¿Qué podemos aprender de casos concretos s sobre cuáles eran las respuestas dadas por los judíos a situaciones extremas bajo el régimen Nazi?
- Introducción
- Los rabinos en los ghettos
- Los médicos en los ghettos
- Judenräte: Los Concejos Judíos
Introducción
IntroducciónLa vida diaria en los ghettos creó situaciones que eran muy diferentes del curso normal de la vida en el siglo 20. Los individuos afrontaban constantemente dilemas de vida o muerte, involucrando asuntos morales y decisiones fatídicas. Estos individuos eran personas comunes que fueron puestos en situaciones extremas.
En esta clase, analizaremos algunos ejemplos de esos dilemas, presentando a individuos cuyas formas de vida y ocupaciones eran diversas y pertenecían a distintos ghettos.
Los rabinos en los ghettos
Los rabinos en los ghettosTradicionalmente, los rabinos fueron líderes espirituales a quienes los judíos asistían para solicitarles consejo con respecto a diversos aspectos de la vida. Durante el siglo XIX, la secularización se extendió por Europa y tuvo una amplia influencia sobre la población judía, debilitando el status de los rabinos en ciertas comunidades. Sin embargo, a principios del siglo 20, una parte considerable de los judíos europeos (especialmente de Europa oriental), veía a los rabinos como la máxima autoridad espiritual.
Así como hemos presentado en las clases previas, la vida diaria que los nazis y sus colaboradores impusieron al pueblo judío no tuvo precedente. Los rabinos se enfrentaron con asuntos extremadamente críticos a menudo sobre temas en los que tenían muy poca experiencia. Debido a las circunstancias, los rabinos no tenían ya acceso a la mayoría de la literatura de la Halajá – la ley judía religiosa. Por otra parte, la mayoría de las preguntas presentadas a los rabinos no tenían respuestas típicas. Tradicionalmente, los rabinos consultaban con otras autoridades rabínicas cuando se enfrentaban con dilemas difíciles. Esta situación no era posible bajo el régimen nazi; por lo tanto las decisiones fueron tomadas mayormente de una manera práctica y no en base a juicios rabínicos. La mayoría de las preguntas con las que se enfrentaban fueron en asuntos de vida o muerte, presentando a los rabinos desafíos morales insoportables.
Los intentos de sobrevivir forzaron a muchos judíos observantes a lidiar con numerosos asuntos de la Halajá, y algunos de ellos se dirigieron a sus rabinos para recibir respuestas sobre ellos. Algunos judíos trataron de salvarse a sí mismos y a sus familias usando documentos falsificados y presentándose como cristianos. Esto les requería vivir de acuerdo al estilo de vida cristiano, lo cual no está permitido según la ley judía. Los rabinos fueron consultados sobre estos tipos de situaciones así como otras preguntas éticas. Las respuestas rabínicas a esta cuestión difiere, algunos estaban absolutamente en contra de acciones de ese tipo, mientras que otros fueron más indulgentes.
El término Kidush Hashem - la santificación del nombre de Dios - es una exigencia religiosa muy conocida desde la destrucción del Primer Templo. Su significado básico es la glorificación del nombre de Dios aún a costa de la vida de uno mismo. En fuentes de la Halajá se refiere primariamente a dos situaciones: cuando a un/a judío/a le es ordenado/a violar uno de los mandamientos específicos que no debe violar aún a costa de su propia vida, y en una época de apostasía forzada, cuando uno debe desear renunciar a su vida por cualquier mandamiento. La cuestión de si el Kidush Hashem fue relevante durante el Holocausto es importante. La conversión religiosa y otras opciones no afectaron las definiciones racistas de los nazis o la fe del pueblo judío.
En períodos anteriores de persecución en la historia judía, la regla fue que los judíos deberían morir antes de convertirse y abandonar su fe. Sin embargo, durante la era nazi, los rabinos alemanes determinaron ya en 1933 que el hostigamiento a los judíos no debía ser considerado como una demanda de conversión. Según la ideología nazi, la misma existencia física de los judíos – incluso aquéllos que se habían convertido al cristianismo – debía ser aniquilada. Las reglas del Kidush Hashem, por lo tanto, no se podían aplicar, y durante el período del Holocausto los rabinos decretaron que era importante santificar la vida.
