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En 1996 los judíos de Suiza se encontraron frente a una ola creciente de propaganda antisemita como respuesta a las investigaciones intensivas que realizaron el Congreso Judío Mundial, la Agencia Judía y diversas organizaciones internacionales con respecto a la conducta de Suiza en la Segunda Guerra Mundial. La campaña de propaganda se acrecentó debido a comentarios del presidente suizo saliente Jean-Pascal Delamuraz. Como resultado de la presión internacional la Asociación de Bancos de Suiza declaró el 9 de agosto que apoya una legislación suiza para abrir el camino a la investigación sobre los bienes de los judíos que fueron robados por los nazis. Se logró también un acuerdo entre los bancos suizos y el Congreso Judío Mundial, la Agencia Judía y la Federación de Comunidades Judías de Suiza para simplificar el proceso de la localización de depósitos de ahorro de víctimas de los nazis.
1. La comunidad judía
Unos 18.000 viven hoy en Suiza dentro de una población que asciende a 7.131.000 personas. Un 61% de los judíos viven en la zona germanoparlante. Las comunidades más grandes se encuentran en Zurich (6.800), Ginebra (4.400) y Basilea (2.600). La comunidad judía está representada por la asociación de comunidades suizas (SIG), que fue establecida en 1904. Sin embargo, hay un número de comunidades ortodoxas y reformistas que actúan independientemente. Cada una de las corrientes posee sinagogas y un número de organizaciones. Tres periódicos judíos aparecen en Suiza: dos en alemán, Isrelitisches Wochenblatt y Jüdische Rundschau y uno en francés, La Revue Juive.
2. Movimientos extremistas y grupos hostiles
Partidos de derecha
El partido de la liberación de Suiza / Coalición (Freiheitspartei der Schweiz / Autopartei die) bajo el liderazgo de Ronald P. Borer, el Partido Demócrata Suizo (SD/DS) cuyo líder es Rudolf Séller y la Liga de Ticino cuyo líder es Giuliano Bignasca adoptaron en sus ideologías conceptos xenófobos y nacionalistas extremistas. Debe indicarse que el odio a los extranjeros se refleja en la política de inmigración estricta de Suiza que se dirige a los sentimientos xenófobos que cobran fuerzas en la población. Esta base constituye una parte inseparable de la ideología del partido de centro-derecha / el Partido Popular Suizo (SVP/UDC) presidido por Christoph Blocher. Otros partidos que adoptaron una posición similar para aumentar la atracción electoral son el Partido Demócrata-Radical Suizo (CVP/PDC) liderado por Adalbert Durrer.
Grupos extra-parlamentarios
El grupo Swiss Hammerskins (SHS), fundado a principio de los años 90, tiene un rol de conductor entre los grupos de “cabezas rapadas”. Otros como el Frente de Derecha de Olten (Rechsfront Olten), el frente Mutschellenfront de extrema derecha y el Partido Nacionalista Suizo y Europeo (PNSE) fueron absorbidos por el SHS. Sus panfletos, sus consignas como así también su música reflejan sus posiciones racistas y xenófobas. En el año 1996 hubo un incremento en la propaganda antisemita distribuida por la Iglesia Universal (UK), secta internacional religioso-filosófica que tiene 300 miembros en Suiza. La secta fue erigida el 4 de marzo de 1981. El líder espiritual de la organización es el americano Peter Leach-Lewis de Virginia, notorio por sus declaraciones antisemitas. El líder del movimiento en Suiza es Christof Gruner. El número de miembros en la organización internacional alcanza a 2.000. El centro europeo de la organización se encuentra en Lachen Walzenhausen en Suiza. UK promulga su ideología, entre otras cosas, por medio del boletín ZeitenSchrift editado por Benjamin y Ursula Seiler, y propaganda antisemita se publica en él muy a menudo.
