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Clase 9: “Era un mundo totalmente normal y completamente insano”

La vida en un Mundo de Muerte, tal como se refleja en los diarios escritos en los ghettos

Aviva Unger

Aviva Unger nació en Varsovia en 1928 y creció en el seno de una familia burguesa de clase media. Aviva y su familia fueron encerrados en el gueto de Varsovia. Su familia fue asesinada durante el Holocausto. Aviva sobrevivió y luego de la guerra dejó Europa para vivir en Israel.

  • Introducción
  • El Diario de Theresienstadt de Egon Redlich
  • El Diario de Elisheva Binder de Stanislawow
  • El Diario de Emmanuel Ringelblum de Varsovia
  1. Mary Berg, Warsaw Ghetto: A Diary [El ghetto de Varsovia: un diario], L.B. Fischer, Nueva York, 1945, p. 51.
  2. Ibid.
  3. Ibid, p. 53.
  4. The Terezin Diary of Gonda Redlich [El Diario de Gonda Redlich en Terezin], The University Press of Kentucky, 1992, pp. 2-3.
  5. Ibid, p. 71.
  6. Ibid, p. 77.
  7. Ibid, pp. 83-84.
  8. Ibid, 72.
  9. Ibid, p. 144.
  10. Ibid, p. 155.
  11. Ibid, p. 156.
  12. Ibid, p. 157.
  13. Ibid, p. 161.
  14. Elisheva Binder’s Diary (Hebreo), Accord of Pain and Hope – Curso de capacitación de docentes por Internet, Yad Vashem, Jerusalem, 2001.
  15. Elisheva Binder’s Diary.[El diario de Elisheva Binder]. Archivos de Yad Vashem, M49P/267
  16. Ibid.
  17. Ibid.
  18. Ibid.
  19. Ibid.
  20. Ibid.
  21. Ibid.
  22. Ibid.
  23. Ibid.
  24. Ibid.
  25. Emmanuel Ringelblum, Diary and Notes from the Warsaw Ghetto: September 1939-December 1942, [Diario y notas del ghetto de Varsovia: Septiembre 1939-Diciembre 1942] Vol. I, Yad Vashem y Ghetto Fighters’ House, Jerusalén, 1992, p. xi.
  26. Ibid., p. xi.
  27. Ibid. pp. 313-314.
  28. Ibid., pp. 324.
  29. Ibid., pp. 335-336.
  30. Ibid., 228.
  31. Ibid., 232.
  32. Ibid., p. 204.
  33. Ibid., 248, 250.
  34. Ibid., p. 376.
  35. Ibid., p. 330.

Introducción

25 de febrero de 1941

“Durante los últimos tres días he estado asistiendo a un curso de artes gráficas. La atmósfera es agradable.”1

Mary Berg escribía esto en su diario. Una expresión aparentemente de rutina, producto de la pluma de una chica joven en el comienzo de su vida.

El 25 de febrero de 1941, ella escribía también lo siguiente:

“Me siento como si cada día estuviera visitando otro mundo, por unas pocas horas, un mundo apartado de la vida fantasmagórica del ghetto.”2

Mary Berg, era una muchacha de dieciséis años que vivía en el ghetto de Varsovia. El curso en el que ella participaba fue organizado por el Judenrat bajo las órdenes de los nazis. Como todo el resto de la gente que vivía en el ghetto, ella intentaba vivir su vida llenándola con aspectos de una rutina aparentemente “normal”.

Sin embargo, durante este curso sobre el Holocausto, en el cual se examinan numerosos aspectos de la experiencia del ghetto, aprendemos que la experiencia de la vida en el ghetto estaba muy lejos de la “rutina.” Las características centrales de esta realidad eran su arbitrariedad, y la presencia, constante y extremadamente dominante, de la muerte.

Mary Berg vivía en el ghetto de Varsovia, donde la gran mayoría de los habitantes sufría por la falta de alimento y la lucha cotidiana por la supervivencia. Cada mes morían miles por el hambre y las enfermedades. De la población estimada de 460,000 personas que pasaron por el ghetto, más de 80,000 murieron antes de la primera de las deportaciones en gran escala hacia Treblinka – es decir, durante un período de veinte meses. ¿Cómo vive una persona en un mundo tan impregnado de muerte?

