Domingo a jueves: 9:00 - 17:00.
Viernes y vísperas de fiestas: 9:00 - 14:00.
Yad Vashem está cerrado los sábados y días festivos judíos.
Domingo a jueves: 9:00 - 17:00.
Viernes y vísperas de fiestas: 9:00 - 14:00.
Yad Vashem está cerrado los sábados y días festivos judíos.
El partido Nazi asumió el poder en Alemania el 30 de enero de 1933. Si bien la plataforma del partido incluía en forma explícita cláusulas antisemitas, ninguna de ellas establecía que los Judíos debían ser exterminados físicamente.
"...La doctrina Judía del Marxismo rechaza el principio aristocrático de la Naturaleza y reemplaza el privilegio eterno del poder y la fuerza por la masa de los números y su peso muerto. Niega de esta manera el valor de la personalidad en el hombre, impugna el significado de la nacionalidad y de la raza, despojando por lo tanto a la humanidad de la premisa de su existencia y de su cultura. Como fundamento del universo, esta doctrina será la causa del fin de cualquier orden intelectualmente concebible para el hombre. Y entonces, en éste, el mayor de todos los organismos reconocibles, el resultado de una aplicación de una ley como ésa solamente podría ser el caos sobre la tierra, solamente podría ser la destrucción para los habitantes de este planeta.
Si, con la ayuda de su credo Marxista, el Judío lograra la Victoria por sobre los otros pueblos del mundo, su corona sería la corona fúnebre de toda la humanidad, y este planeta se movería, como lo hiciera miles de años atrás, hacia el éter, carente del hombre.
La Naturaleza Eterna toma venganza por la infracción de sus mandamientos.Por lo tanto, hoy yo creo que estoy actuando de acuerdo con la voluntad del Creador Todopoderoso: al defenderme a mí mismo contra el Judío, estoy luchando por la obra del Señor."
Hitler, Mein Kampf [Mi Lucha], Houghton Mifflin, Nueva York: Hutchinson Publ. Ltd., Londres, 1969, p. 60.
Yitzhak Arad, Israel Gutman, Abraham Margaliot (Editores.), Documents on the Holocaust [Documentos sobre el Holocausto], Yad Vashem, Jerusalén, 1981, p 22.
En los primeros años, el régimen Nazi abolió los derechos civiles para los Judíos, empleando tanto disposiciones restrictivas como leyes.
Algunas de las más importantes leyes anti-Judías fueron promulgadas en el mes de septiembre de 1935 en la ciudad de Nuremberg, y se hicieron conocidas como las leyes de Nuremberg. Las Leyes de Nuremberg despojaron a los Judíos de Alemania de su estado civil, al definir a los Judíos utilizando un criterio racial. Esta legislación le permitía al gobierno alemán poner en vigencia una nueva forma de registro civil para cada individuo; también obligaba a la anulación de los matrimonios mixtos entre Judíos y no-Judíos, y además de ello prohibía las relaciones de cualquier tipo entre Arios y Judíos:
I. Determinación de quién puede ser un ciudadano Alemán:
Un ciudadano del Reich es un sujeto del Estado que es de sangre Alemana o relacionada, y que comprueba mediante su conducta que se adecua fielmente y tiene la voluntad de servir al pueblo Alemán y al Reich.
II. Unos pocos párrafos de la Ley para la Protección de la Sangre Alemana y el Honor Alemán
1) Los matrimonies entre Judíos y sujetos del estado de Alemania o de sangres relacionadas están prohibidos. Los matrimonios así y todo realizados son inválidos, aún habiéndose realizado en el exterior para eludir esta ley.
2) Los procedimientos de anulación solamente podrán ser iniciados por el Fiscal del Estado.
Los judíos no podrán dar empleo en sus unidades familiares a individuos del sexo femenino del estado de Alemania o de sangre relacionada que sean menores de 45 años.1) Los Judíos tienen prohibido enarbolar la bandera Nacional o del Reich, u ostentar los colores del Reich.
2) Se hallan, por otra parte, autorizados a ostentar los colores Judíos. El ejercicio de este derecho se halla protegido por el Estado.
Nuremberg, septiembre 15, 1935
Documents on the Holocaust, pp. 77-79.
