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Liderazgo judío en el Holocausto - Ideas para el educador

¿Por qué ocuparse del liderazgo?

En el estudio del periodo del Holocausto, es necesario analizar el tema del liderazgo – no sólo para profundizar la comprensión del tema en su contexto específico - sino también por la importancia ética y pública del debate, y por el hecho que provoca cuestiones fundamentales, que guardan una estrecha relación con lo educativo.

El hecho de que durante los últimos años el concepto del liderazgo en el Holocausto se ha debatido en un contexto más amplio que en el pasado , haciendo una diferenciación entre jefatura- que es antes que nada un cuerpo administrativo nombrado por las autoridades - y otras formas de conducción, incluyendo aquéllas que se desarrollaron naturalmente, “desde abajo”, o liderazgos que existían ya antes del Holocausto, hace posible un diálogo complejo desprovisto de generalizaciones. Este debate se lleva a cabo como parte de una tendencia aceptada en la investigación y el debate educativo moderno, que pone énfasis en el individuo, en los senderos en su vida y en las indecisiones con las cuales tuvo que enfrentarse en circunstancias determinadas. Asimismo analiza diferentes grupos, tales como mujeres, jóvenes, comunidades de tipos determinados y demás, en el contexto de su particularidad social, genérica, religiosa, etc.

Desde el punto de vista educativo, en la enseñanza del Holocausto se da importancia a la experiencia de vida de los judíos antes del Holocausto –profundizando respecto a su mundo político, social, religioso – como herramienta esencial para entender la magnitud de la pérdida, para adquirir una capacidad de relación empática y profunda con las narrativas de los judíos durante el Holocausto, y lograr una mejor comprensión de los dilemas que tuvieron que enfrentar, de sus actitudes frente a las dificultades y los eventos y junto a ello de sus elecciones.

De acuerdo con este enfoque, cuando examinamos el tema del liderazgo durante el Holocausto, debemos considerar una amplia gama de liderazgos, nuevos y veteranos, y entender tanto las tendencias de fractura como las de continuidad en los modos de conducción y en su carácter. Si en el pasado las generalizaciones, acusaciones y presentación de posiciones inequívocas con respecto a la conducción eran comunes entre los educadores, he aquí que desde el punto de vista antes mencionado se deriva un tratamiento complejo que disminuye la tendencia a ser sentencioso.

Preguntas educativas

El debate pedagógico sobre el sujeto del liderazgo puede ser enfocado por medio de algunas preguntas con respecto a los líderes y a las diferencias entre ellos; por ejemplo:

  • ¿Qué es liderazgo? ¿Cuáles son los parámetros que definen líderes?
  • ¿En base a qué se construye el rol del líder?
  • ¿Cuál es la diferencia entre funcionarios y líderes?
  • ¿Hasta dónde el liderazgo promovió y hasta dónde siguió instrucciones?
  • ¿De qué manera la forma en la que el líder entiende su función influye en la manera en la cual toma decisiones y en la manera en la cual el público las recibe?
  • ¿Qué convierte en tal a un líder?
  • ¿Cuál es el papel del público para que una persona se convierta en líder?
  • ¿Quién define el cargo y las áreas de responsabilidad del líder?

En el debate debemos referirnos a los tipos diferentes de liderazgo: el designado – el Judenrat - y también el tradicional compuesto por rabinos, educadores, instructores en los movimientos juveniles, médicos, etc. 
En este marco elegimos observar el tema del liderazgo a través de la presentación de dilemas con los que debieron enfrentarse las distintas conducciones, revelando las decisiones que tomaron, e intentando comprender en profundidad las consideraciones que condujeron a esas decisiones.

Es importante recalcar que en la mayoría de los casos la toma de decisiones se llevó a cabo desde una posición de preocupación y empatía hacia el público. Junto con esto, el debate revelará las dificultades y las limitaciones dentro de las que actuó el liderazgo lo cual facilitará la comprensión de que pese a que los líderes del público judío vivían en un mundo carente de elección (según la definición del sociólogo Lawrence Langer), el liderato judío, en todos sus matices y tipos, hizo esfuerzos para elegir y decidir. Los intentos y las vacilaciones de la conducción en el proceso de toma de decisiones tienen simultáneamente una importancia ética y educativa.

