Dirigido a los alumnos de los primeros años del secundario
Introducción
Este programa está basado en el libro de Débora Steiner van Rooyen Una paloma sobre la alambrada de púas – Viaje por mandato del abuelo, y se ocupa de la historia personal y familiar de Iona Steiner, sobreviviente del Holocausto, casi el único que quedó con vida de toda su numerosa familia.Iona Steiner le relata a su pariente Débora su infancia feliz y libre de preocupaciones antes del Holocausto, los años de sufrimiento y supervivencia en los campos de concentración durante el Holocausto y la emigración a Israel, donde inició una nueva vida al tiempo que participaba en la construcción y en la defensa del país.
El programa le propone al docente preguntas para un diálogo educativo, puntos de énfasis y actividades que acompañarán la lectura en voz alta de los fragmentos de la historia que se presentan.Es posible llevar a cabo la clase completa en forma conjunta, con lectura en voz alta de fragmentos de la historia y realización de diálogo educativo a partir de temas que surjan de la misma; o como una clase donde se combinen el diálogo y la explicación introductoria con el trabajo individual de los alumnos, y el diálogo en conjunto como conclusión.Asimismo, debido a la longitud del programa, se lo podrá dividir en dos encuentros.
El progama que se presenta a continuación consta de seis secciones:
- Presentación
- La infancia
- Los años de la guerra
- La liberación
- En casa, en la Tierra de Israel
- Conclusión
En el prólogo de su libro Una paloma sobre la alambrada de púas – Viaje por mandato del abuelo, escribe Débora Steiner van Rooyen:
“En el año 1969 decidí partir en un viaje de aventuras alrededor del mundo. [...] El día de mi viaje llegó a casa mi abuelo, de ochenta y dos años, para desearme un buen viaje. Al encontrarme sola, de pie en el balcón del frente de la casa, metió su mano en el bolsillo y sacó de allí un sobre descolorido, me tomó del brazo y me atrajo hacia él. “Débora, encuéntrame al hijo de mi hermano”, dijo mi abuelo con su voz firme y llena de autoridad, metiendo el viejo sobre en mi mano, y señaló la dirección del remitente, en la parte superior izquierda, que sólo con gran dificultad era posible descifrar. [...] Dos meses después me hallé a mí misma en Israel, viajando en autobús hacia Tiberíades, en mi camino de búsqueda del familiar que compartía conmigo el apellido. La dirección del sobre me daba sólo una información mínima: Iona Steiner, Kibutz Guinosar, Israel, 1951 - 18 años atrás.”
Al llegar al kibutz Guinosar, Débora averiguó dónde vivía la familia Steiner. Así relata el encuentro con su pariente:
“La puerta de tejido de alambre oscilaba y golpeaba, una y otra vez. Mi mirada se dirigió hacia el balcón desde el cual descendió un hombre. [...] En comparación con el viejo Steiner (el abuelo de la escritora, L.B.), este hombre sorprendía por su aspecto juvenil. Enseguida pensé que este encuentro era consecuencia de algún error. A corta distancia, no le encontré semejanza alguna con los Steiner [...] Pero cuando me estrechó la mano con un apretón tan fuerte que casi me paralizó, supe que lo había encontrado. Habría reconocido esa tozuda fuerza Steiner en cualquier lugar del mundo. “¿Salomón?” [...] Asentí con la cabeza. ¡Conocía a mi abuelo! Iona tomó nuevamente mi mano, [...] y entonces vi, en el lado interno de su brazo, disimulado entre una corona de flores y adornos azules, el número. Debo haberme sobresaltado, porque él soltó mi mano. [...] Nunca había visto eso antes, y sentí vergüenza por no haber sabido hasta entonces nada sobre el sufrimiento que había padecido. ¡Carne de mi carne! [...] Quise decir algo. Pero a pesar de los genes compartidos y de nuestro legado en común, no fuimos capaces de intercambiar entre nosotros ni siquiera las palabras más sencillas. Iona no sabía inglés. Yo no sabía hebreo. Me sentí frustrada, confundida y de pronto también muy perturbada por mi origen de norteamericana consentida. Quise saber tantas cosas en ese mismo instante. ¿Cómo podía ser que yo durmiera el sueño de los justos en los suburbios de New Jersey, y no supiera nada sobre el sufrimiento y el horror que sufrieron los miembros de mi familia? ¿Qué fue lo que le ocurrió a Iona Steiner durante los años de la guerra? ¿Cuál fue el destino de los demás miembros de la familia Steiner? ¿Por qué no me contaron? ¿Por qué no pregunté sobre eso, nunca? “Por favor, encuéntrame al hijo de mi hermano”, pidió mi abuelo. Encontré al hijo del hermano de mi abuelo. Pero eso no fue suficiente.”