En marzo de 1938 se produjo el Anschluss esto es la anexión de Austria por parte de la Alemania Nazi, expandiendo sus fronteras e incrementando el número de Judíos bajo su dominio. El Anschluss representó también una escalada en la política antisemita Nazi: no solamente extendieron los Nazis de un golpe la legislación antisemita también a Austria, sino que adoptaron medidas para aplicar una nueva política hacia los Judíos – mediante el establecimiento de la Oficina Central del Reich para la Emigración Judía, que forzó a los Judíos a emigrar por medio del empleo de la presión. Esta presión se manifestó, entre otros hechos, mediante el despido de los Judíos de sus empleos, el encarcelamiento de Judíos y la confiscación de sus propiedades.
Posteriormente, durante el mismo año, los Nazis llevaron su política anti-Judía aún más adelante. Las autoridades iniciaron el pogromo de la Kristallnacht – La Noche de los Cristales Rotos – en noviembre de 1938, con el argumento de que se trataba de una reacción a los disparos sobre un diplomático Alemán en París realizados por un estudiante Judío cuyos padres habían sido expulsados de Alemania hacia Polonia unos pocos días antes. Durante los tumultos de la Kristallnacht, más de 90 Judíos fueron asesinados, cientos de ellos fueron heridos, las sinagogas fueron profanadas e incendiadas, y muchos comercios cuyos propietarios eran Judíos fueron objeto del pillaje y el saqueo. Esta violencia anti-Judía no tenía precedentes, y convirtió la vida de los Judíos en Alemania en algo prácticamente insoportable.
Por primera vez, alrededor de 30,000 Judíos fueron enviados a campos de concentración por el solo hecho de ser Judíos. Antes de que ocurriera el pogromo, los Judíos que habían sido enviados a los campos de concentración fueron acusados de crímenes políticos, o de pertenecer a un grupo de indeseables. Aún entonces, la política de los Nazis hacia los Judíos era la de la emigración forzada. Los Judíos arrestados en el Pogromo de Noviembre serían liberados si fueran capaces de obtener la visa para un país extranjero. Hermann Goering, el hombre Número 2 en la jerarquía del partido Nazi, declaró ese día:
No me gustaría ser un Judío en Alemania
Saul Friedlaender, Nazi Germany and the Jews [Alemania Nazi y los Judíos], Harper Collins, Nueva York 1997, Prefacio.
Cada año, el 30 de enero, el parlamento Alemán, el Reichstag, se reunía con el objeto de conmemorar el ascenso de Hitler al poder. El 30 de enero de 1939, en el sexto aniversario del régimen Nazi, el Fuehrer (el líder, esto es Hitler) se dirigió a los delegados, todos los cuales eran Nazis, dado que para ese entonces ningún otro partido era legal en Alemania, y el Reichstag había sido vaciado de todo poder.
En su discurso, Hitler mencionó la posibilidad de una guerra, y advirtió tanto al mundo como a sus oyentes acerca de sus consecuencias.
Lo que sigue son algunas líneas de dicho discurso:
"[…] Una cosa me gustaría decir en este día, que podrá ser digno de ser recordado para otros, así como para nosotros los Alemanes. En el curso de mi vida, con mucha frecuencia fui un profeta, y habitualmente fui por ello ridiculizado. Durante la época de mi lucha por el poder, fue en primera instancia la raza Judía, la que recibía mis profecías sólo con risas cuando yo decía que un día asumiría el liderazgo del Estado, y con él el de toda la nación, y que, entre otros muchos asuntos, arreglaría el problema Judío. Su risa era tumultuosa, pero yo pienso que dentro de un tiempo la risa se habrá borrado y su expresión habrá cambiado por completo.
Hoy seré nuevamente un profeta: Si los financistas internacionales Judíos dentro y fuera de Europa llegaran a tener éxito en hundir a las naciones una vez más dentro de una guerra mundial, entonces el resultado no será la bolcheviquización de la tierra, y por tanto la victoria de la Judería, ¡sino la aniquilación de la raza Judía en Europa!
[...] Las naciones ya no quieren más morir en el campo de batalla de modo que esta raza inestable pueda beneficiarse de una guerra o satisfacer su venganza del Antiguo Testamento. El lema Judío "¡Trabajadores del mundo, uníos! " será superado por una comprensión mayor, esto es "¡Trabajadores de todas las clases y de todas las naciones, reconoced a vuestro enemigo común!"
Documents on the Holocaust, pp. 134-135.
