un hogar de ancianos. León Matsas estableció más tarde el Bet Yeshoua and Rahel, en honor a Yehoshua y Rahel Salomon, que regresaron a Ioánina desde Nueva York. Durante el Holocausto ambos fueron deportados y asesinados en Auschwitz.
En 1904 la Alliance Israélite Universelle abrió una escuela para niños y otra para niñas. La primera tenía 420 alumnos, de los que sólo la mitad pagaba los aranceles escolares. Los idiomas de instrucción eran griego, hebreo, turco y francés. La escuela para niñas estaba situada dentro de la fortaleza y tenía 160 alumnas. El apoyo financiero de la AIU y del pequeño número de judíos pudientes era empleado para pagar los aranceles de los alumnos pobres y para suministrar comida y vestuario a los alumnos necesitados. Algunos jóvenes judíos estudiaban en un colegio de artes local y en una escuela de capacitación vocacional establecida por el gobierno italiano.
Existían algunas asociaciones sionistas y un periódico de dicha tendencia. Muchos judíos se mudaron a Atenas y otros emigraron a los Estados Unidos y a Israel. Dicha emigración, de la cual participaron muchos jóvenes, llevó a la comunidad al borde de la bancarrota.
Emigrantes de Ioánina desarrollaron actividades en asuntos públicos y religiosos en sus nuevos países. Por ejemplo, en 1924, emigrantes de Ioánina fundaron las sinagogas Bet Avraham y Ohel Sara en el barrio de Mahané Yehudá en Jerusalén. En 1932 las mujeres de Ioánina crearon una asociación femenina judía en Nueva York.
Vida religiosa
La mayoría de los judíos de Ioánina eran tradicionalistas y en la ciudad había dos sinagogas principales: Kahal Kadosh Yashán (Antigua sinagoga, también conocida como sinagoga interior) y la Kahal Kadosh Hadash (Sinagoga nueva, también conocida sinagoga exterior). La comunidad no tenía un rabino oficial, solamente uno «en funciones», que era un comerciante local. La mayoría de las figuras intelectuales y religiosas estudiaban en Salónica.
Los judíos de Ioánina tenían su rito propio de para los rezos y oraciones fúnebres, así como su propia ketubá (contrato matrimonial) más próxima a las antiguas originarias de la tierra de Israel. La plegaria en Ioánina era el de los judíos romaniotas, cuyas tradiciones diferían de las de los sefardíes (habitualmente con textos añadidos en ladino), comunes a la mayoría de las comunidades judías de Grecia.
La comunidad tenía otras tradiciones únicas, entre ellas la celebración de Rosh Hodesh Adar (el comienzo del mes hebreo Adar). Durante esta fecha, los niños de la comunidad acudían de puerta en puerta y recolectaban frutas y dulces. Algunos de los obsequios eran entregados a los maestros, conserjes de escuelas, encargado de la sinagogas (gabay) y los rabinos. Otra tradición consistía en colgar placas de plata realizadas por mujeres y llamadas shadayot ,en el parohet, (la cortina ornamental del Arca Sagrada de la sinagoga), para conmemorar eventos o personas. Una colección de dichas shadayot se encuentra en el Museo Israel en Jerusalén.
Durante el periodo de entreguerras vivieron en Ioánina unas 30 familias judías de Sicilia. Ellos asistían a los servicios religiosos en una sinagoga propia.