Por ejemplo, algunos rabinos permitieron recitar el Kidush – la tradicional bendición judía del vino en el Shabat – sobre té y no sobre vino, ya que no había vino Kasher [preparado de acuerdo a los preceptos del judaísmo]. A veces se permitió la consumición de carne no Kasher, debido al hambre extrema. Los rabinos incluso permitieron a judíos ultra-ortodoxos afeitar sus barbas para no verse expuestos a brutalidades en las calles. Algunos rabinos permitieron a padres ubicar a sus hijos a custodia de gentiles, si esto les daba una mejor oportunidad de sobrevivir. Esto no significa que todos los judíos ortodoxos afeitaron sus barbas o comieron comida no Kasher. La voluntad de adherir a la tradición judía era en sí misma una manera de mantener su fe, a pesar de las dificultades extremas involucradas.
Los médicos en los ghettos
Los médicos en los ghettosLos médicos judíos en los ghettos también se enfrentaron con dilemas formidables. A pesar de que su profesión está dedicada al ideal de salvar vidas, fueron forzados a menudo a tomar decisiones que en el mejor de los casos amenazaban vidas, o incluso causaron pérdidas de vida. La escasez de comida, medicamentos y provisiones dentro del ghetto – causada deliberadamente por los alemanes – condujo a situaciones extremas. Falta de comida y hambre constante fueron causas de enfermedades y éstas combinadas con las condiciones en el ghetto resultaron en la propagación de numerosas enfermedades, a menudo tomando proporciones de epidemias.
La falta de medicación presentaba un dilema constante en los ghettos. Por ejemplo, ¿Qué debería hacer un médico cuando se enfrentaba con escasez de insulina - la medicación para la diabetes? Dr. Abraham Weinreib trabajó en el hospital de Vilna. A principios del invierno de 1942 había escasez de insulina en el ghetto y lo necesitaban 50 pacientes.
Weinreib se debatía sobre si era apropiado determinar criterios para la distribución de la insulina basándose en la condición de los pacientes – su edad, prognosis, rol en la sociedad y demás. Para ayudarlo con esta decisión, llamó a tres médicos más, un abogado miembro del Judenrat (Concejo de judíos ilustres) y un rabino. Uno de los médicos, Dr. Brodsky, y el abogado, Jashonksy, estuvieron de acuerdo con Weinreib que el asunto no debía ser dejado al destino. Los otros dos médicos dejaron la habitación, como protesta contra el “enfoque inhumano de segregación,
“Cuando las provisiones de insulina se terminaron y no había quedado nada para dispensar, y los diabéticos que necesitaban la insulina comenzaron a morir uno a uno sin que tengamos ninguna posibilidad de ayudarlos, las reverberaciones comenzaron a ser escuchadas. Entonces pensé para mí que desde un punto de vista moral, mi decisión había sido la correcta. No sé si había una mejor. El enfoque religioso moral que dice que nadie tiene el derecho o la autoridad de intervenir y decidir “quién vivirá y quién morirá” es totalmente justo y decente en un mundo en el que hay justicia y decencia. Pero en la terrible realidad del ghetto, esta posición aparece más como una visión abstracta, una imagen de otro lugar, que tal vez haya existido alguna vez pero que ha desaparecido y se ha ido, y nunca más volverá, no durante el día y ni siquiera en un sueño, porque incluso nuestros sueños fueron terribles. [...] Con respecto a los que quedaron vivos gracias a la insulina, la mayoría murió un corto tiempo después de la liquidación del ghetto. Fueron extremadamente pocos los que a pesar de su diabetes llegaron al campo y murieron en el campo. [...]
En vista del gran número de personas que murieron en el ghetto y en los campos después de la liquidación del ghetto, la lucha sobre la justicia en el “asunto insulina” parece trivial y tal vez ridículo… Pero no obstante, en esencia, esta lucha envuelve un problema: ¿Cuándo está permitido intervenir? Aún más, ¿cuándo es equivocado prevenir la intervención?”
