Durante los siglos XVII y XVIII pacientes judíos que visitaban los baños termales eran una fuente de sustento de primordial importancia para la comunidad. Aquello se debía en parte al hecho de que los judíos tenían prohibida la entrada a los baños de cristianos. También se les vedaba la visita a jardines públicos y asistir a ciertas actividades culturales.
A principios del siglo XVIII había una sinagoga en Wiesbaden, que en 1732 fue reubicada en el techo de una casa de baños. A mediados del siglo XVII se había establecido un cementerio que más tarde fue renovado y expandido varias veces. Era utilizado también por judíos de otras comunidades. A fines de siglo se abrió un café judío en la ciudad.
Los judíos de Wiesbaden tenían permitido comerciar en artículos de lujo para veraneantes y durante el siglo XIX la mayoría se especializaba en comercio. Algunos eran propietarios y también figuraban prominentemente en las profesiones liberales, entre éstas medicina y leyes. Algunos residentes judíos de Wiesbaden fundaron casas de baños para judíos pero a mediados del siglo XIX se permitió la habilitación de baños mixtos, para miembros de todas las religiones, y los establecimientos judíos fueron clausurados.
A principios del siglo XIX había alrededor de 150 judíos en Wiesbaden, que constituían cerca del 2% de la población de la ciudad. Por entonces, los niños tenían tutores privados que eran contratados por dos o tres familias en conjunto, o estudiaban en el jéder (escuela primaria religiosa). Después de que la educación primaria se volvió obligatoria los niños judíos comenzaron a asistir a colegios públicos. Los maestros judíos religiosos recibieron autorización de permanecer en la ciudad a condición de que se limitasen a enseñar materias religiosas.
Los judíos utilizaban una sinagoga vieja y una improvisada que funcionaba encima de un establo. Sin embargo, la municipalidad declaró inseguro al edificio y lo hizo clausurar. En 1826 se fundó una nueva sinagoga con 200 asientos, con fondos de la comunidad y de filántropos judíos. En 1869 se construyó una nueva y más elegante, de estilo morisco. Esta tenía asientos para varios centenares de hombres, una sección separada para mujeres, que también poseía varios cientos de asientos, y un órgano. El coro de la sinagoga ejecutó un concierto en presencia del rey de Prusia. Aquel mismo año se construyó un centro comunitario y más tarde se abrieron casas de huéspedes que cumplían los requisitos alimenticios judíos para veraneantes religiosos.
Durante el siglo XIX la comunidad judía de Wiesbaden gozaba de solidez financiera. Algunos de sus miembros eran pensionistas que habían venido a la ciudad para gozar de la última etapa de sus vidas. Había una sola familia que necesitaba de la ayuda del fondo de caridad comunitario. Los baños de propiedad judía permitían la entrada gratuita a los pobres y enfermos judíos. Había también fondos de asistencia para estudiantes y de caridad que suministraban ayuda a los enfermos. En el coro judío, que estaba acompañado por un órgano, cantaban muchas mujeres jóvenes. Este realizaba funciones en las festividades, en veladas de caridad, en actuaciones teatrales y daba conciertos. El cantor principal de la comunidad, Abraham Nussbaum, participó en el diseño de las prácticas litúrgicas de los rezos públicos, que describió en su libro La liturgia de la sinagoga de Wiesbaden.
Entre 1832 y 1838 Abraham Geiger fue el rabino de la comunidad. Geiger era uno de los líderes del movimiento reformista judío de Alemania y uno de los investigadores más prominentes de la recientemente fundada disciplina de estudios judaicos (Wissenschaft des Judentums). Durante la época en la que actuó como rabino de Wiesbaden echó las bases del movimiento reformista. Participó en la instrucción religiosa de los niños, adaptó el currículo y diseñó ceremonias de confirmación para jóvenes de ambos sexos según el modelo protestante, publicó un periódico académico sobre teología judía e introdujo innovaciones en el rezo comunitario. Entre sus innovaciones se cuenta la introducción de un sermón semanal en alemán, la omisión de algunos poemas litúrgicos y el establecimiento de ceremonias de confirmación. En 1837 el rabino Geiger reunió la primera convención de rabinos reformistas de Alemania en Wiesbaden. Sus sucesores introdujeron reformas religiosas y educativas adicionales, entre ellas la participación obligatoria en una lección semanal para jóvenes, que se dictaba los sábados. La ausencia era penada con una multa. Durante el tiempo en el que actuó como rabino comunitario Shmuel Ziskind introdujo otras reformas, entre estas el uso del órgano para acompañar al coro durante los servicios.
En la segunda mitad del siglo XIX algunas familias ortodoxas abandonaron la comunidad debido a las reformas en la liturgia de la nueva sinagoga y establecieron la Antigua Comunidad Israelita (Altisraelitische Kultursgemeinde) que poseía una sinagoga y cementerio separados.
A fines del siglo XIX en Wiesbaden había alrededor de 1.700 judíos, que constituían cerca del 2% de la población de la ciudad.