3. Actividad antisemita
En 1996 los judíos de Suiza se encontraron frente a una ola creciente de propaganda antisemita como respuesta a las investigaciones intensivas que realizaron el Congreso Judío Mundial, la Agencia Judía y diversas organizaciones internacionales con respecto a la conducta de Suiza en la Segunda Guerra Mundial. Aquéllas fueron posibles gracias al levantamiento de la inmunidad sobre documentos de la época de la guerra. Las investigaciones se concentraron en:
La campaña de propaganda antisemita contra judíos, individuos y comunidades, aumentó como consecuencia de comentarios del presidente de Suiza Jean-Pascal Delamuraz poco antes de dejar su cargo el 31 de diciembre de 1996. En una entrevista al diario Tribune de Geneve, dijo que el campo de exterminio de Auschwitz “no estaba en Suiza”, y que los reclamos de grupos internacionales judíos de compensación de los sobrevivientes del Holocausto y sus herederos son como “una extorsión”. A pesar de que Delamuraz se disculpó cuando se desató una tormenta internacional, su declaración alcanzó a despertar a los antisemitas del país que muchos de ellos habían estado adormecidos durante años.
Organizaciones judías e individuos recibieron cientos de cartas antisemitas por día, en comparación a dos cartas por mes antes de esas revelaciones. Además, los periódicos suizos publicaron páginas enteras de cartas antisemitas a los editores. Según el vicepresidente de la asociación de comunidades judías en Suiza, Thomas Lisi, el antisemitismo en Suiza no se acrecentó sino que se hizo más descubierto.
Las cartas de odio antisemitas típicas incluían:
Además de esta ola de manifestaciones antisemitas, continúan los activistas de la extrema derecha su incitación contra los judíos y los extranjeros. Durante más de cuarenta años publicó Gaston-Armand Amaudruz de Lausanne, el director de la Nueva Orden Europea, el periódico mensual racista y antisemita Courier du Continent. El estilo del periódico cambió desde la promulgación de la ley contra el racismo (ARG), que entró en efecto el 1 de enero de 1995. La incitación racista y antisemita se distribuyen de manera más indirecta ya que los editores temen una demanda judicial. Al mismo tiempo, Amaudruz continuó publicando durante el año artículos antisemitas y antisionistas, lo cual fue realizado también en el periódico Pamphlet, cuyos editores son el matrimonio Paschoud, en el cual publican artículos de negación del Holocausto y que difaman el multiculturalismo.
Erwin Kessler, propagandista antisemita conocido en Suiza, activista radical por los derechos de los animales y presidente de la asociación contra fábricas que utilizan animales (VgT), dirigió campañas de incitación muy frecuentes en el año 1996. Uno de sus métodos para distribuir propaganda antisemita fue la de adjuntar su panfleto VgT-Nachrichten a varios periódicos. En declaraciones y artículos publicados especialmente en “Noticias en Defensa de los Animales” (Tierschutz Nachrichten), publicó Kessler abiertamente comentarios antisemitas tales como “los judíos que matan los animales de acuerdo al ritual de kashrut para satisfacer su fanatismo religioso no son mejores que los verdugos nazis”. En el verano de 1996, Kessler sostuvo que el objetivo principal de la ley contra el racismo es otorgar “derechos especiales a los judíos que desde hace mucho tienen influencia y poder”.
Otro folleto antisemita que se distribuyó en el otoño de 1996 fue el Berserker, que fue publicado por el SHS. Desde el verano de 1994 propaganda antisemita fue también publicada en Euronews, cuyo editor es Alfred Contzeli, que se publica en alemán de 6 a 8 veces por año. Contzeli también distribuyó una etiqueta adhesiva que decía “quita tus manos de mi patria”.
Desde junio de 1995 Recht + Freiheit, cuyo editor es Ernest Indelkhofer, activo negador del Holocausto y ex miembro del SVP, comenzó a publicarse en Basilea. El diario es distribuido por Pressclub Suiza, uno de los contribuyentes al ejemplar de junio de 1996 fue el negador del Holocausto Jürgen Graff.
4. Actitud para con el Holocausto y la época nazi
Como resultado de la presión internacional la Asociación de Bancos de Suiza declaró el 9 de agosto que apoya una legislación suiza para abrir el camino a la investigación sobre los bienes de los judíos que fueron robados por los nazis. Un mes después, la cámara baja del parlamento suizo votó por la realización de una investigación histórica extensiva sobre los negocios financieros suizos con la Alemania nazi y la suerte que siguieron las recursos de judíos que fueron depositados en Suiza antes, durante y después de la guerra. La comisión histórica era un cuerpo independiente que fue establecido por los bancos suizos e instituciones judías (ver más abajo).