Propuesta de plan de clase:

En la época del Holocausto los dilemas en casi todos los campos y temas eran algo cotidiano. Traemos aquí algunas descripciones de situaciones que presentaron dilemas al liderazgo. Éstas permitirán a los alumnos conocer las diversas áreas que atendía el liderazgo y los tipos de conducción que hubo en el Holocausto. El debate sobre los dilemas y decisiones se puede llevar a cabo en grupos, y luego realizar un debate sumario con toda la clase. En el mismo se intentará dilucidar cuál fue el significado de las decisiones y qué es lo que nosotros podemos aprender de ellas sobre el liderazgo y sobre la época. 
Para todo dilema, traten de clarificar:

  • ¿Cuál es el dilema que podría haber surgido en el caso descrito?
  • ¿A quién se le presentó el dilema en esta situación?. ¿Quién, de acuerdo a tu opinión, tendría que haberse enfrentado con el dilema?

Luego de la lectura de los testimonios y consideración de cada dilema, piensen en las preguntas siguientes:

  • ¿Tuvo el dilema un desenlace? ¿Cómo se tomó la decisión? ¿Quién tomó la decisión?
  • ¿Quién o qué le/s dió la autoridad para tomar la decisión?
  • ¿Sobre quién influyó la decisión?
  • ¿Qué es lo que lo/s impulsó a tomar la decisión? ¿Por qué justamente esa decisión?
  • ¿Era posible evadirla?

Dilemas y testimonios

Ocultamiento entre cristianos

Movimientos juveniles

En un encuentro nocturno, en el cual participaron algunos de los miembros del movimiento, […] se debate la entrega de los niños al convento: ¿no salvamos así sólo los cuerpos de los niños, pero abandonamos para siempre sus almas tiernas? , ¿no matará la educación fanática de los sacerdotes el alma judía de los niños? Eliezer [Geller – uno de los líderes del movimiento] exigió salvar antes que nada las vidas de los niños, sin temer al futuro. Moshé Rabinovich y Zilberberg de la “Asociación” se opusieron: es importante para nosotros salvar judíos para el pueblo vivo. 

Sara Erlijman -Barak (Soike), Bidei Tmeim [En manos de impuros], Tel-Aviv, 5736, págs 92-93.

Rabinos

Me preguntaron en el gueto de Kovno si (a) está permitido ocultarse entre los sacerdotes idólatras y estar entre ellos como gentil, hacer lo que ellos hacen de la boca para afuera, por ejemplo persignarse e ir a su iglesia, etc.. Acaso así nos declaramos idólatras, y (b) ¿le está permitido al pueblo de Israel huir a lo del idólatra y hacer sus ritos y decir de él que es idólatra y hacer sus actos mencionados? […] 
Escribió le autor del Shulján Aruj [La Mesa Tendida] en la parte Ioré Deá, legajo 157, sección 2, que está prohibido decir que él es idólatra para que no te mate, pero cambiar las ropas para que no se reconozca que es judío en el momento decisivo está permitido, ya que no dice que es idólatra. Y en la sección 3 dice que, a quien corre peligro de muerte le está permitido huir a la casa del idólatra y salvar su vida.

Y en “Columnas de Oro” legajo 100, sub-sección 11 las explica, y dice que si no hará nada, sólo esperar y no actuar, esto no es sino distanciar el daño, y está permitido de acuerdo al principio de pikuaj nefesh (salvación de vidas). Se aclara que está permitido huir a la casa del idólatra y también ejercer su culto y salvarse de esta manera sólo esperando sin actuar, sin hacer lo mismo que ellos y sin decir que es gentil. Pero al actuar, como en las preguntas (a) y (b) de persignarse y etc. – se aclara que está prohibido. 
Efraim Oshri, Sefer divrei Efraim [El libro de los dichos de Efraim], Nueva York, 5756.