1
- En su comienzo, el libro relata el reencuentro familiar e inter-generacional de los miembros de la familia Steiner. Aunque Débora y Iona son parientes, es más lo que los diferencia que lo que tienen en común.¿Cuál es la brecha y cuáles son las diferencias que los separan? Débora Steiner es la nieta del tío de Iona Steiner: Los dos pertenecen a la misma familia.Pero a pesar de ello, son muy diferentes el uno del otro: viven en lugares diferentes, Débora en los Estados Unidos y Iona en Israel; hablan idiomas diferentes (en realidad, no tienen posibilidad de comunicarse sin la intervención de un intermediario, hasta que Débora aprende hebreo unos meses después); tienen edades diferentes, los separa una generación; pero, por sobre todo, existe entre ellos una diferencia de pasado personal y familiar que los separa de un modo esencial: nos lo demuestran el sobresalto que sintió Débora ante la vista del número azul que descubrió en el brazo de Iona y el aluvión de preguntas y consideraciones que la invadieron.
- ¿Cuáles son las preguntas que preocupan a Débora, en lo que se refiere a sí misma, a su familia y al sobrino de su abuelo, en el curso del encuentro? ¿Qué es lo que nos indican? Las preguntas de Débora constituyen el comienzo de un proceso de descubrimiento de su pasado familiar. Más allá de su sorpresa, su consternación y su curiosidad, lo que surge de sus preguntas es una pesada sensación de culpa: “¿Cómo pudo ser que yo durmiera el sueño de los justos en los suburbios de New Jersey, y no supiera absolutamente nada sobre el sufrimiento y el horror que sufrieron los miembros de mi familia? […] ¿Por qué no pregunté sobre eso, nunca?”
- Débora encontró a su pariente, tal como se lo había pedido su abuelo. A pesar de ello, escribe: “Pero no es suficiente.” ¿Por qué? ¿Qué más debería hacer?
Débora se queda en el kibutz Guinosar y aprende de Iona, sobrino de su abuelo, acerca de la historia de su familia.
- Débora Steiner van Rooyen, Una paloma sobre la alambrada de púas – Viaje por mandato del abuelo, Yad Vashem, Jerusalén, 2007 [hebreo], págs. 11-16.
“Nací en Gromnik, una pequeña aldea campesina del sureste de Polonia, en el distrito de Tarnow, en la cama de mi madre. En aquellos días todos nacíamos en casa. [...] Vivíamos en una casa-granja grande y cómoda, cubierta por un techo de tejas rojas que construyó mi padre, a una distancia de pocos kilómetros de la aldea. Era una casa sólida, construida con madera en bruto, con dos dormitorios y un cuarto de estar grande, que era también la cocina. [...] En los largos meses del invierno nos calentábamos con una estufa negra y cubierta de hollín, revestida por placas de cerámica azul, y además con grandes tazones de leche caliente. [...] Recuerdo que en mi infancia, mientras me acostaba arropado frente a la estufa, solía contar las flores y los pájaros dibujados a mano sobre las placas. Luego me volvía para observar los copos de nieve que pasaban por la ventana [...] a través de la misma ventana, en el extremo del campo, veía un espeso bosque, y en él altos pinos – un buen lugar para esconderse cuando uno es un niño pequeño que tiene que ayudar a su padre a amontonar el pienso, o sentarse en el duro banco de la escuela.”
“Entonces éramos una familia grande. Mis hermanos mayores, los mellizos Willy y Rudy, nacieron en 1922. Poldak nació en 1924, y yo, Iona, el último, nací en mayo de 1926. [...] Nuestra vida en la casa era una vida feliz. No recuerdo que sufriéramos por la falta de algo, es decir, no recuerdo si éramos pudientes o no. Siempre había abundancia de comida sobre la mesa, y siempre nos vestimos con ropa limpia y abrigada […] Hasta el día de mi séptimo cumpleaños, fecha en la que me convertí en candidato oficial para la escuela, pasaba mis días jugueteando por los campos, o me unía a mi padre para ayudar en la granja.”
"Mi madre Rajel pertenecía a la familia Zimmerman de Gribow, una pequeña aldea vecina, al sur de Gromnik. Era bella, con un pelo negro como ala de cuervo que provocaba envidia en toda la zona. [...] Cuando miro cuarenta años hacia atrás, todavía puedo ver sus ojos. Eso es lo que recuerdo más que todo. Sus ojos azules eran capaces de darte calor, de defenderte. Ojos de madre. Mi madre tenía treinta y cinco años cuando yo nací, y cuarenta y ocho cuando la asesinaron. Pero en mi corazón quedará siempre tal cual yo la recuerdo: joven, fuerte y bella. Lamentablemente, nunca conocí realmente a la familia de mi madre, [...] pero la familia de mi padre, miembro del gran clan de los Steiner, vivía en la zona o en los alrededores, y los lazos familiares con ellos eran fuertes y cercanos. Todos los sábados los pasábamos con muchos primos. Tíos y tías, primos y primas, [...] también cada uno de los nueve hijos del abuelo Aarón tenía un número de hijos similar. [...] Resulta difícil creer que de una familia tan numerosa de Europa hayan sobrevivido tan sólo dos.”