Mary Berg estudió artes gráficas, y en sus estudios halló un escape. Sin embargo, el 28 de Febrero de 1941, escribe:

“Recientemente hemos estado dibujando muchos retratos, nuestro tema favorito es ‘miseria.’ Modelos para esto no nos faltan. Están de pie formando fila para ganar unas pocas monedas por posar para nosotros. […] Ayer, nuestra modelo era una niña de once años de hermosos ojos negros. Todo el tiempo, mientras estábamos trabajando, la niña temblaba de fiebre, y se nos hacía difícil dibujarla.“

La terrible realidad de la vida en el ghetto penetró en la rutina de estudio de Mary, la estructura de su vida rutinaria se vio entrelazada con la realidad de privaciones y de muerte.

En esta clase vamos a explorar la vida a la sombra de la muerte, tal como se vio en tres de los ghettos. Hemos elegido presentar extractos de diarios escritos durante el período, que abren una ventana hacia la vida cotidiana de los judíos. Asimismo, en esta clase los diarios se destacan como fuentes de máxima importancia; sin embargo, examinaremos también el fenómeno de la redacción de diarios personales como parte de la afirmación de la propia vida: ¿Qué es lo que lleva a una persona a sentarse cada día y escribir, cuando su vida se está deteriorando, desmoronando?

El diario de Egon Redlich en Theresienstadt (Terezín)

Egon Redlich nació el 18 de octubre de 1916 en Olomouc, en el pasado ciudad capital de Moravia, que era parte del imperio Austro-Húngaro. Asistía a una escuela checa, pero cerca de la fecha de su bar mitzvah (la edad de trece años, cuando un chico judío asume sus obligaciones religiosas), desarrolló una mayor conciencia de su identidad judía y se unió al movimiento juvenil de Jóvenes Sionistas Macabi

Al estallar la guerra, Redlich formaba parte de la conducción del movimiento, y en 1939, se abrió en Praga una escuela de Aliá [emigración hacia Israel] Juvenil, donde él se desempeñó como subdirector, enseñando Hebreo e Historia Judía. Al establecerse el ghetto de Theresienstadt, Jakob Edelstein, que encabezó el Judenrat, eligió a Redlich para llevar a cabo lo que evidentemente era una tarea extremadamente compleja – crear condiciones de vida razonables para los miles de niños que serían enviados al ghetto (para mayores detalles sobre Theresienstadt, ver la  clase 7). La primera casa para niños se abrió en febrero de 1942. Redlich se las arregló para reclutar un equipo de educadores y otros profesionales para trabajar con él, maestros de jardín de infantes, profesores, asistentes para huérfanos, psicólogos, supervisores de educación, pediatras y especialmente consejeros de los movimientos juveniles. Esta fue la sólida estructura sobre la que se fundó el “Departamento para la atención de la juventud”.

Desde el 24 de noviembre de 1941 hasta el 5 de mayo de 1945, aproximadamente 155,650 judíos fueron deportados a Theresienstadt. Como resultado de las condiciones – superpoblación, falta de condiciones sanitarias y malnutrición – las enfermedades se difundieron con rapidez por el ghetto, incluyendo las epidemias, que costaron unas 34,000 vidas. Además, 87,000 personas fueron deportadas a campos de exterminio. En otras palabras, la muerte en el ghetto de Theresienstadt adoptaba principalmente dos formas: la muerte debido a las terribles condiciones de vida, y las deportaciones semanales hacia los campos de exterminio del este.