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- Avraham Weinreib, “The Memoirs of a Doctor in the Vilna Ghetto” (Heb.), Yalkut Moreshet, 27, April 1979, p. 50 [Abraham Weinreb, “Las Memorias de un Médico en el Gueto de Vilna” (en hebreo), Yalkut Moreshet, 27 de april de 1979, página 50]
- Avraham Weinreib, “The Memoirs of a Doctor in the Vilna Ghetto” (Heb.), Yalkut Moreshet, 27, April 1979, pp. 53-54. [Abraham Weinreb, “Las Memorias de un Médico en el Ghetto de Vilna”, en hebreo, Yalkut Moreshet, 27 de abril de 1979, páginas 53-54]
Judenräte: Los Concejos Judíos
Judenräte: Los Concejos JudíosSi los dilemas pudieran ser pesados, aquéllos que enfrentaron los miembros de los Judenräte estaban entre los más pesados. Como hemos explicado en una lección previa, la decisión de nombrar Judenräte estaba incluida en la directiva de Reinhard Heydrich del 21 de septiembre de 1939. Sus instrucciones fueron simples: Estos concejos deberían nombrarse de modo tal que ellos serían los responsables por cumplir todas las órdenes de los alemanes. Leyendo con atención, es obvio que los concejos no tenían real capacidad para negociar con los alemanes. Los alemanes daban órdenes y los Judenräte estaban forzados a cumplirlas.
Cuando las restricciones, las carencias, el hambre y las enfermedades se hicieron peores en los ghettos, los dilemas de los miembros del Judenrat se hicieron cada vez más extremos. Los dirigentes de los Judenräte estaban en la vanguardia de estas situaciones; después de todo, desde el punto de vista de los alemanes, ellos estaban a cargo y todas las demandas fueron hechas directamente a ellos y por medio de ellos.
He aquí algunos ejemplos de dilemas éticos que fueron enfrentados por los líderes de los Judenräte:
1.
La elección de Dr. Eljanan Elkes como jefe de la comunidad judía de Kovno.
Kovno, una ciudad en la Lituania central, fue un centro judío espiritual y cultural importante en Europa oriental. En 1939, había aproximadamente 40.000 judíos en Kovno, constituyendo cerca de un cuarto de la población total de la ciudad. Antes de la ocupación alemana de la ciudad el 24 de junio de 1941, bandas de lituanos se conducían violentamente con los judíos. Después que los alemanes ocuparon Kovno, el asesinato de judíos continuó con los alemanes. Se estima que 10.000 judíos fueron asesinados en junio y julio de 1941, o sea que uno de cada cuatro judíos fue asesinado durante ese período.
Después que los alemanes establecieron una administración civil, dieron a la población judía un mes para mudarse al ghetto recién establecido. Cuando el ghetto fue sellado en agosto de 1941, había 29.760 judíos confinados en él.
El testimonio siguiente presenta un dilema que enfrentó el director del Judenrat desde el comienzo – su elección por la asamblea de judíos. Debe notarse que en Kovno, el asesinato en masa de judíos fue llevado a cabo antes que la población judía fuera aprisionada en el ghetto.
[…] No fue fácil encontrar un candidato apropiado para este puesto inusual. El candidato debería saber cómo encontrar un lenguaje común con los alemanes, y también cómo presentarse ante ellos como el representante del ghetto. Incluso se desde el comienzo estaba claro que la persona elegida sería sólo "Director de los judíos"[…] estaba claro también que debería hacerse todo lo posible para que el hombre elegido pudiera, a pesar de todo, tener cierta autoridad a los ojos de los alemanes, de modo tal que tomaran en consideración lo que él dijera. […] Era también necesario que la persona que estuviera a la cabeza del ghetto debiera ser […] valiente y de carácter fuerte, de modo tal que no sería fácilmente desalentado y que no flexionaría su rodilla cuando tenga que presentarse frente a los alemanes como el mensajero trágico de la comunidad judía […]
Varios candidatos fueron propuestos en la asamblea. […] Después de largas discusiones, Dr. Z. Wolf, el presidente de la asamblea, propuso la candidatura del Dr. E. Elkes, un famoso médico de la ciudad de Kovno. La propuesta fue aceptada inmediatamente por toda la asamblea, y con gran entusiasmo. Pero el Dr. Elkes rehusó aceptar este nombramiento. […]
En un discurso expuesto por un rabino en la asamblea, el siguiente argumento fue presentado:"Qué terrible es nuestra posición, que no estamos ofreciendo el reverenciado Dr. Elkes la respetada posición de líder de la Comunidad Judía de Kovno, sino el vergonzoso y humillante de jefe de los judíos, que nos representará frente a los alemanes. Pero por favor comprenda, estimado y dilecto Dr. Elkes, que sólo para los asesinos nazis será usted el jefe de los judíos, a nuestros ojos usted será el líder de la comunidad, elegido en nuestra hora más trágica, cuando la sangre fluye de todos nosotros y la espada del asesino está suspendida sobre nuestras cabezas. Ha caído en su suerte aceptar obligaciones de una dificultad sin igual, pero al mismo tiempo, es también un gran privilegio y un acto de caridad, y usted no tiene el derecho de escapar de ello. ¡Póngase a nuestro frente, defiéndanos, usted estará con nosotros y nosotros estaremos con usted, hasta que lleguemos al gran día de la salvación!" Cuando el rabino terminó su discurso, lloró, y toda la asamblea vertió lágrimas amargas junto con él. Dr. Elkes permaneció de pie, pálido y callado. Todos podían ver lo que estaba sucediendo en la profundidad de su alma y todos sintieron que en esos momentos trágicos, Dr. Elkes entendió que era su deber hacer el gran sacrificio que un cruel destino le había impuesto. Una sensación de alivio descendió sobre todos, y un rayo de secreta esperanza brilló en los corazones destrozados de todos los que estaban presentes....