Después de largas negociaciones se logró también un acuerdo entre los bancos suizos y el Congreso Judío Mundial, la Agencia Judía y la Federación de Comunidades Judías de Suiza para simplificar el proceso de la localización de depósitos de ahorro de víctimas de los nazis y recibir pedidos por el dinero de los depósitos del banco por medio del defensor del pueblo en 1996.
El acuerdo se logró a pesar del conflicto que se desarrolló entre las instituciones judías lideradas por el Congreso Judío Mundial y los bancos suizos. El Congreso Judío Mundial afirmó que los bancos atesoran depósitos de víctimas del Holocausto por una suma de alrededor de siete mil millones de dólares mientras que los bancos afirmaban que de acuerdo a los resultados de sus investigaciones preliminares la suma alcanza sólo a unos 32 millones de dólares. Las afirmaciones de los judíos fueron elevadas en el marco de una serie de descubrimientos, que provienen de la información descubierta en documentos de la guerra mundial que fueron revelados recientemente, de acuerdo con la cual Suiza acumuló bienes de las víctimas del Holocausto ayudando al mismo tiempo al esfuerzo bélico nazi.
Luego de meses de presión internacional, los bancos suizos decidieron en febrero de 1997 transferir 71 millones de dólares a un fondo destinado a las víctimas del Holocausto. Este paso fue considerado un momento decisivo en la cuestión del arreglo de cuentas financiero y moral entrado en años. Este paso se tomó una semana después que miembros del Congreso americano amenazaron con poner dificultades a tres bancos suizos que actúan en Manhattan si no se concreta la intención de Suiza de erigir el fondo. El gobierno de Suiza decidió erigir el fondo de compensación, después que los tres bancos grandes, Credit Suisse, Suisse Bank Corporation y United Bank of Switzerland, declararon que depositarán en el fondo inmediatamente 100 millones de francos suizos.
El 5 de marzo de 1997, el presidente de Suiza Arnold Koller propuso que Suiza establezca un fondo humanitario para las víctimas del Holocausto y otros por una suma de cinco mil millones de dólares. También declaró que el fondo suizo para la solidaridad, que será establecido el año siguiente, utilizará los ingresos de las reservas de oro suizas para ayudar a personas necesitadas en Suiza y en el exterior, y entre ellos, a las víctimas de los nazis. Eventualmente el fondo puede producir cientos de millones de dólares por año.
La proposición aún debe pasar por el parlamento, y es probable que la oposición al fondo la estrangule con hostilidad. El Partido Popular de Suiza, liderado por Christoph Blocher, por ejemplo, expresó una opinión común cuando declaró que Suiza no debe disculparse por sus negocios durante la Segunda Guerra Mundial, y que la contribución al fondo significa reconocer la culpabilidad. Según una encuesta que se llevó a cabo entre 864 personas y cuyas conclusiones fueron publicadas en marzo de 1997 en el periódico suizo Le Matin, más de la mitad de los encuestados pensaban que los contribuyentes no tienen que financiar el fondo humanitario de sobrevivientes del Holocausto pero 54% apoyaron el fondo financiado por lo bancos suizos.
Negación del Holocausto
Suiza es el hogar de un número de activos negadores del Holocausto. Su líder es Jürgen Graff, cuyo libro “El Holocausto en el banquillo de los acusados” fue ampliamente distribuido y cuyos escritos fueron traducidos a muchos idiomas. A pesar de que el libro fue confiscado por las autoridades suizas, es distribuido por Internet. Otras publicaciones de Graff en 1996 incluyen el Recht + Freiheit, que fue editado por Pressclub Suiza; Aurora, gaceta del grupo de investigación de historia contemporánea (AEZ) y el libro Razón para morir: historia contemporánea.
Jürgen Graff da la bienvenida a críticos en su sitio Internet, en el cual presenta su último libro, “La caída de Suiza”. Además, es también protagonista en sitios Internet de negadores del Holocausto internacionales. Sus artículos están en el sitio Internet de Radio Islam, que opera desde Suecia a través de Ajmed Rami y en el sitio Internet Bürgerforum Europa de Alemania. Graff es el negador del Holocausto más citado en el sitio Internet de Ernest Zundel de Canadá y también en el sitio Internet del instituto de investigaciones independiente que opera en Bélgica.
AEZ, que fue fundado por un número de negadores del Holocausto alemanes-suizos, publicó desde su erección en 1994 un número de ejemplares de la gaceta Aurora. En abril de 1996 Andre Studer, miembro del AEZ, envió un manuscrito de Jürgen Graff a historiadores, periodistas y abogados para que agreguen sus comentarios sobre las afirmaciones de los negadores que el Holocausto no existió.
Como en años anteriores, la mayoría de los propaladores de la negación del Holocausto en la parte francesa de Suiza eran Gaston-Armand Amaudruz, editor del Courier du Continent, y Mariette Paschoud, quien junto con su esposo Claude publican el periódico Le Pamphlet. Otra fuente de negación del Holocausto era la editorial Neue Visionen Verlag, en Würenlos. Para eludir la ley contra el racismo, publicó una lista de publicaciones de negación del Holocausto de Letonia. A fines de 1994, Max Wahl, editor del Eidgenoss, el periódico principal de los antisemitas y negadores del Holocausto, cerró su periódico para evitar confrontaciones con la ley contra el racismo. Pero en 1995 renovó la distribución de material sobre la negación del Holocausto en Notizen, boletín que envía a los suscriptores del Eidgenoss. Wahl, que considera que la ley contra el racismo no es legal, ofrece a la venta libros antisemitas como el libro nazi clásico “Raíces raciales del pueblo judío”, escrito por Hans F. K. Günther. Las actividades de Wahl están siendo investigadas actualmente por las autoridades.
5. Reacciones al extremismo y antisemitismo
El 21 de enero de 1997, más de 100 líderes suizos, que consideraron que el gobierno de Suiza dañó la imagen del pueblo con su manejo del asunto del oro nazi, publicaron un memorándum que llamaba al gobierno de Suiza a cambiar su política y exigía una campaña gubernamental integrada contra el acrecentamiento del antisemitismo en Suiza. También demandaban una revisión completa de la historia de Suiza para dar a conocer una imagen exacta de los eventos. La declaración fue escrita como respuesta a los comentarios del presidente saliente Jean-Pascal Delamuraz (ver más arriba). Junto a las voces en los medios de comunicación protestaron organizaciones cristianas, mujeres activistas y diversas personas en muchas manifestaciones contra la política suiza oficial, y apoyaron la creación de fondos para las víctimas del Holocausto. Reuniones fueron llevadas a cabo en febrero de 1997 con la participación de miles de cristianos, que donaron más de 100.000 dólares al fondo.
En la campaña “Detened el antisemitismo”, organizado por el grupo de mujeres Frauenstelle en Zurich, fueron recolectadas firmas en una petición al consejo de ministros en Berna. La petición exigía, entre otras cosas, la renuncia de Jean-Pascal Delamuraz, información sobre la verdad histórica suiza incluso si no es agradable, y un cambio en la política hacia los que buscan asilo para que la historia no se repita. Además, se llevan a cabo esfuerzos privados para recolectar dinero en el cual están involucrados ciudadanos suizos.
Actividad legal
En 1996 fueron presentadas demandas contra personas que violaron la ley contra el racismo, y especialmente miembros del grupo de la Iglesia Universal (UK) que fueron acusados de actividades antisemitas. Entre ellos estaban Christof Gruner, Ernest-Rumer Peters, Hans Ulrich Hartel, Hans Rudolf Barth, Roberto Buschi, Daniel Chiling y Jeorg Iten. Eventualmente, Emile Rahm, distribuidos de libros antisemitas tales como ¿Quién maneja el mundo? escrito por Des Griffin y Sociedades Secretas, escrito por Jean Youdo Holi y Jean van Helsing fueron acusados de violar la ley. Procedimientos legales comenzaron contra Jürgen Graff y su distribuidor Gerhard Forster.