El impulso de escribir

3 de enero de 1942. Shabat:

“Por todo esto, no hay más que un solo objetivo: informar algún día a Beczulkah lo que yo soy incapaz de escribirle, cómo he vivido y qué es lo que me ha sucedido aquí”4

“Mi queridísima. No la he visto durante nueve meses. Pero está tal cual era. […] Mi queridísima, mi queridísima, estoy feliz, si Dios quiere, estaremos juntos, felices y juntos.”5

En apariencia, había desaparecido su motivación más importante para escribir, pero sin embargo Egon continuó escribiendo. ¿Por qué? “Gonda, que era esencialmente reservado,” escribe Willy Groag en su introducción al diario de Redlich, “prefería la escritura, los largos silencios, y la lectura del periódico en presencia de amigos, a la conversación. Escribir era una forma de escapar del hoy y preparar el montaje del escenario para las generaciones venideras.” Egon continuó llenando su diario con sentimientos, interrogantes, confesiones y desafíos con los que se enfrentaba en el contexto de su trabajo en el ghetto, las alegrías y las dificultades que se le presentaban en las relaciones con su amada, historias trágicas de la vida del ghetto, y reflexiones existenciales.

La vida tal como se refleja en el diario de Egon Redlich

Cuando se estableció el ghetto de Theresienstadt, Egon Redlich era un hombre joven de veintiséis años, a punto de casarse. Era un sionista entusiasta, y prestó servicios en el concejo judío. Era natural que estos asuntos estuvieran entre los temas a los que se refería en su diario. Hemos elegido algunos de ellos para su presentación.

  • Educación
    Al tiempo que los nazis estaban tramando la exterminación de los judíos de Europa, el concejo judío alimentaba la esperanza de que, obedeciendo las órdenes de los nazis, y maniobrando con inteligencia, podrían salvar por lo menos el núcleo de la comunidad judía. Los miembros del concejo judío veían en los niños y los jóvenes este núcleo, y por lo tanto la esperanza de supervivencia del pueblo judío, y sobre la base de este enfoque, canalizaron sus mejores recursos para el cuidado de los niños del ghetto. En consecuencia, el tema de la educación ocupaba un lugar principal entre todos los asuntos que Egon Redlich tocaba en su diario. Redlich discute sus dudas y recelos, y los debates que rodearon el tema de la educación en el ghetto:

    10 de octubre de 1942
    “Estamos tratando de crear un currículo para la educación judía. Queremos llevar a cabo las plegarias matinales con los niños pequeños. Y vean ustedes – ellos dicen que es reaccionario, anacrónico, y Dios sabe que más. Ellos no entienden que “Shema Isroel”* no tiene que ser una expresión de fe religiosa sino que también puede ser una expresión de fe nacional. El debate sobre este tema es a veces muy duro.”6

    * El Shemá es una declaración de fe, un juramento de fidelidad a un solo Dios, una de las plegarias centrales de la religión judía.

    Una semana más tarde, Redlich informa acerca del establecimiento del primer jardín de infantes hebreo en el ghetto. “Ya tenemos suficientes niños registrados,” relata.

  • Sionismo – Ideología y Política
    A mediados de noviembre, Redlich se concentró en la política sionista y en pensamientos acerca de una vida futura en la tierra de Eretz Israel:

    12 de noviembre de 1942
    “Hablamos hoy con javerim [camaradas] acerca de nuestra relación con la vida comunal. Las cuestiones difíciles son, en síntesis: en primer lugar, nuestra relación con el trabajo físico; en segundo, la relación de nuestras esposas con la vida comunitaria. Para las mujeres, la vida comunal es más dura. A cada mujer le gusta controlar algo de propiedad privada, y no justamente en el sentido negativo. Las mujeres desean influir en cada pequeño detalle. Ellas desean cocinar, arreglar sus apartamentos, etc. Otra cosa importante para ellas es la educación de los niños. La impresión que el encuentro del Jalutz [futuro pionero sionista en la tierra de Israel] produjo en la gente no fue buena. Realmente no fue buena."7

  • El casamiento y una familia:

    22 de septiembre de 1942
    “El día de la boda. La boda fue simple y agradable. Solamente mi padre, mi suegra, y mi cuñado, con mi cuñada y una vieja tía. Bodas en el ghetto, bodas interesantes."8

    Egon menciona la boda con su amada en tan sólo dos líneas. En su entrada del día siguiente, analiza la designación de un nuevo jefe para la Policía judía del ghetto. A partir de este punto y en adelante, mencionará su vida matrimonial con poca frecuencia, y el tema ocupará una parte relativamente pequeña de sus escritos, que están fundamentalmente dedicados a discusiones de los problemas del ghetto, a las historias trágicas de diversas personas de su población, y a temas de moralidad y educación.