“Como puedes ver, antes de que los nazis tomaran el poder tuve una infancia agradable. Eso no se debía a Polonia, sino a nuestra casa. Comprende, éramos cuatro niños en una granja enorme. ¿Qué podía ser mejor que eso? Jugábamos juntos en el campo, en los bosques, en el establo, donde las vacas, estábamos con los trabajadores en el campo. Por supuesto que de tanto en tanto nos golpeábamos el uno al otro, en especial por la noche, porque estábamos obligados a dormir en la misma cama. Así que peleábamos como se debe. Volaban las plumas de las almohadas, y cada noche las almohadas se hacían más delgadas.”2
Puntos de referencia:
- “Entonces éramos una familia grande” – ¿Cómo describe Iona su infancia, su casa y su familia?
- ¿Cómo describe Iona las relaciones y la forma de vida de la familia? Vale la pena hacer hincapié en las expresiones que señalan el punto de vista de Iona como niño: “No recuerdo si éramos pudientes, o no Siempre había abundancia de comida sobre la mesa, y siempre nos vestimos con ropa limpia y abrigada”; “en el extremo del campo, veía un espeso bosque, y en él altos pinos – un buen lugar para esconderse cuando uno es un niño pequeño.”
El vínculo familiar entre Débora y Iona:
“Tu abuelo Salomón, hermano menor de mi padre, fue el primero que salió de Polonia y viajó hacia América. Yo creo que eso fue aún antes de la Primera Guerra Mundial. [...] No conocí al tío Salomón hasta que vino a visitarnos en el año 1932, pero escuchábamos acerca de él continuamente, noche y día. [...] Más de una vez intentó tu abuelo Salomón convencer a toda la familia de trasladarse hacia allí [...]”
“Yo recuerdo que más tarde, después de la visita del tío Salomón, y durante todos esos años difíciles en la escuela, solía mi madre decirle con frecuencia a mi padre: ‘Shimon, tenemos que vender nuestras tierras y viajar a Israel. Ahora es el momento, antes de que la situación se agrave.’
Esas palabras quedaron grabadas en mi mente. Supongo que las llevé conmigo durante todos los años de la guerra y en los campos, de modo que cuando descubrí que nuestra casa y nuestra familia habían desaparecido para siempre, enseguida pensé en viajar hacia Israel, como quería mi madre.
¿Por qué Israel? No sabía, no habíamos sido una familia sionista. Mi padre solía enviar donaciones de dinero para Israel, pero con eso terminaba su relación con el tema. Sin embargo, mi madre creyó siempre que la Tierra de Israel era el lugar en que nosotros deberíamos estar. Pero hasta 1937 no tuvimos ninguna motivación para irnos, y en 1938 ya era demasiado tarde.”3
- Ibid, págs. 21-27.
- Ibid, págs. 32-33.
"In September 1939, Germany declared war on Poland and in two weeks she conquered it. I studied then in the Polish public school, and just started the sixth year. I was forced to go to school on foot, because the Germans confiscated our horses and even our cows, practically everything. My father still stood firm. He believed that this situation was only temporary, and tried to make do without horses and cows. And then, one day, at one in the afternoon, they took me. "
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- Is there any prior preparation for the end of the stage of childhood, family, home? In this context, one can speak of the contradiction that exists between the descriptions of childhood, the conversations between parents, the vacillations, indecisions and the decisions that were adopted, with the sudden and arbitrary way in which all this ended, giving way to an absolutely different reality.
"I think it was late autumn, because the cold was already in the air. Most of the leaves had already fallen, leaving bare branches and black trunks against the gray sky covered with clouds.
That's how the nightmare began.
Like every day, when classes ended at noon, I crossed the village towards the bridge that crossed the river. [...] As soon as I got on the bridge, a man standing by the side of the road nervously pointed at me. I recognized him, he was a local merchant who did business with my father. [...] It all happened so fast.
The Germans raised their weapons and ordered me to climb to the back of the truck. "5
"Why did not I run? Why did not I fight? What can a thirteen-year-old boy do against a unit of SS soldiers with machine guns? What did I understand then? In those days I believed that the situation was not serious. I heard that the Poles were sent to help the Germans in the war effort. Perhaps my young age, perhaps my ignorance, prevented me from feeling fear, and perhaps, looking back, that was also what kept me alive. [...] In any case, I did not think that we traveled very far. I thought we were only leaving for a few days. I was just worried that my parents did not know where I was going. [...] After about five hours of travel in the depths of the night, we finally arrived at a Polish army barracks. There I began to understand that it would not be exactly as I had thought. My thoughts changed. I began to ponder on what our destiny would be. I did not feel fear. I only worried about how my parents would do to know where I was. I did not want my mother to worry about me.