El año 1996 fue señalado con la disminución de la actividad antisemita en comparación con 1995. La explosión de un coche bomba en las proximidades de un restaurante judío en Varsovia en junio y una ola de actos de vandalismo contra objetivos judíos ocurrieron debido al debate público sobre la cuestión de la construcción de un centro comercial en el campo de exterminio de Auschwitz, y en los comentarios antisemitas del líder americano-polaco Edward Moskal. En julio de 1996 el primer ministro de Polonia se disculpó por el pogromo que acaeció en Kielce en 1946.
1. La comunidad judía
En Polonia viven unos 8.000 judíos dentro de una población de 39 millones de almas –sobrevivientes de una comunidad de 3.300.000 almas (un 10% de la población total) antes del Holocausto. Un 85% de los judíos de Polonia murieron en el Holocausto, y la mayoría de los sobrevivientes se fue inmediatamente después. La comunidad se redujo aún más como resultado de otras olas de emigración. Hoy día, la mayor concentración de judíos se encuentra en Varsovia, y pequeñas comunidades existen en Cracovia, Lodz, Wroclaw, Szczecin, Gdansk y Katowice. No hay casi judíos en las regiones orientales del país en las que hubo en el pasado en ciudades como Lublin y Bialystok centros judíos importantes.
La organización madre judía es el Comité Coordinador de las Organizaciones Judías (KKOZRP). La Unión de Comunidades Religiosas Judías y la Organización Social y Cultural Laica son dos organizaciones judías líderes. En los últimos años es evidente el resurgimiento de la vida judía, y con la ayuda de organizaciones tales como el Fondo Lauder y el Joint fue erigido un número de instituciones que sirven las necesidades de los jóvenes, y especialmente una escuela judía en Varsovia y un campamento de verano.
En los últimos años, el interés entre los intelectuales polacos en redescubrir las raíces judías se ha convertido en moda (Haaretz, 10 de enero de 1997). Entre aquéllos que descubren a sus ancestros judíos hay personas cuyos padres escondieron su origen durante el gobierno comunista o los que crecieron como cristianos en el período del Holocausto. El Instituto de Historia Judía (ZIH) cumple un papel importante en la documentación de la rica historia del judaísmo en Polonia. Un número de instituciones y organizaciones polacas y judías se encuentran en estrecha conexión con Yad Vashem en Jerusalén, en un esfuerzo por documentar e investigar el Holocausto de los judíos de Polonia y Europa ejecutado sobre suelo polaco.
En enero de 1997 se reunió un comité importante en Varsovia, para evaluar la posición y el futuro de la comunidad judía en Polonia. La conferencia, que se llevó a cabo bajo el auspicio del Joint, fue el primer evento en el que tomaron parte representantes de las organizaciones judías grandes (JTA, 26 de enero de 1997). La principal conclusión de la conferencia fue que el futuro de los judíos de Polonia está en sus manos y que hay que generar una cooperación entre la generación de los sobrevivientes del Holocausto y la generación joven para tratar de crear una identidad judía nueva.
La comunidad judía de Polonia y las organizaciones judías en le mundo aún se ocupan de la cuestión de la devolución de los bienes confiscadas en 1939. Durante su visita en Israel en enero de 1997, el primer ministro de Polonia Wlodzimierz Cimoszewicz declaró que la ley de devolución de bienes judíos, que se halla en proceso de debate en el parlamento polaco, se ocupará de las propiedades de las comunidades judías en todo el ámbito de Polonia. El primer ministro enfatizó que su país fue el primero en condenar la injusticia moral y legal en la transferencia de bienes de judíos polacos a bancos suizos. También prometió, al ocuparse de los depósitos de judíos en bancos suizos, que “haremos todo lo posible para devolverlos a sus propietarios o sus herederos” (Jerusalem Post, 16 de enero de 1997).
2. Organizaciones extremistas y grupos hostiles
Desde las elecciones generales de 1993, las organizaciones extremistas de Polonia de encuentran en los márgenes de la vida política, sin ningún tipo de representación parlamentaria. Sin embargo, hay algunas corrientes peligrosas ya que nacionalistas extremos xenófobos consiguen aprovechar las dificultades económicas y sociales para lograr una ganancia política y pueden llegar a compensar su fracaso en las elecciones que se realizarán en agosto de 1997. Las actividades de los extremistas atraen la atención de los medios de comunicación, y sus reuniones y asambleas son informadas a menudo en forma sensacionalista.