Esta es la primera vez en que la expresión ‘Aniquilación de la raza Judía’ fue utilizada abiertamente. El discurso no incluía un plan de acción ni detalles acerca de las medidas que serían adoptadas. Las palabras de Hitler eran una advertencia a los Judíos: Dado que ellos constituían la raíz de todo mal dentro de la raza humana, si la guerra estallara sería por responsabilidad suya, y por lo tanto su exterminación resultaría una “consecuencia natural.”
Al estallar la Segunda Guerra Mundial aproximadamente unos 500,000 Judíos se encontraban bajo el poder del régimen Nazi en Alemania, Austria y en los distritos occidentales de Checoslovaquia, que habían sido anexados en marzo de 1939.
El 1 de septiembre de 1939, el ejército Alemán invadió Polonia y comenzó la guerra. Polonia contaba con una gran comunidad Judía, aproximadamente 3.5 millones de personas.
A las tres semanas de producida la invasión, mientras la lucha aún continuaba furiosa, y antes de que el gobierno de Polonia se hubiera rendido, Reinhard Heydrich, cabeza de la oficina de seguridad de la SS, ya había emitido órdenes con respecto a los Judíos en Polonia.
Esta Carta Urgente, o Schnellbrief como se la denomina en Alemán, es uno de los documentos básicos que contienen órdenes e instrucciones respecto de la política Nazi hacia los Judíos Polacos:
El Jefe de la Policía de Seguridad
Berlín, 21 de septiembre de 1939Carta Urgente
A los Jefes de todos los Einsatzgruppen [Pelotones de Exterminio] de la Policía de Seguridad:
Asunto: La Cuestión Judía en Territorios Ocupados
Me refiero a la conferencia realiza hoy en Berlín, para señalar nuevamente que las medidas totales planificadas (esto es, la meta final − Endziel) deberán mantenerse en estricto secreto.
[…]I. Concentración
Por lo pronto, el primer requisito previo para la meta final es la concentración de los Judíos de los distritos rurales en las ciudades más grandes.
[…] En relación a esto, deberá tenerse en cuenta que solamente deberán seleccionarse como puntos de concentración las ciudades que son cruce de líneas ferroviarias, o que por lo menos se encuentran ubicadas sobre una línea ferroviaria.
[…] En principio, las comunidades Judías de menos de 500 personas deberán ser disueltas y transferidas al centro de concentración más próximo.II. Consejos de Ancianos Judíos
1) En cada comunidad Judía, se establecerá un Consejo de Ancianos el cual, en la medida de lo posible, deberá estar compuesta por las personalidades con autoridad y rabinos remanentes. El Consejo estará compuesto por hasta 24 Judíos de sexo masculino (dependiendo del tamaño de la comunidad Judía).
El Consejo se hará completamente responsable, en el sentido literal de la expresión, del exacto y pronto cumplimiento de las directivas ya emitidas o de las que pudieran emitirse en el futuro.
2) En el caso de un sabotaje a dichas directivas, deberá advertirse a los Consejos que se adoptarán las medidas más severas.Firmado Heydrich
Documents on the Holocaust, pp. 173-177.
La primera parte de esta fuente primaria ordena la concentración de todos los Judíos en las grandes ciudades ubicadas cerca de las líneas ferroviarias. La segunda parte ordena la creación de un Consejo Judío – “Judenrat” en todas las ciudades, el cual sería responsable de llevar a cabo todas las órdenes de los Alemanes.
La ordenanza de Heydrich establece en forma clara que estas son medidas temporarias. Sin embargo las órdenes no se refieren a ninguna medida final en particular que fuera a implementarse en el futuro. Estas medidas se referían a las comunidades de Europa Oriental, y no se aplicaron a los Judíos de Europa Occidental, cuando sus países cayeron bajo la ocupación Alemana en una etapa posterior de la guerra.
En realidad, lo que siguió a esta carta de órdenes especiales fue la concentración de los Judíos en ghettos, áreas urbanas en las cuales los Judíos fueron concentrados juntos, aislados del resto de la ciudad y en realidad, del mundo. Los suministros diarios de alimentos eran exiguos y en la mayoría de los ghettos los Judíos no podían ganarse la vida. Muchos de ellos fueron enviados a campos de trabajo forzado en los que las condiciones existentes eran inhumanas, como resultado de lo cual muchos de ellos murieron. La proximidad de los ghettos con las líneas ferroviarias se buscó para facilitar medidas que se tomarían más tarde. Durante esta etapa, esas medidas aún no habían sido adoptadas.