Otros [judíos] preguntaron [al Admor de Radoshitch en Piotrkow, el Rabino Itzhak Shmuel Eliahu Finkler] si valía la pena arriesgarse y pasar a vivir en la parte “aria”, es decir, entre los gentiles. El Rabino estaba de acuerdo también con ese tipo de medidas, cuando el aspecto exterior del que lo solicitaba era apropiado, dominaba perfectamente el idioma polaco, y si las demás características eran apropiadas para las condiciones de vida fuera del gueto. 
Yejiel Gernstein, Hod Vegvura [Gloria y heroísmo], Jerusalén, 5746, pág. 29-30

Distribución de medicamentos

Los judíos encerrados en los guetos dependían en forma casi absoluta de la provisión de comida y medicamentos de los alemanes. A medida que pasaba el tiempo empeoró la situación de los judíos en general y especialmente de los enfermos crónicos en la medida en que disminuían los medicamentos.

"Conocí al farmacéutico Frumkin en Vilna antes de la guerra. En nuestros encuentros mensuales en el gueto aprendí a apreciarlo por su entrega a su cargo. El encuentro en aquel día primaveral fue diferente […] cuando llegó, su cara estaba sombría […] informó brevemente y sin discusión que en dos meses nos enfrentaríamos con la falta de calcio [que entonces se consideraba como medicamento eficaz para salvar de la muerte a enfermos de tuberculosis] que no puede conseguirse y no tiene reemplazo. El ve sólo una posibilidad para sobreponerse al peligro: reparto racional del calcio que queda todavía. […] Quedaba sólo una alternativa lamentable: limitar la cantidad de calcio que se le da a cada enfermo, ya sea disminuyendo la dosis del medicamento o reduciendo la cantidad de enfermos que reciben calcio. A primera vista la primera opción parece justa, pero no tiene valor desde el punto de vista medicinal; el medicamento es efectivo sólo si se toma una cantidad determinada […] La segunda opción es tramposa, requiere negar a una cantidad de enfermos el calcio, para alargar la vida de otros […] seis personas […] Decidí hacer partícipes de la reunión en la cual se suponía íbamos a encontrar criterios más justos para repartir los enfermos. Ellos eran: tres médicos […] el cuarto era un rabino que conocía […] el quinto era el abogado Grisha Yashunski […] miembro del Judenrat en Vilna; y yo – el sexto […] En la habitación reinaba un silencio absoluto. Nadie abrió la boca. […] El primero en hablar fue el rabino. Dijo que Dios es el que da la vida y el que la toma […] y dictaminó que nosotros, los que estábamos reunidos en la habitación, no tenemos ni el permiso ni la fuerza moral de tomar el poder ilegalmente y usar la fuerza divina […] Dos médicos se pusieron de pie […] y dejaron la habitación como protesta contra la “actitud segregacionista e inhumana” [...] Yashunski intentó justificar la categorización desde un punto de vista jurídico […] Los que se habían quedado reunidos se dispersaron. Mi objeción quedó decidida aun antes de haber sido aclarada […] ” 
Abraham Weinrab, “Zijronotav shel rofe migueto Vilna” [Memorias de un médico del gueto de Vilna], Yalkut Moreshet No. 27 (1979), págs. 49-51.

Divulgación de la información referente a la masacre de judíos

El hecho del asesinato en masa metódico de los judíos fue guardado en secreto por los alemanes. Pero hubo algunos casos en los que algunas personas lograron escapar de las fosas de la muerte o de campos de exterminio y llegaron a los líderes de los guetos para relatar sobre los asesinatos.