El movimiento de rehabilitación de Polonia, bajo el liderazgo de Yazek Korski, se presenta como un partido nacionalista y xenófobo, y según un número de encuestas podría recibir el 10% de los votos en las próximas elecciones y por lo tanto una representación en el parlamento (Associated Press, 12 de noviembre de 1996). Acusa, típicamente, al presente gobierno de preferir judíos a polacos desde que presentó en mayo de 1996 la ley de la devolución de bienes judíos ante el parlamento.
La organización juvenil de la Gran Polonia (MW), que aspira a unificar a los diversos movimientos nacionalistas extremos, adoptó un plan que llama, según Searchlight (diciembre de 1996), “a la promoción de los católicos, la identidad nacional y la civilización latina”. En 1996 el MW contaba con un apoyo creciente entre los cabezas rapadas y diversos grupos nacionalistas. Basándose en la ideología de la “Gran Polonia”, MW coopera con la Organización de la Comunidad Nacional Polaca extremista, bajo el liderazgo de Boleslaw Tejkowski, y el Frente Nacional Polaco. A pesar de que el estilo del MW es relativamente moderado en comparación con el lenguaje venenoso de otros grupos de extrema derecha, el hecho de que enfatiza tanto los esfuerzos del gobierno en estimular intereses económicos extranjeros incluyendo israelíes, no deja ninguna duda con respecto a su posición ideológica.
La Organización de la Comunidad Nacional Polaca de Tejkowski continuó con su propaganda contra el gobierno “comunista-judío” en Polonia, pero parecería que el apoyo que recibe de grupos de cabezas rapadas desciende.
Polonia tiene un movimiento de cabezas rapadas floreciente, con un gran número de bandas tales como Konkwista 88, Sturm 68 y Deportage. Parte de esas bandas musicales publican periódicos como Falanga Iskra y Oldam Skiny, llenos de fotografías y textos antisemitas.
3. Actividad antisemita
Mientras que en 1995 hubo un incremento evidente en el número de incidentes antisemitas envueltos en violencia y vandalismo – tendencia que fue atribuida a los eventos de conmemoración de los 50 años de la liberación de los campos de concentración y el final de la Segunda Guerra Mundial, el número de actividades de este tipo bajó en 1996.
La explosión de un coche bomba en las proximidades de un restaurante judío en Varsovia en junio de 1996 ocurrió como parte de una ola de actos de vandalismo contra objetivos judíos. La explosión en Varsovia no produjo daños apreciables. Estas acciones ocurrieron debido al debate público sobre la cuestión de la construcción de un centro comercial frente a las puertas del campo de exterminio de Auschwitz, y en los comentarios antisemitas de Edward Moskal, líder del Congreso americano-polaco y el Pacto Nacionalista Polaco (ver más abajo y OMRI Daily Report, 8 de junio de 1996).
Propaganda
Entre las publicaciones de los extremistas sólo el periódico del MW (Fortaleza) recibe la cobertura más amplia en los medios de comunicación, debido a la popularidad del movimiento, que va en aumento. El periódico publica material antisemita y trata de presentar al movimiento como un cuerpo conservador respetable pero no oculta completamente su línea esencial. El debate sobre la erección de un centro comercial a las puertas de Auschwitz se acrecentó debido a la orden del presidente polaco de detener los trabajos. El debate central se centraba en las maneras en las que la sociedad polaca debía perpetuar el recuerdo de las víctimas del Holocausto, judías y no judías, pero la prensa antisemita continuó enfatizando las presiones judías como factor determinante en las demandas de devolución de bienes. La cobertura de los medios de comunicación se incrementó debido a los comentarios del líder americano polaco Edward Muskal. En una carta al presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, Muskal denunció la “rendición” de Polonia a los judíos, e hizo una analogía entre el Holocausto y la actividad militar de Israel en el Líbano. Abraham Foxman, quien está a la cabeza de la Liga contra la Difamación en Estados Unidos, publicó una carta dura contra Muskal en la cual describe sus acusaciones como “argumentos antisemitas viejos sobre la fuerza judía” (ver ADL News, 16 de mayo 1996). Otras organizaciones judías como el Congreso Judío Europeo publicaron también declaraciones de condena y estimaron que las declaraciones de Muskal pueden llegar a dañar las relaciones polaco-judías en el occidente, y despertar propaganda antisemita en Polonia.