Los historiadores llegan a la conclusión, a partir de los documentos y de las medidas tomadas por los alemanes en las primeras etapas de la guerra, de que el plan era transferir a los Judíos Alemanes a la frontera oriental de Polonia, a un área cercana a la ciudad de Lublin. Esto se conoce como el Plan Lublin-Nisko. Hasta 1940 este plan fue el precursor de la "Solución Final del Problema Judío". Este plan estaba dirigido a reducir el número de Judíos solamente en Alemania y en los países que se le habían anexado.
En esta área, que estaba llena de pantanos y suelos cenagosos, los Judíos deberían ser explotados trabajando para la fortificación Alemana del límite Oriental. En total, unos 95,000 Judíos fueron deportados hacia esta área. El proceso fue discontinuado principalmente debido a las disputas internas entre oficiales Nazis y líderes de la SS en lo concerniente a los problemas prácticos del plan.
Debido a la cancelación del Plan Nisko y a esperanzas con respecto a la futura ocupación Alemana, se preparó un nuevo plan. Ahora los Nazis planearon transferir Judíos a un punto distante del globo – conociéndose este nuevo plan como el Plan Madagascar, con la intención de reubicar a los Judíos en Madagascar, una isla bajo el gobierno Francés en el Océano Índico, frente a las costas de África.
Durante el período de entreguerras, la idea de expulsar a los Judíos de Europa a Madagascar se había hecho popular entre escritores antisemitas y políticos en muchos países. La isla era remota y bastante grande, y fue considerada como una ubicación adecuada para establecer a los Judíos Europeos fuera del continente. Cuando Alemania ocupó Francia en junio de 1940 el plan se tornó pertinente para las autoridades Nazis. Estas consideraron al plan Madagascar como un medio para eliminar a los Judíos, aún cuando no estuviera involucrado un asesinato en masa real.
A continuación se transcriben unas pocas líneas de un documento sugiriendo el Plan Madagascar en el tratado de paz con Francia luego de su caída en manos de los Nazis en junio de 1940:
La Sección D III propone una solución para el problema Judío: En el tratado de Paz, Francia debe hacer que la isla de Madagascar se halle disponible para la solución del problema Judío, y hallarse dispuesta a reasentar y compensar a los aproximadamente 25,000 ciudadanos Franceses que viven allí. [...] Los Judíos deportados a Madagascar perderán su ciudadanía en los países Europeos a partir de la fecha de la deportación. En lugar de ello, se transformarán en residentes del Mandato de Madagascar.
Este acuerdo evitará el posible establecimiento en Palestina por parte de los Judíos de un Estado Vaticano de ellos mismos, y la oportunidad de explotar para sus propios propósitos la importancia simbólica que Jerusalén tiene para las partes Cristiana y Mahometana del mundo. Más aún, los Judíos permanecerán en manos Alemanas como una garantía del futuro buen comportamiento de los miembros de su raza en América.Se puede hacer uso con propósitos de propaganda de la generosidad demostrada por Alemania al permitir la autoadministración cultural, económica, administrativa y legal de los Judíos, puede enfatizarse al mismo tiempo que nuestro sentido Alemán de la responsabilidad hacia el mundo nos impide hacer el regalo de un estado soberano a una raza que no ha tenido estado independiente durante miles de años: esto requeriría todavía el examen de la historia.
Berlín, 3 de julio de 1940
Documents on the Holocaust,pp. 216-218.
El plan nunca se materializó: ponerlo en práctica hubiera significado el transporte marítimo de masas de gente en tiempos de guerra. Después de la derrota Alemana en la Batalla de Inglaterra en el otoño de 1940, y no teniendo como consecuencia el dominio de los mares, el plan Madagascar fue echado a pique y dieron comienzo los preparativos para el estallido de la guerra con la Unión Soviética. Junto con esto, se lanzó una nueva fase en la política anti-Judía.
Lectura adicional:
David Bankier, LA SOLUCIÓN FINAL EN EL DISCURSO POLÍTICO DEL NAZISMO
The good news:
The Yad Vashem website had recently undergone a major upgrade!
The less good news:
The page you are looking for has apparently been moved.
We are therefore redirecting you to what we hope will be a useful landing page.
For any questions/clarifications/problems, please contact: webmaster@yadvashem.org.il
Press the X button to continue