When we arrived at the camp, the soldiers ordered us to get off the truck with such speed that I could not take the school's portfolio with me. "6
Questionnaire for discussion and dialogue:
- "That's how the nightmare began" - Students can be asked to describe their feelings and feelings about what they read, and ask them what they thought during the reading.
- "I thought we were traveling only for a few days" - What prevents Iona from understanding the reality in which he is trapped?
- What can be learned from Iona's story, regarding the victim's reaction? What is it that people could understand or know about their destinies, in those same moments? What did they not know and could not understand? Numerous survivors of the Holocaust describe in their testimonies the commotion that invaded them at the moment when their lives underwent an instantaneous overturn and in the period immediately after. Iona, for being a child, is worried about the fact that his parents do not know that he was taken away, or about the question of when he will see them again, or when he will at least be able to inform them. Also, as a child, he relies on partial information he heard, and points out: "Perhaps my young age, perhaps my ignorance, prevented me from feeling fear, and perhaps, looking back,
- What is it that, in your opinion, leads you to change your way of thinking? We are going to point out that, even after he begins to understand: "that it would not be exactly as I had thought", still what most worries Iona is the concern for his parents and not his own destiny.
Because of the speed of the descent of the truck, Iona must leave the portfolio of the school behind her. It is possible to see in this a symbolic image that in those moments Iona separated from her childhood forever.
"I was imprisoned in Postkow for
7 four months. Somehow I survived. [...] During the four months that I stayed in the field we did not bathe even once. The food we received was diminishing until it became a glass of hot water with some color in the morning, and a loaf of bread to distribute among twenty men. In those same days, the thirteen-year-old boy who paraded through the fields, who dug canals, chopped coal, looked at the dead who were taken away, who took care of the whipping, that same boy, was not me. The happy, happy young man from Gromnik's comfortable and safe farm disappeared, and instead an empty soul grew and flourished, moving and surviving like a machine. "8
- "Somehow I survived." - Here we can stop at the arbitrariness with which the prisoners of concentration camps were treated during the Holocaust and about the lack of rules regarding survival. Indeed, a variety of testimonies from Holocaust survivors show us that there was no single method to survive, and that different people adopted different methods.
- In his book En el escondite,
9 Ehud Lev tells us, also a survivor of the Holocaust, the way he as a child found himself to face the suffering and shortcomings that he lived then, and the pain caused by the longing for his family:
"And then something interesting happened. I decided that I was not myself, but another child, because how could I survive without feeling the touch of my father's hand? Or without receiving a kiss or a hug from my mom? So another child, who was called in French Hubert, was the one who played games, enjoyed the sun and ate until satisfied. [...] I kept secretly missing my mom and dad; Hubert understood quickly that it was not the right time to miss, and that the most important thing in that hour was not to be caught. "
- In a way similar to that of Ehud Leb, Iona also tells that, at a certain stage, the boy who lived the terror of the camp was not him, that instead "an empty soul grew and flourished, that moved and survived, like a machine". From these two fragments of testimony it can be learned that Ehud and Iona felt that they had to disconnect from themselves, and even become someone different, or something different, in order to survive.
Iona tells about the friendship that was created between him and another prisoner when he arrived in the countryside:
"One of the men in the barrack, a German criminal prisoner of about forty-five years [...], addressed me. We became friends when we had to clean the barracks together. A new person in the field always had news to tell, fresh news about what was happening outside. And so, when we talk, we begin little by little to trust one another. "Look," he said, "you are still a boy. I am already a mature man. If you want to survive in this hellish world, you have to remember two things. First, never drink the water in this field. No matter how thirsty you are, no matter how desperate. Never drink water, unless it was boiled. Second, if you receive food, eat right up to the last piece, the last crumb. [...] Do not leave anything for tomorrow. "
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Points of reference:
Despite the harsh reality of the camp, and in parallel to it, Iona Steiner also relates situations in which some rapprochement and friendship between the prisoners was generated. And then he tells us that it was his partner who taught him the rules of survival, rules thanks to which he got rid of the typhus and dysentery epidemics that spread through the countryside.
Reference can also be made to the different aspects of the term "survival" in the field. The previous paragraph taught us about the need for mental, emotional and spiritual survival, and the next paragraph might illustrate us about physical survival.
About the events in the field of Mielec
"I must explain to you how it looked like, so you try to see, to smell. Imagine that there were three-story loungers along the barracks. One bed over another. One is played with the other, like a pile of wooden cards. Rustic wood, rough planks that served as a bed for twelve men who could lie on them only diagonally. There were no mattresses, no blankets, only the same clothes we received the first day. [...] The bathrooms did not exist. [...] Remember, I was about to turn fifteen. A boy already big. Only one thing I knew. That to survive I had to work. For five years I worked every day, 24 hours of depraved cruelty. If you died, the duration of the day was 24 hours. But if you survived, it was like a year. I became an old man at the age of fourteen, fifteen. "
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- "I must explain ..." - the way in which Iona tells her story to Debora shows us her willingness and her need to tell her what had happened despite the difficulty caused by the language barrier, and despite the fact that only You have suffered those things in your own flesh you may be able to smell them or see them.
- "I became an old man" - in the course of reading the book, we are witnesses of the process that Iona is going through due to the events that are going on: we knew him as a child free of worries at the beginning of the book; Then, when he is kidnapped on the bridge that leads to his house, through his thoughts we see him transform in an instant into a "child-adult". He tells us how he forgets his school portfolio in the truck, a fact that in this context acquires a symbolic value: my childhood ended. In the paragraph that follows, Iona describes her transformation from child-adult to old-man.
"During the training the next morning, the soldiers interrogated us about our professions, and I found myself lying, with relative ease, when I said that I was a metal turner. He had heard that they needed operatives for the Hankelwerke factory, who had confiscated the Germans from the Poles to attend to the needs of the war. My profession was learned in that factory: how to use the lathe, cut the steel, melt metals and repair engines. It's all I know, to this day. Look at my fingers. Every night, after work, I try to clean the lubricating oil that was under my fingernails, but to this day I remained a simple mechanic. My brother Paul is a tailor. We both learned our craft from the Germans. Paul,
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- Iona understands that in order to survive in the conditions of the countryside, she must change and adapt: she must lie, present herself as a professional and learn the profession quickly.
Later, Iona was sent to the technical course of aircraft construction, which was done in the same field, and relates:
"Nine months I was a prisoner in the field of Flossenburg
14 working with Messerschmidt aircraft. It tried to produce some damage in the airplanes in each occasion that appeared. When he could, he would break something from the engine to shatter when the plane was already in flight. I damaged those planes at every opportunity, but it was dangerous. If they found you, they would hang you. "15
- Sabotage to airplanes was a form of resistance. In this context, it is worth discussing the different paths adopted by the resistance. It is common to speak of spiritual resistance and armed resistance, but it is worth remembering that the methods of resistance used by the Jews under the Nazi regime were many and varied; Not everyone adapts easily to a certain label.
For more than five and a half years Iona Steiner was imprisoned in various concentration and work camps. Iona tells Debora, the author of the book, the enormous suffering produced by the harsh conditions of the fields, lack of food and permanent hunger, cold, overcrowding, forced labor and the great cruelty to which they were exposed. .
After spending nine months as a prisoner in the Flossenburg camp, Iona was transferred to the Mauthausen camp in Austria:
"Mauthausen was hell. [...] One Sunday I was working in the quarry of Mauthausen, so terribly famous, carrying heavy stones to the top, down the stairs. I felt there were at least two thousand steps to climb. [...] As I climbed the steps, one of the cruelest tasks, I found a young man who seemed to know me. I did not know him. We were going together when he asked me: 'Do you know that your brother Rudi now arrived at Gossen II
17 ? If you want to see it, you should hurry, because you have an infection in one hand, and I do not know how much life you have left. ' The news stunned me. My older brother, Rudi! "18
Iona managed to move from the central field where she was to the Gossen II camp, but her brother died a short time before she managed to reach her barrack.
- Ibid, pgs. 33-34.
- Ibid, p. 35
- Ibid, pgs. 36-37.
- Postkow - Nazi work camp in southeastern Poland.
- Débora Steiner van Rooyen, A Pigeon on the Barbed Wire, p. 40-41.
- Naomi Morgenstern, In the hiding place - children during the Holocaust in France, Central School for the Teaching of the Holocaust, Yad Vashem, Jerusalem, 2008.
- Débora Steiner van Rooyen, A Dove on the Barbed Wire, p. 86
- Mielec - Nazi concentration and labor camp in western Poland.
- Débora Steiner van Rooyen, A Pigeon on the Barbed Wire, p. 71-72.
- Ibid, pgs. 72-73.
- Flossenburg - concentration camp in Germany.
- Débora Steiner van Rooyen, A Dove on the Barbed Wire, p. 87
- Mauthausen - Nazi concentration camp in Upper Austria.
- Subdivision within the field of Mauthausen.
- Débora Steiner van Rooyen, A Pigeon on the Barbed Wire, p. 92-93.
“Tres semanas antes del fin de la guerra ya escuchábamos el ruido de los disparos y de los bombardeos de los Aliados. Una de las bombas destruyó la cocina de las SS. [...] Durante las dos últimas semanas de la guerra nuestra sangre fue derramada implacablemente. No nos daban alimento, y trabajábamos sin pausas durante todo el día. [...] Sabíamos que todo terminaría, pero nuestra fuerza para sobrevivir se iba desvaneciendo por el hambre. Miles murieron en esas últimas semanas. Nuestra liberación estaba tan cerca, pero no pudieron soportar más.”