Médicos

3 de septiembre de 1941 [11 de Elul de 5710]. Por la mañana. Echo un vistazo por la ventana de mi habitación hacia el mercado novgorodiano. Mis ojos se posaron en la imagen de una mujer con el pelo revuelto, descalza, con ojos asustados, una mano vendada y en la otra mano un gran ramo de flores, pasea, mira a su alrededor. Su mirada vaga, explora. La impresión: una campesina con una mente dañada. 
Después de una hora me la traen. Tiene algo para contarme, pero pide a todos salir de la habitación. Observa a su alrededor, mira hacia todos lados y me dice en un susurro: 
- ‘Me escapé de Ponar’ 
- ‘¿Del campo de Ponar?’ 
‘No, no hay ningún campo en Ponar. Allí asesinan a tiros a todos los judíos…’ […] ¿Creer o no? ¿Es ésta la verdad o la alucinación de una imaginación enfermiza? 
- Así dieron vueltas los pensamientos en mi mente. […] Le quito la venda de su herida. El brazo está perforado por un balazo. De la herida reptan hormigas del bosque. Vi frente a mis ojos la verdad sobre Ponar. Le limpié la herida, la volví a vendar y la envié al hospital judío. Salí de mi casa que está sobre el mercado novgorodiano. […] Comencé a convocar judíos hacia mí. Les dije: 
- ¡Judíos! No es un campo de trabajo lo que hay en Ponar. ¡En Ponar asesinan a balazos a todos los judíos! Pero nadie creía lo que estaba diciendo. […] 
- ‘¡Doctor! ¿También usted alienta el pánico? ¿En lugar de consolarnos y levantarnos el espíritu, viene y nos cuenta cuentos de terror como esos sobre Ponar?’ 
Mark Dvorzetski, Yerushalim delita bameri ubashoa [La Jerusalén de Lituania en la rebelión y el Holocausto], Tel Aviv, 5711, págs. 30-41.

Rabinos

A principios del invierno de 5702 me enteré a través de testigos presenciales de la existencia del campo de exterminio de Chelmno, también me enteré de la matanza en masa en los bosques de Kaziemierz. La gente no podía creer las noticias sobre las atrocidades, ya que esto está en contra de todo razonamiento mínimo. Investigué el asunto y me enteré de las cosas como eran, me apresuré a escribirle al Rabino de Sochaczew que se hallaba oculto en un departamento en Varsovia. Como temía que abrieran la carta, escribí como indicio: ‘la tía Ester de la calle Meguilá [en hebreo, meguilá, rollo, haciendo alusión al libro de Ester] casa 7 apartamento 4, llegó’. El indicio era claro: en la historia de Ester (capítulo 7 versículo 4) está escrito: ‘Porque yo y mi pueblo hemos sido vendidos para ser destruidos, muertos y exterminados, si hubiéramos sido vendidos para ser esclavos y esclavas, yo me hubiera callado’.
El Rabino Yeoshua Aharonson, Alei merorot [Hojas de hierbas amargas], pág. 260

Judenrat

Al preparar la lista de los postulantes al puesto de porteros se inscribió un judío que venía de Koldowa. […] Y comienza a relatarme que logró salvarse de la muerte [del campo de exterminio de Chelmno], pero me pedía que no lo publique, porque ya había hecho una tontería. Al llegar a Piotrkow habló con algunas personas sobre ese asunto y en seguida se corrió el rumor en toda la ciudad, y lo invitaron a una reunión cerrada del Consejo de la Comunidad, donde dio muchos detalles. Lo advirtieron de no hablar del asunto con nadie, porque si los alemanes se enteraban, él sería el primero en ser fusilado y arrastraría con él a muchos otros judíos, por delito de ‘propaganda de atrocidades’. 
Yaakov Kurtz, Sefer Edut [Libro Testimonio], Tel Aviv, 5604, pág. 217.

Rebelión y salida a los bosques

Movimientos juveniles

Nadie de los que habló aquí se refirió a un problema muy importante. Me refiero a la responsabilidad colectiva que yace en cada judío del gueto. Cómo podemos en nuestra situación pensar en la lucha, en la preparación para la defensa armada, al tiempo que nos resulta claro, que ambas pueden causar un desastre enorme y absoluto. Es que no tenemos ninguna seguridad que vamos a improvisar antes de la liquidación absoluta del gueto y su aniquilación completa. En el momento de comenzar nuestra acción - ¿no pondríamos en peligro a todo el gueto? No se habla sólo de nuestra determinación. Nosotros mismos estamos preparados – pero ¿tenemos el derecho de tomar la responsabilidad por todos los judíos y hacer peligrar sus vidas ayudando a la exterminación en caso de que fracasemos? Nadie entre los judíos del gueto se pondrá de nuestro lado. No nos comprenderán, e incluso se convertirán en nuestros enemigos, ya que se imaginarán que somos el origen de toda la calamidad que se agita sobre ellos. Por ello no tenemos el derecho de llevar a cabo ninguna acción antes de debatir este problema. La responsabilidad colectiva pende sobre nuestras cabezas como la espada de Damocles [cita de las palabras de un desconocido]. 
Rozke Korczak, Lehavot Baefer [Llamas en las cenizas], Moreshet y Sifriat Poalim, 1965, pág. 51.