    Sin embargo, el 16 de marzo de 1944, Egon se transforma en padre. Sus escritos tienen ahora otro objetivo:

    16 de marzo de 1944
    “Ha nacido mi hijo. Que Dios lo bendiga y lo proteja. Quiero darle a mi querido hijo un diario, y en él escribir su historia."9

    Egon continúa escribiendo su diario (hasta el 2 de Agosto de 1944) y al mismo  tiempo comienza a escribir otro diario para su hijo, Dan, para que éste lo leyera al crecer.

    En el primer diario, los elementos de la vida normal van ocupando una proporción cada vez menor de las entradas, y la realidad del ghetto se va transformando en el tema dominante. En el diario de Dan, encontramos el dramático contraste de la vida, incluyendo el crecimiento de un niño, los momentos de alegría vinculados a su desarrollo y otros factores, con la realidad de la muerte

    13 de abril de 1944
    “Las madres salen juntas a caminar. Charlan unas con otras, compartiendo preocupaciones, si sus niños beben, crecen, etc. […] Ayer, alcanzaste el peso de tres kilos. Tu madre estaba contenta como un niño pequeño. […] Hoy, salimos contigo por primera vez. Tenemos un lindo cochecito para bebé, un producto del ghetto. Habitualmente, la calidad de la mano de obra en el ghetto es de segunda categoría, pero este cochecito para bebé es muy lindo. Lo hicieron dos hombres jóvenes, parientes de tu madre. Está hecho de madera, es ligero como una pluma, con resortes.

    Atardeceres brillantes. En la plaza de la ciudad, toca la orquesta judía. Una orquesta judía, como si no se estuviera peleando una guerra dura y llena de sangre, una guerra de supervivencia. Nuestros enemigos tienen nuevas tácticas – la llamativa construcción de la “Potemkin Village”, la ciudad falsa. ”10

    11 de mayo de 1944
    “El sol está brillando y la orquesta toca. Ellos han hecho revocar los frentes de las casas, el mejoramiento de la ciudad. Stadtverschonerung (“actividad de embellecimiento ") – alguien en Berlín decidió que siete mil quinientos judíos sean enviados al Este; así habrá suficiente espacio para la Stadtverschonerung.11

    * Con respecto al programa de embellecimiento ver clase 7.

    2 de junio de 1944
    “Una semana: para ti significa que tu peso ha aumentado en unos pocos gramos. Una semana: siete mil quinientos judíos han dejado el ghetto para ir hacia algún lugar desconocido, para encontrarse con un destino incierto.”12

    El diario concluye el 9 de septiembre de 1944 – la noche antes de que la familia fuera enviada en un transporte hacia Auschwitz-Birkenau – con las palabras:

    “Mañana partimos, también, hijo mío. Esperemos que la hora de nuestra redención esté cerca.”13

    Egon Redlich, su esposa Luba y su hijo Dan fueron asesinados en Auschwitz. Egon murió el 23 de octubre de 1944, tan sólo cinco días antes de cumplir treinta y dos años.

El diario de Elisheva Binder de Stanislawow

Elisheva Binder, una joven mujer de veintiún años, nos dejó un diario escrito en un cuaderno escolar. En su diario, Elisheva describe su vida en el Ghetto de Stanislawow (ver la clase 6). El diario comienza el 23 de diciembre de 1941, y termina el 18 de julio de 1942, cuando el diario es interrumpido en la mitad de una oración. Se supone que ésa es la fecha de su muerte. En esa fecha se llevó a cabo en el ghetto una masacre en la que fueron asesinados aproximadamente mil judíos.

Los alemanes llegaron a Stanislawow en agosto de 1941, estableciendo de inmediato un Judenrat en la ciudad. Dos meses más tarde, el 12 de octubre, masacraron un tercio de la comunidad judía durante la infame Aktion de Hoshaná Rabá (una festividad judía). