Domingo a jueves: 9:00 - 17:00.
Viernes y vísperas de fiestas: 9:00 - 14:00.
Yad Vashem está cerrado los sábados y días festivos judíos.
Domingo a jueves: 9:00 - 17:00.
Viernes y vísperas de fiestas: 9:00 - 14:00.
Yad Vashem está cerrado los sábados y días festivos judíos.
El manifiesto de los sobrevivientes fue leído por Zvi Guil –sobreviviente del Holocausto, escritor y periodista– en la ceremonia de clausura del congreso internacional sobre “El legado de los sobrevivientes del Holocausto – Influencias morales y éticas sobre la humanidad”, como un llamado al mundo entero. La ceremonia se llevó a cabo en el Valle de las Comunidades en Yad Vashem el jueves 11 de abril de 2002, 27 de nisan 5762.
Nosotros, la generación de los sobrevivientes del Holocausto, cada vez somos menos. En pocos años no habrá sobre la tierra persona alguna que pueda atestiguar: “yo recuerdo lo que pasó en el Holocausto”. Quedarán sólo libros de memorias e investigación, fotografías y filmes, y los testimonios de los sobrevivientes. Entonces el recuerdo del Holocausto se convertirá, de un destino obligado, sellado en nuestra carne y en nuestras almas, en un objetivo histórico cuyo contenido y esencia serán la responsabilidad de la humanidad y de las generaciones futuras.
Hace 57 años, en la primavera de 1945, se silenciaron los sonidos y los horrores de la Segunda Guerra Mundial, y nosotros, los remanentes del judaísmo europeo, salimos de los campos de la muerte y de los valles de la muerte –un único sobreviviente de una ciudad, dos de una familia–, golpeados y amargados, huérfanos, sin comunidad y sin hogar, y sin un alma cercana que nos esperara en algún lugar del mundo.
La guerra terminó, pero nosotros nos preguntamos, perplejos y doloridos, si después de las tinieblas de los guetos, los trenes de la muerte y los campos de concentración y de exterminio, seremos capaces de resucitar en nosotros el hilo de la vida, de amar, de trabajar, de fundar familias y celebrar festividades.
No nos convertimos en misántropos o en buscadores de venganza por la sangre derramada. Este es un testimonio de los valores morales grabados en la esencia de nuestro antiguo pueblo, y en la fe en el espíritu humano y en la providencia. Nosotros elegimos la vida. Nos hemos rehabilitado, nos integramos en la lucha por la erección del Estado de Israel y contribuimos a la sociedad israelí y a los diversos países a los que emigramos.
La mayoría de los sobrevivientes del Holocausto vinieron a Israel – el estado del pueblo judío. Esta fue para ellos la lección existencial del Holocausto. En los cimientos del Estado de Israel fueron depositados no sólo la memoria de de los seis millones de los hijos del pueblo judío destruido, sino también las lecciones históricas para que no vuelva a ocurrir un Holocausto.
Desde entonces y hasta hoy nos enfrentamos con las muchas cuestiones angustiantes que surgen de la historia del Holocausto: ¿Para qué y por qué se cometió la atrocidad? ¿Por qué los judíos fueron señalados por los alemanes como un peligro para la humanidad que debe ser destruido? ¿Por qué justamente del pueblo alemán, que dio a luz pensadores y maestros de la ética y gigantes de la creación cultural moderna, emergieron los perpetradores que crearon y operaron la maquinaria de destrucción sin precedentes?
En efecto, somos un público pluralista, multifacético y de variadas opiniones, pero tenemos en común y nos une la voluntad de entregar a las futuras generaciones las lecciones de nuestras vidas atormentadas, antes de que baje el telón y que los últimos sobrevivientes se despidan de la vida. Desde aquí, desde Jerusalén, desde Yad Vashem –sitio de perpetuación creado por el pueblo judío para el Holocausto y el heroísmo– y desde este escenario del Congreso Internacional que se congregó para alabar las palabras de los sobrevivientes, dejamos oír nuestras voces.
En la tradición judía la memoria es un valor fundamental. Y, sin embargo, no la memoria aislada como un valor independiente sino como parte de un deber moral. Hoy, cuando nosotros, los sobrevivientes del Holocausto cuya memoria está grabada a fuego en nuestra carne, venimos a pasar la antorcha de la misión de recordar a las próximas generaciones, y junto con la antorcha transmitimos también el mensaje judío de que la memoria debe dar a luz el acto y el compromiso moral. Debe constituir la base de la acción y la fuente de la fuerza para crear un mundo mejor.
“No matarás” – es la suprema obligación moral que fue impuesta a la humanidad en el Monte Sinaí. La memoria del asesinato de seis millones de judíos y de muchos otros seres humanos por los nazis y sus colaboradores nos compromete a la suprema obligación del mandamiento “no matarás”. La vida es una creación divina que los seres humanos no deben atreverse a arrebatar de su prójimo, de un hombre creado a imagen de Dios. Como parte de la memoria del Holocausto, llamamos a luchar incansablemente para defender cuidadosamente la vida humana y prevenir el derramamiento de sangre.
Nosotros, cuya dignidad humana fue reducida a cenizas, en nombre de aquellos cuyo destino fue la horrorosa humillación y el asesinato, llamamos a todo el mundo a congregarse en torno de los valores de los derechos humanos y de la igualdad entre seres humanos, sin diferencia de religión, raza, nacionalidad, posición social o sexo. La tiranía y la violencia política, así como la cruel explotación económica, que pisotea la dignidad humana de individuos y de grupos, son pecados que no tienen perdón, y frente a los que el mundo esclarecido se debe oponer en conjunto y con acción vigorosa.
No existe una alternativa real a la coexistencia de los seres humanos y de los pueblos. Hay que hacerlo todo para resolver los problemas sin derramamiento de sangre sino por medio del diálogo, en el Medio Oriente y en todo el mundo.
El antisemitismo y cualquier otra forma de racismo implican un peligro no sólo para los judíos sino para toda la humanidad. Se esconden en ellos tendencias que pueden conducir al genocidio. En estos días, el 'nuevo antisemitismo' apunta simultáneamente contra los judíos, contra Israel y contra el sionismo, convirtiendo estos conceptos en sinónimos. Estos fenómenos son también habituales en la propaganda originaria del mundo árabe. El Holocausto le mostró al mundo hasta dónde llega la fuerza destructiva del antisemitismo y del racismo. La negación del Holocausto, la minimización del Holocausto y la banalización del Holocausto son utilizadas como escapes de las conclusiones obvias sobre el pasado y de las lecciones para el futuro. Nosotros, los representantes de la generación de los sobrevivientes, pedimos a todas las personas de conciencia del mundo, que desarraiguen estos fenómenos y que luchen en contra de ellos sin concesiones.
A pesar de que la memoria del Holocausto está cargada y empapada de destrucción, de maldad y de la pérdida de lo humano que amenazan a todo valor, nosotros, los sobrevivientes que marchamos por el valle de la sombra de la muerte y vimos cómo nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro pueblo fueron destruidos, no caímos en el abismo de la desesperación y no perdimos la fe en el hombre ni en la imagen de Dios. Nosotros queremos rescatar del horror que nos marcó un mensaje positivo para nuestro pueblo y para el mundo – un mensaje de compromiso con los valores del hombre y de la humanidad.
El Holocausto pertenece al legado universal de todas las culturas, él es el que determinó los criterios de la maldad absoluta. Las lecciones del Holocausto deben constituir un código cultural de la educación para los valores humanos, la democracia, los derechos del hombre, la tolerancia y la paciencia, y en contra del racismo e ideologías totalitarias.
Desde este congreso en Yad Vashem en Jerusalén, sale al mundo el gran llamado de Hilel el Viejo: “No hagas a tu prójimo lo que no quieras que te hagan a ti – y el resto, ¡estúdialo!”
Este es nuestro mensaje a la humanidad, este es el legado para las próximas generaciones.
The good news:
The Yad Vashem website had recently undergone a major upgrade!
The less good news:
The page you are looking for has apparently been moved.
We are therefore redirecting you to what we hope will be a useful landing page.
For any questions/clarifications/problems, please contact: webmaster@yadvashem.org.il
Press the X button to continue