Judenrat

Por un lado, el ‘Aeltestrat’ [Consejo de Ancianos] no quería de ninguna manera molestar a este movimiento en sus acciones […] en ese entonces la veían como una manera de salvar las vidas de cientos de personas. Pero por otro lado el ‘Aeltestrat’ sabía que la huida a los partisanos involucraba un gran peligro para todo el gueto. Estaba claro, que incluso si los organizadores de la huida lo hacían con mucha cautela y en secreto, esto podría eventualmente llegar a oídos de la Gestapo […] pero todas estas consideraciones y dudas no influyeron de ningún modo en la gran ayuda activa que las instituciones del gueto brindaron de muchas maneras a los que huían a los bosques. Sin esta ayuda, la organización de la huida no hubiera podido enviar a los bosques no siquiera a una sola persona. La Oficina de Trabajo del ‘Aeltestrat’ proporcionaba a todas las personas que se unían a los partisanos tarjetas de trabajo falsas de los batallones urbanos para que puedan pasar por los portones sin problemas […] Los que recibieron aprobación para huir hacia los partisanos recibieron de los depósitos de los grandes y pequeños talleres ropas abrigadas, ropa interior, botas y demás aprovisionamiento. Y de la farmacia del ‘Aeltestrat’ recibía cada enviado medicamentos y vendas. Las armas que se contrabandeaban de los bosques eran reparadas en los grandes talleres del gueto. 
Lev Garfunkel, Kovna haiehudit bejurbana [La Kovno judía en ruinas], págs. 173-174. 

Hubo conversaciones discretas entre los judíos sobre el tema de la salida a los bosques. No todos querían escuchar hablar de esto, pero mil judíos estuvieron de acuerdo. En el momento en que los judíos empezaban […] a salir, la policía nos alcanzó y nos llamó a volver al gueto en nombre del presidente Abel. Nos bloquearon el camino y arrastraron a las personas de vuelta al gueto. 
Yeshaiahu Trunk, Judenrat, págs. 411-412.

Rabinos

Pregunta que dirigió el Rabino Yitzhak Gold al Rabino Oshri en Kovno.
Pregunta: puede alguien encerrado en el gueto ponerse en peligro y huir a los bosques, y así tal vez salvarse de la muerte, ya que en el gueto el peligro es seguro, comparado con el escape al bosque que es un peligro dudoso. 
Respuesta: le está permitido a una persona exponerse a un peligro dudoso para intentar salvar su vida. Y agrega el rabino: se debe alentar y reforzar el espíritu de los que quieren huir a los bosques, proporcionarles ayuda, y asistirlos en la compra de armas para que aprendan a luchar. De esta manera podrán unirse a los campamentos de los partisanos y “estarán listos inmediatamente para estar entre los que se encuentran en las filas de los combatientes y aumentará su fuerza para vengarse de los alemanes”… 
El rabino explicó su respuesta que aparentemente en el gueto el peligro era seguro, dado que la intención fundamental de los alemanes al erigir el gueto era privar de todo a los judíos, y luego destruir sus cuerpos y almas por medio de todo tipo de muertes extrañas. Por el contrario, huyendo a los bosques el peligro era dudoso por varias razones, entre otras porque existía el fenómeno de partisanos que penetraban al gueto e instruían a judíos sobre las diversas vías de escape. Es una obligación y una mitzvá [literalmente, precepto] el combatir con ímpetu a los alemanes, a pesar de que quien así hace se arriesga. Por el contrario, cuantas más personas huyan a los bosques, a los campamentos de los partisanos, se reducirá el peligro para aquéllos que huyeron a los bosques. 
El Rabino Efraim Oshri, Sheelot Utshuvot “Mimaamakim” [Preguntas y Respuestas “Desde las profundidades”], Nueva York, 5734, Parte 4, pregunta 10 