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2.
Adam Czerniakow, el líder del Judenrat en el Ghetto de Varsovia, recibe la orden de organizar las deportaciones diarias de miles de judíos a un destino desconocido en el este.
Como Czerniakow escribe en su diario:
22 de julio, 1940 [1942]
En la comunidad, a las 7:30 de la mañana. Las fronteras del pequeño ghetto están custodiadas por una unidad especial, además de la usual....
A las 10 Sturmbannfuehrer [Mayor] Hoefle apareció con su gente. Desconectaron las líneas de teléfono. Los niños fueron sacados del pequeño parque que está enfrente.
Se nos anunció que los judíos, sin diferencia de sexo o edad, fuera de algunas excepciones, serían deportados al este. Seis mil almas debían ser suministradas hasta las 4 de la tarde de hoy. Y esto (por lo menos) es como sería cada día....Sturmbannfuehrer Hoefle (el comandante a cargo de la deportación) me llamó a su oficina y me informó que mi esposa estaba libre por el momento, pero si la deportación fallaba, ella sería la primera en ser fusilada como rehén.
Ésta es la última entrada en el diario. El día siguiente, Czerniakow se suicidó.
Note los signos de inminente tragedia presentes en el diario: una unidad de guardia especial en los portales, niños expulsados del parque, líneas de teléfono desconectadas y la amenaza a la vida de su mujer. Note también el error en la fecha en la entrada original. La fecha correcta es conocida por la previa, dos días antes. Este error puede ser aparentemente atribuido también a la atmósfera terrorífica.
Czerniakow comprendió de pronto que una nueva fase de la política nazi anti-judía era inminente y que él sería la persona responsable de facilitar la deportación ordenada hacia el este. En esta coyuntura, el dilema que enfrentó fue acatar las órdenes de los alemanes o rehusarse a obedecer, debido a renuencia a seleccionar judíos y supervisar las deportaciones. Como comprendió la magnitud del horror inminente, hizo la elección más trágica – el suicidio.
3.
Mordejai Jaim Rumkowski, el líder del Judenrat de Lodz.
El siguiente texto presenta la reacción de Rumkowski a la orden alemana de 1942 para la deportación de 20.000 personas del ghetto de Lodz en septiembre. La deportación debía estar compuesta por personas enfermas, niños, ancianos y aquéllos que no estaban trabajando en los resortes [talleres de trabajo]. Rumkowski, rigiéndose por su concepto de trabajo como medio de supervivencia (ver Clase 1), toma la decisión fatal de deportar niños de menos de 10 años. Antes de esta deportación, ha tenido éxito en la salvación de niños de más de 10 años y ha intentado excluir niños de entre 9 y 10 años. Rumkowski decidió incluir los niños ya que consideraba al trabajo en el ghetto como un medio de evitar la deportación hacia la muerte, y no solamente como un camino para sobreponerse al hambre y las enfermedades, como lo había hecho en el primer período del ghetto. Convocó a todo el ghetto en un campo abierto y les habló. Este evento, llamado la Acción de los Niños o Sperre [Barrera], es una manifestación extrema de los dilemas a los que los líderes del Judenrat se enfrentaban.
Los siguientes son trozos del discurso de Rumkowski, el 4 de septiembre de 1942:
[...] Un fuerte golpe ha sido atestado al ghetto. Ellos demandan los más preciado de él – niños y ancianos. […] Nunca imaginé que mis propias manos se verían forzadas a hacer este sacrificio en el altar. A mi edad avanzada, me veo obligado a extender mis manos y suplicar: "Hermanos y hermanas, ¡dádmelos! – Padres y madres, dadme vuestros hijos..." (Un amargo llanto convulsiona a la concurrencia reunida) [...]