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Iona relata la liberación:
“Toda la noche permanecimos despiertos por la emoción. A la hora en que nuestra prisión (el campo de concentración de Mauthausen) ardía en llamas a nuestro alrededor hasta los cimientos, nosotros estábamos sentados afuera conversando, planificando y reflexionando, cómo saldremos, hacia dónde iremos. En cierto modo, creo que estábamos emocionados como huérfanos, como niños.”
Luego de la liberación Iona fue hacia la ciudad de Linz, y desde allí a Salzburg, en Austria:
“Cierto día, por la tarde, vi un soldado con una estrella de David impresa sobre su hombrera. Me quedé estupefacto. Lo observé más de cerca y pude leer las palabras ‘Brigada Judía’ en torno a la estrella. No podía creer que existiera sobre la tierra un judío, vivo y respirando, que fuera soldado y no prisionero. Fui siguiéndolo por las calles de la ciudad. No podía quitar mis ojos de él. Finalmente, cuando se sentó junto a una escultura en la plaza de la ciudad, me dirigí hacia él.
Cuando estuve todavía más cerca vi la palabra ‘Palestina’ bordada sobre su insignia.
‘¿Es usted de Palestina?’, le pregunté en alemán.
‘¿Es usted judío?’, me preguntó en ídish.
‘Sí’, respondí.
‘¿Qué hace usted en Salzburgo? debe viajar a Palestina’, me dijo.
[...] Yo no sabía mucho sobre Palestina. Sólo vi que frente a mí había un soldado sano y libre que lucía una estrella de David, un judío de Palestina. También yo quería estar allí.”20
- Describe las sensaciones de Iona Steiner al ver al hombre de la Brigada Judía, tal como él las describe.
- ¿Por qué, a tu parecer, se dirige Iona al soldado en alemán? ¿Por qué éste le contesta en ídish?
Por consejo del soldado de la Brigada Judía, Iona viajó a Roma, Italia, con la intención de seguir desde allí hacia Israel:
“No encontré judíos de Palestina en Roma. Ya había olvidado mi encuentro de Salzburgo. Quería tan sólo disfrutar. Sabía que mi padre y mi madre y mis hermanos habían muerto, Rudi en Mauthausen y Willy en Flossenburg en 1944. Un hombre que encontré en Mauthausen me contó que había escuchado que los alemanes llegaron a nuestra granja poco tiempo después de que me detuvieron. [...] No me quedaba nadie, y por lo tanto no pensé siquiera en buscar a miembros de mi familia. Esa parte de mí, ese joven de la granja de Polonia, miembro de una gran familia de Gromnik, había muerto hacía ya años. Ahora, estaba solo.”
Puntos de referencia:
- “No me quedaba nadie, y por lo tanto no pensé siquiera en buscar a miembros de mi familia” – La certeza de haber perdido a la familia.
- “Estaba solo” – El reconocimiento del hecho de que no hay adónde volver y no hay a quién buscar. Iona señala también que también el niño que él fue, ya no está.
Luego Iona pasó a trabajar como conductor de camiones para el ejército norteamericano:
“Un día, a la una de la tarde, me llamó por el altavoz un oficial norteamericano con el cual tenía amistad. ‘¿Tienes un familiar de nombre Salomón Steiner en New Jersey?’, preguntó en el momento en que entré a su oficina. ‘Sí’, dije, sin saber si tenía tal pariente o no, y sin saber ni siquiera dónde quedaba New Jersey. Sonaba como lo que era apropiado decir. [...]. Desde el día en que nos encontramos, ese oficial se apiadó de mí. Deseaba mucho ayudarme a encontrar familiares. ‘Enviaré un telegrama y comprobaré el parentesco. En 24 horas tendremos una respuesta.’
Estoy seguro de haberme mostrado indiferente, porque después de cinco años en los campos realmente no podía recordar muchos detalles acerca de la familia de mi padre, ni qué hablar de algún tío anciano, uno de los muchos hermanos de mi padre que habían dejado Polonia y viajado hacia América cuando yo todavía era un niño. Ni siquiera recordaba que alguna vez había sido un niño.”21
Puntos de referencia:
- En el curso de la guerra fueron arrancados de sus casas y hasta de sus países millones de personas. Al finalizar la guerra muchos intentaron localizar a los miembros de su familia, con la esperanza de que alguno de ellos hubiera sobrevivido.
- “Ni siquiera recordaba que alguna vez había sido un niño.”