En marzo de 1942 se llevó a cabo una reunión de representantes de partidos judíos en el gueto de Varsovia. En esta reunión el Rabino Fridman, representante de Agudat Israel, expresó su posición con respecto a la rebelión: 
“Dios dió y Dios tomó. No estamos autorizados a [levantar] la mano contra los alemanes y así provocar la exterminación de cientos de miles de judíos” 
Abraham Fuks, Hashoá bemekorot rabaniim [El Holocausto en fuentes rabínicas], Jerusalén, 5751, pág. 132.

Expulsión de ancianos y enfermos del gueto

Después que los judíos fueron encerrados en los guetos, hubo muchos casos en los que los alemanes exigieron al Judenrat que reúna a los ancianos y los enfermos con el pretexto de su traslado a otro gueto. El Rabino Weinberg relata lo sucedido en Turka cuando el Judenrat recibió la orden de los alemanes de reunir ancianos, enfermos y mujeres para trasladarlos al gueto de Sambor:

EL Sr. Yehoshua Ardaman [vicepresidente del Judenrat] me vino a ver y me dijo: Enséñame maestro qué hacer ahora, si no los enviamos he aquí que hay una advertencia de muerte para todos nosotros, y si los toman por sí mismos y los envían, esta es la pregunta. Y él, con aflixión y congoja en su rostro , desesperadamente me preguntó qué hacer, ya que ellos [los alemanes] dicen que vivirán en el gueto de Sambor, pero ya sabemos que todo lo que dicen y todas sus acciones [de los alemanes] son mentiras. […] Le pedí que me dejara de preguntar por ahora, pero él se obstinó en que le conteste. Abrí el Shulján Arúj y le mostré, y él me volvió a preguntar qué hacer, le dije que no lo hiciera, y esto quedó así hasta que vino la policía secreta ucraniana.

Como resumen, se puede llevar a cabo un debate utilizando las siguientes preguntas, relacionadas a las citas de los artículos reproducidos más abajo:

  • ¿Qué es un líder?
  • Los diversos líderes sobre los que habéis debatido, ¿responden a la definición de “líder”? ¿Qué los convirtió en líderes?
  • ¿Qué tienen en común y en qué se diferencian estos líderes?
  • ¿Qué podemos aprender de este debate acerca del periodo del Holocausto?

Del artículo de Javi Dreyfus
El papel de los rabinos en la conducción oficial y extraoficial los puso en una situación imposible: debían dar fallos de acuerdo a la ley judía, para sí mismos y para otros, en una realidad que negaba la posibilidad de una existencia humana, más todavía dentro de los límites de las leyes judías. A las consideraciones agobiantes con las cuales la conducción judía debía medirse en el Holocausto – cuya esencia era la contradicción absoluta entre el terror del Holocausto por un lado y la responsabilidad por todo el pueblo judío por el otro – se agregaba para los rabinos la consideración de la ley de la Torá y la referencia a la tradición judía. La correspondencia interna revela un sinfín de vacilaciones en personas que se encontraban contra su voluntad en circunstancias que exigieron “tomar decisiones en un mundo carente de elección” doble: realidad destructiva y asesina que dejaba un campo de acción muy estrecho al individuo, y un compromiso absoluto con el mundo claro y estructurado de las leyes judías que fue escrito y formulado para una vida en condiciones absolutamente diferentes.

Del artículo de Michal Unger
La evaluación de la figura y la actividad de Mordejai Haim Rumkovsky no es cosa simple. Su conducta despierta resistencia y aversión, ya que él se benefició de la autoridad y del poder, estimuló la adulación y el servilismo, y se comportó como un dictador agresivo. Y sin embargo al creer que podía salvar parte de los judíos del gueto, llevó a cabo iniciativas, y actuó con coraje y con determinación de manera admirable. Los alemanes por cierto fueron los que lo nombraron para el cargo y el colaboró con ellos, pero la mayoría de las veces por falta de alternativas y por estimar que así servía mejor el interés de los judíos. 
[…] Sin embargo junto con sus logros tomó también decisiones difíciles que aparentemente no estaban originadas en necesidades de la realidad […] Es difícil […] argumentar que el objetivo, la salvación de los judíos del gueto, justificó todos los medios que empleó. 
Muchos ven en su disposición a sacrificar parte del público judío para salvar a los demás, un límite que no debiera haber cruzado. Este fue un dilema moral con el que la mayoría de los conductores del Judenrat se tuvieron que enfrentar. Rumkovsky era muy consciente del significado de sus decisiones y más de una vez dijo que de quedar con vida estaba dispuesto a ser juzgado y pagar por sus acciones.