En una gran exhibición de fuerza, llevada a cabo en noviembre en la celebración de la independencia de Polonia, cientos de cabezas rapadas y extremistas derechistas gritaron consignas contra judíos y extranjeros (Associated Press, 12 de noviembre). En Cracovia un grupo de unos 100 jóvenes vocearon consignas del tipo “no abandonaremos las mercancías polacas a los judíos y a los alemanes”, y “lucharemos contra la ocupación alemana y judeo-americana de Polonia”.
4. La actitud con respecto al Holocausto y el período de los nazis
La negación del Holocausto no existe en Polonia así como es común en Europa occidental o incluso en Europa oriental. Los campos de la muerte y los campamentos de exterminio son un testimonio vivo sobre la tierra de Polonia. Pero hubo algunos incidentes relacionados con la memoria del Holocausto y la época posterior que son aprovechados por elementos extremistas para presentar sus opiniones. Debido al debate centrado en el centro comercial en las puertas de Auschwitz ellos acusaron a los judíos de imponer sus opiniones a la sociedad polaca.
La clausura del periódico Marco Polo y el incidente del envenenamiento con gas en el subterráneo de Tokio por parte de una secta religiosa, Aum, a principios de 1995, provocaron el descenso en popularidad de organizaciones e individuos de ideas antisemitas y apocalípticas. Y lo más importante, intelectuales japoneses también comenzaron a expresarse condenando las manifestaciones antisemitas. La publicación del libro “El mundo de los libros vergonzosos” y periódicos como Sapio, Takarajima y Brutus contribuyeron a corregir la distorsión en la visión japonesa de los judíos y la cultura judía.
1. La comunidad judía
Unos 2.000 judíos viven en Japón, dentro de una población de 124.815.000 habitantes. Unos 1.000 judíos viven en Tokio.
Los judíos comenzaron a llegar a Japón de Gran Bretaña, Estados Unidos y del centro y oriente de Europa en la segunda mitad del siglo 19. A fines del siglo 19 y principios del siglo 20, llegaron a Japón judíos que huyeron de los pogromos de Rusia a China. En la Segunda Guerra Mundial, Japón era efectivamente un aliado de la Alemania nazi, pero no persiguió a los judíos que vivían allí. Aún más, permitió a más de 30.000 refugiados judíos permanecer en Shangai durante la guerra, aunque en un gueto cerrado. Esto a pesar del hecho que el antisemitismo era parte de la ideología nacionalista-extremista de Japón en el período de la guerra (ver más abajo).
La pequeña comunidad judía de Tokio tiene una sinagoga y un rabino permanente. Hay también una escuela judía dominisal, un centro cultural y un periódico comunitario. En junio de 1995 se inauguró la Casa de Remejoramiento del Holocausto en Fukuyama, que se constituyó en el primer monumento recordatorio del Holocausto en Japón, y en octubre se instituyó también una asociación de amistad e investigación judía-japonesa.
2. Historia del antisemitismo en Japón
Los judíos recibieron consistentemente un buen trato en Japón, y el antisemitismo era un factor marginal en la sociedad japonesa. Sin embargo, Japón tiene una larga y cristalizada tradición de antisemitismo intelectual.
Se puede definir al antisemitismo en Japón como la creencia imaginaria en la teoría de la conspiración judía mundial, que al fin destruirá a Japón. Esta creencia proviene de cuatro fuentes: el sentimiento de xenofobia; imágenes de los judíos extraídas de libros occidentales; diferentes tipos de teología cristiana; y la teoría de la conspiración de los Protocolos de los Sabios de Sión (ver también Antisemitismo en el mundo, 1995/6). La influencia nazi en los años 30 y 40 incrementó el antisemitismo japonés y le dio legitimidad. El antisemitismo, que se convirtió en parte inseparable de la ideología nacionalista-extremista de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, pasó de moda después de la guerra pero no desapareció completamente.