Iona descubrió que su hermano Paul (Poldak) estaba vivo, en lo que hoy es la República Checa, y lo convenció de abandonar Praga y viajar con él a Israel. En su camino se detuvieron en Hamburgo, Alemania. Allí Iona estudió mecánica y conoció a Rivka (Regina) de la familia Singer
“Regina Singer viene de una pequeña aldea de Ucrania, y logró sobrevivir los años de la guerra haciéndose pasar por una aldeana polaca y católica. [...] Pero la historia de Rivka es otra historia. Tú debes hablar con ella, y te contará cómo logró sobrevivir cuando todos los miembros de su familia eran asesinados. Ves, esta es la razón por la que enseguida nos unimos. Todos perdimos la familia. Todos queríamos una familia.”
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Puntos de referencia:
- “La historia de Rivka es otra historia” – recordemos que no hay una sola historia: cuando nos referimos a las historias de los sobrevivientes del Holocausto debemos recordar que estamos hablando de personas diferentes, que vivieron en lugares diferentes, hablaban idiomas diferentes, experimentaron vidas diferentes, y lograron sobrevivir por caminos diferentes.
- “Esta es la razón por la que enseguida nos unimos. Todos perdimos la familia. Todos queríamos una familia.” – A pesar de la tragedia, hay aquí una elección por la vida: voluntad para seguir adelante y generar una continuidad y una familia nueva.
Entretanto, se interrumpió el contacto que había logrado restablecerse con Salomón Steiner, tío de Iona y Paul, en América, y luego Paul decidió viajar a Francia y formar allí su familia, mientras que Iona y Rivka intentaron llegar a Israel.
“Decidimos, Rivka y yo, que había llegado el momento de emprender nuestro camino hacia Israel. Primero viajamos a Bélgica, y allí Rivka recibió el visado de ingreso a Israel. Tenía pasaporte alemán y era por ello ciudadana de algún país, aunque la mayoría de nosotros éramos personas sin país.”
“Tan sólo una semana después de estar casado con Rivka, nuestros caminos se separaron. Ella partió hacia Israel en un barco que zarpó de Marsella. Yo salí, junto con siete amigos, rumbo a Italia. […] La Haganá creo una red de judíos de Eretz Israel cuya tarea consistía en ayudar a los refugiados a llegar a Israel. Nuestra tarea era alcanzar determinado puerto de Italia y encontrar el barco de la Aliá Bet [inmigración ilegal a Israel, contra las limitaciones impuestas por el Mandato Británico].”23
Puntos de referencia:
- La decisión de viajar hacia Israel: ¿A tu entender, qué lleva a Iona a tomar esta decisión? ¿Por qué justamente Israel?
- El precio de esta decisión, para Iona, es otra ruptura del vínculo familiar: alejarse de su hermano Paul y su tío Salomón, y separarse temporariamente de Rivka, su mujer.
“Cuando nos estábamos acercando a la costa de Israel, los ingleses abrieron fuego. Abordaron el barco y enviaron a todos aquellos que no habían llegado a nado hasta la costa a un campo de detención inglés en Chipre.”
“Otra vez me atraparon. Otra vez estaba prisionero. Sentí un profundo disgusto al ver otra vez un campo, otra vez un campo lleno de judíos desgraciados y enfermos. Pero era imposible comparar el campo de detención de los ingleses con los campos de concentración alemanes. […] Durante los primeros días la sensación era sumamente extraña. ¿Qué es esto? ¿Qué son esas alambradas de púas? Era muy difícil para mí entender que nuevamente era un prisionero.”24
Transcurridas seis semanas, Iona huye del campo de detención y logra llegar, junto con 15 de sus compañeros, a un puerto de Chipre, donde roban un pequeño barco con el que se lanzan al Mar Mediterráneo.
“Tuvimos suerte y pasó a nuestro lado una nave turca. […] Nos subieron a bordo y nos llevaron hasta la costa de Israel, cerca de Herzlia. […] No me pregunten cómo me sentía. Desaparecimos del lugar en cuanto pusimos pie en tierra. Cualquier sitio era bueno para nosotros. Estábamos en casa, en la Tierra de Israel – la Casa de los Judíos.”
25
- Ibid, pág. 99.
- Ibid, pgs. 103-104.
- Ibid, pgs. 106-107.
- Ibid, pág. 118.
- Ibid, pgs. 121-122.
- ibid, pp. 122-123.
- Ibid, pág. 124.
De las palabras de Uzi Walish, coordinador del kibutz Guinosar:
Iona llegó al país en enero de 1947, directamente al kibutz Ein Guev. En el kibutz lo esperaba su esposa Rivka. Al día siguiente de su llegada al kibutz Iona fue incorporado, como si fuera un miembro veterano del mismo, al trabajo en la herrería.