Ayer, en el transcurso del día, me ha sido dado la orden de enviar a más de 20.000 judíos del ghetto, y si no lo hiciera – "Lo haremos nosotros mismos." Surgió la pregunta: "¿Deberíamos haber aceptado y hacerlo nosotros mismos, o dejarlo a otros?" Pero como hemos sido guiados no por el pensamiento de: "¿Cuántos se perderán?" sino de "¿Cuántos pueden ser salvados?" llegamos a la conclusión – aquéllos que están más cercanos a mí en el trabajo, esto es, y yo mismo – que no obstante cuán difícil esto será, debemos hacernos cargo nosotros mismos de llevar a cabo este decreto. Yo debo ejecutar esta operación difícil y sangrienta, ¡debo cortar miembros para salvar el cuerpo! Debo quitar niños, y si yo no lo hago, otros serán quitados también, Dios no lo permita [...] (terribles lamentos).
Hoy no puedo proporcionaros consuelo. Ni he venido hoy a calmaros, sino a revelar todo vuestro dolor y vuestra aflicción. He venido como un ladrón, a llevarme de vosotros lo que es más amado por vuestro corazón. He tratado todo lo que sé para que la amarga sentencia sea cancelada. Cuando no pudo ser cancelada, traté de amenguar la sentencia. Sólo ayer, he ordenado el registro de niños de nueve años. He querido al menos salvar un año – los niños de nueve a diez. Pero ellos no han sido flexibles. He tenido éxito con una cosa – salvar a los niños de más de diez años. Que éste sea nuestro consuelo en nuestra gran pena.
Hay muchas personas en este ghetto que sufren de tuberculosis, cuyos días o tal vez semanas están contados. No lo sé, tal vez este es un plan satánico, y tal vez no, pero no puedo dejar de proponerlo: "Dadme esas personas enfermas, y tal vez será posible salvar a los sanos en su lugar." Yo sé qué tan precioso es cada uno de los enfermos en su hogar, y particularmente entre judíos. Pero en tiempo de tales decretos, uno debe pesar y medir quién debería ser salvado, quién puede ser salvado y quién podría ser salvado.El sentido común nos exige saber que aquéllos que deben ser salvados los que pueden ser salvados y los que tienen una posibilidad de ser salvados y no aquéllos a los que no hay posibilidad de salvar en ningún caso [....]
Note cómo Rumkowski pide a los habitantes del ghetto darle a él los niños. A pesar de que no se hace ilusiones con respecto a su destino, él acepta la responsabilidad de pedir personalmente los niños, los ancianos y los enfermos.
El ghetto de Lodz fue el último ghetto liquidado por los alemanes, en agosto de 1944. Los habitantes fueron transportados a Auschwitz y muchos fueron asesinados allí - Rumkowski estaba entre ellos. Su idea – que fue compartida por otros líderes de Judenrat – de trabajar como medio de supervivencia, al menos para aquéllos que eran capaces de trabajar para el esfuerzo de guerra alemán, resultó errónea. Dentro de las circunstancias de la “Solución Final” todos los judíos fueron destinados al asesinato, y el discurso citado arriba manifiesta qué tan imposible fue medir la profundidad de la realidad del tiempo y qué tan trágicos fueron realmente los dilemas de los Judenräte.
Lectura recomendada:
Gutman, Holocausto y Memoria, Cap. 7, "Los Judenräte: El liderazgo judío en la trampa de la ocupación nazi", pp. 123-142
- Leib Garfunkel, The Destruction of Jewish Kovno (Heb.), Yad Vashem, Jerusalem, 1959, pp. 47-48. [Leib Garfunkel, La Destrucción de Kovno Judía (en hebreo), Yad Vashem Jerusalén, 1959, páginas 47-48]
- Adam Czerniakow, Warsaw Ghetto Diary – September 6, 1939-July 22, 1942, (Heb.), Yad Vashem, Jerusalem 1959, pp. 325-327.) [Adam Czerniakow, El Diario del Ghetto de Varsovia – 6 de septiembre, 1939- 22 de julio de 1942, (en hebreo) Yad Vashem, Jerusalén, 1959, páginas 325-327]
- Yitzhak Arad, Israel Gutman, Abraham Margaliot (eds.), Documents on the Holocaust, Yad Vashem, Jerusalem, 1981, pp. 283-284.) [Itzjak Arad, Israel Gutman, Abraham Margaliot editores, Documentos sobre el Holocausto, Yad Vashem, Jerusalén, 1981, páginas 283-284].