Del artículo de Lea Price
Es un hecho que el liderazgo judío en la época del Holocausto se extendió por muchos campos de la vida, por variados sectores y abarcó elementos con autoridad espiritual, política y profesional. Respecto a los médicos, parecería que en tiempos en los que los judíos luchaban por la supervivencia física como individuos y como colectivo, y además por el hecho de ser un grupo de expertos cuya esencialidad y su contribución a la salvación de vidas del individuo y el colectivo fue decisiva, se convirtieron en un elemento con un estatus especial. […] a pesar del cargo responsable con el que cargaban, sintieron muy bien la transición y el quebranto que les deparó la nueva realidad.

Del artículo de Israel Gutman
Entre otras cosas, vemos que los líderes de los movimientos que volvieron de Europa oriental no tenían ninguna intención desde un principio de conducir a toda la sociedad. 
Lo trascendental de los movimientos juveniles y su poder espiritual se conservaron y continuaron existiendo a pesar de todos los golpes y la destrucción absoluta que reinaba alrededor. Su atención estaba puesta en desafíos y tareas, y su logro más grande fue el aplazamiento, por así decirlo, de la realidad circundante y la subsistencia de un modo de vida y una forma de pensar que se niega, a pesar de las dificultades, a resignarse a la ruptura moral y a la brutalidad gobernante […] 
La conciencia de lo que sucede y su entendimiento conformaron un solo aspecto en el cambio que ocurrió en las posiciones de los movimientos juveniles. El otro aspecto se descubre en la declaración, que estuvo incluida en el panfleto de Vilna del 1 de enero de 1942: “¡No vayamos como ovejas al matadero! Es cierto, somos débiles e indefensos, pero la única respuesta al enemigo es la resistencia”. Es decir, no sólo se ve aquí una visión atrevida del futuro, sino también una determinación, de que frente a la realidad la lucha es la única respuesta posible, incluso si no hay en ella redención y salvación. […] En este momento decisivo, con el fortalecimiento de la actividad de los centros de los movimientos en Varsovia, se cristalizó lo que puede llamarse “la alternativa de los movimientos juveniles” o el "liderazgo de los movimientos juveniles”. Lo que exigían y querían hacer los movimientos juveniles en esta fase no era otro asunto interno de ellos, no otro plan operativo que incumbía sólo a los activistas de la resistencia, sino una línea de acción decisiva y crítica para todo el público judío. 

Un aspecto adicional que deberíamos tener en cuenta para profundizar el debate fundamental sobre la cuestión de la toma de decisiones aparece en lo que escribió Víctor Frenkel en su libro. A pesar que sus palabras se ocupan del hombre como individuo, es posible examinarlas también en el contexto del liderazgo.

Una persona es capaz de conservar el resto de su libertad espiritual y su pensamiento independiente incluso en esas condiciones terribles de opresión espiritual y física […] Se puede despojar a una persona de todo excepto una cosa: la última de las libertades humanas – elegir su posición en un sistema de circunstancias determinadas, elegir su camino. Siempre hubo oportunidades para elegir. Día a día, hora a hora, se tuvo que tomar decisiones que determinaban si te rendirás o no te rendirás a las fuerzas que amenazaban negarte tu misma existencia, tu libertad interna; que determinaron si serás o no serás un mero juego en manos de las circunstancias, si renunciarás a tu libertad y a tu honor,llegando a ser un prisionero típico. 
Víctor Frenkel, Haadam mejapes mashmaut [El hombre busca un sIgnificado], Dvir, Tel Aviv 1981, págs. 85-86.