Su integración en el trabajo fue inmediata. Después del 29 de noviembre, Iona se volcó al esfuerzo de guerra, comenzando a producir minas. Se incorporó al grupo de zapadores que colocaba minas a lo largo del límite del kibutz – las minas que detuvieron a las fuerzas blindadas sirias. Paralelamente, Iona participó en la fabricación de dos “Davidka”26 . Una de ellas fue puesta en funcionamiento para la defensa de Ein Guev, y la segunda fue enviada a Safed, donde se transformó finalmente en el monumento que aún hoy se halla ubicado en una de las calles de la ciudad. Iona también se ocupó del blindaje de los camiones del kibutz. Durante la Guerra de la Independencia fue incorporado a una unidad de ametralladoras. Más tarde fue enviado a la armería para ocuparse del mantenimiento de las armas. A comienzos de los años cincuenta, Iona, Rivka y su hijo primogénito Shimon pasaron al kibutz Guinosar, y allí Iona fue designado encargado de la sección de herrería, trabajo del que se ocupa hasta el día de hoy. Más tarde, fue puesto al frente del parque de maquinarias, el agua, las herramientas agrícolas, los vehículos, las viviendas y sus terrenos circundantes.
Rivka y Iona son los padres orgullosos de tres hijos y abuelos de cinco nietos. Iona continúa trabajando hasta el día de hoy.27
Tema para la discusión:
En el año 2008 el Estado de Israel celebró 60 años de independencia. El Día de Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo estuvo ese año vinculado al lema “Y elegirás la vida – Los sobrevivientes del Holocausto en la Tierra de Israel.”
La historia personal de Iona Steiner nos demuestra que la historia de los sobrevivientes del Holocausto no es solamente el relato de sus peripecias durante ese trágico período: es también la historia de la rehabilitación y la continuación de sus vidas, en este caso a través de la emigración a Israel, después de superar muchas dificultades que ese viaje implicaba, la historia de su rápida y exitosa absorción e integración en el país, de la formación de una nueva familia junto a la dedicación a perpetuar la memoria de las víctimas del Holocausto, y la participación en la construcción del país y en su defensa.
El libro sobre el cual se basa este programa despliega la sucesión de acontecimientos de modo tal que nos permite percibir el vínculo y la continuidad entre el allá y el aquí, entre el pasado y el presente. Nos muestra que las personas que vivieron “allá” los horrores del Holocausto son las mismas que viven hoy entre nosotros, y que tuvieron y tienen una participación directa en los logros y en el que hacer de su país.
Unos dos años después de que Iona y Débora se encontraron, llegaron al país los abuelos de ésta, Salomón y Rosa Steiner. La familia se unió nuevamente, y Débora nos relata:
“El abuelo Salomón se convirtió de hecho no solamente en un padre para Iona, sino también en un abuelo para sus tres hijos, Shimon, Avi y Amit. Iona representaba el último eslabón vivo del mundo de mi abuelo, un mundo que los hijos y los nietos americanos de Salomón no conocieron y no podrían conocer. La comunidad judía polaca, exiliada o deportada, había desaparecido para siempre. Los recuerdos de días, lugares y familia, estaban enterrados todos bajo una montaña de ceniza. Mi abuelo representaba eso mismo también para Iona. Salomón le devolvió a su sobrino la familia.”
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- Davidka: pieza de artillería improvisada, utilizada por la Haganá y el Ejército de Defensa de Israel en la Guerra de la Independencia [N. del T.]
- Débora Steiner van Rooyen, Una paloma sobre la alambrada de púas, págs. 153-155.
- Ibid, pág. 130
Para la conclusión de la actividad, pueden discutirse los siguientes temas:
- El nombre del libro: Una paloma sobre la alambrada de púas – Viaje por mandato del abuelo.
La famosa canción de Leonard Cohen “Paloma sobre una alambrada” comienza con las palabras:
“Como una paloma sobre una alambrada […] intenté a mi modo ser libre”29 - La canción, como el nombre del libro, contiene el contraste entre el alambre de púas que simboliza el límite, el encierro y la pérdida de la libertad, y el pájaro que simboliza la libertad por su capacidad de elevarse por sobre las alambradas y de volar donde quiera. La historia de la supervivencia de Iona personifica intrínsecamente este contraste: su capacidad de conservar el vuelo de su imaginación y su libertad interior, a pesar de haber estado rodeado de alambradas de púas y de torres de vigilancia.
El libro comienza con una dedicatoria a Rajel Zimmerman z”l
“A Rajel Zimmerman Steiner,
tus ojos que vigilan
ahora se pueden cerrar.
Tu hijo Iona volvió finalmente a casa.”
Después de haber conocido la historia de Iona Steiner y de su familia, podremos volver a la pregunta : ¿Cuál es el significado de “a casa”? ¿Es que la intención es referirse a Israel, o a la reunificación de la familia con el reencuentro de Iona con su tío Salomón y los suyos, o quizás se refiere a que Iona formó nuevamente en Israel una gran familia y nuevamente no está solo?
- ”Like a bird on a wire, / Like a drunk in a midnight choir, / I have tried in my way to be free.”Leonard Cohen, Bird on the Wire.
- Z”L: “De bendita memoria” [N. del T.]