A mediados de los años 80 se manifestó nuevamente el pensamiento antisemita en Japón, y decenas de libros antisemitas comenzaron a venderse por millones. Parte de la responsabilidad de esta manifestación renovada la tiene la izquierda japonesa, cuya retórica antisionista tendió a socavar la humanidad de los judíos y la legitimidad de la cultura judía. Además, hubo también un renacimiento de la política nacionalista en el período del primer ministro Nakasuna Iasohiro (1982-87). El antisemitismo creció nuevamente a mediados de los años 80 como expresión extrema de las doctrinas neo-nacionalistas de Nakasuna.
Los libros de Ono Masami
Uno de los escritores más populares y prolíficos que se desarrolló en esa época era Ono Masami, sacerdote cristiano fundamentalista que publicó dos libros en 1986, en lo que afirmó que Estados Unidos era la “nación judía” dominada por un gobierno judío clandestino. Ono negó el Holocausto, defendió a Hitler y determinó que la conspiración judía internacional se apoderó de la economía mundial para destruir a Japón. Ono aprovechó enérgicamente los estereotipos japoneses de los judíos, fue citado por los medios de comunicación y fue invitado a dar conferencias políticas y comerciales, y sus ideas fueron recibidas con entusiasmo.
Ono dirige hoy la filial japonesa del Lobby de la Libertad, un grupo hostil que opera desde Washington y que fue descripta por la Liga contra la Difamación como una organización antisemita muy activa en Estados Unidos. También publicó la edición japonesa del periódico del Lobby en Estados Unidos, New American View, además de su periódico antisemita Echo, cuyo nombre fue tomado de un texto profético apocalíptico del siglo primero AC.
3. Manifestaciones antisemitas actuales
El antisemitismo, especialmente la teoría de la “conspiración judía”, es un elemento principal en la ideología de la secta religiosa apocalíptica La Verdad Superior (Aum Shinrikyo), que perpetuó el ataque con gas venenoso en la estación de subterráneo en marzo de 1995. La secta, cuyo líder es Shoko Asahara, comenzó a actuar como un cuerpo religioso en 1987. La secta tiene un periódico – La verdad de Tantra (Vajrayana Sacca) y en 1995 tenía unos 10.000 adeptos.
Propaganda y negación del Holocausto
Las expresiones de antisemitismo no se detuvieron después de la clausura de la revista Marco Polo (publicó en enero de 1995 el artículo “No hubo cámaras de gas nazis”) y del ataque con gas en el subterráneo, pero la situación ha mejorado en gran medida. Las editoriales que buscan sensacionalismo siguieron publicando trabajos antisemitas. El libro de Masami La economía final del mundo de acuerdo a la opinión de Rusia y los judíos apareció en septiembre de 1996 y fue publicitado en un tercio de página en el diario del centro Ashai. Sin embargo, el número de libros antisemitas nuevos descendió y muy pocos más fueron exhibidos para la venta en los almacenes de libros en Japón.
El episodio de Marco Polo y el rechazo público a la secta Aum ayudaron en la reducción de la popularidad de las organizaciones e individuos con ideas antisemitas y apocalípticas. Y más importante aún, intelectuales japoneses, que hasta ese momento se abstuvieron a criticar expresiones manifiestas de antisemitismo, comenzaron también a expresar sus ideas. Un grupo, que se autodenomina “La Academia de los libros vergonzosos” bajo el liderazgo del escritor Yamamoto Hiroshi, comenzó a revelar la naturaleza antisemita de trabajos con la publicación del libro “El mundo de los libros vergonzosos” (The World of Outrageous Books) en mayo de 1995. El grupo puso en ridículo las teorías de la conspiración que no habían recibido una respuesta apropiada por más de diez años. Periódicos como los bimensuales lujosos para hombres Sapio (marzo de 1995), y Brutus (julio de 1995) y también el periódico más pequeño Takarajima (abril de 1995) publicaron también ejemplares especiales dedicados a corregir el entendimiento japonés de los judíos y su cultura. Parecería que hoy día hay en Japón una situación más sana que la que ha habido durante la última década.
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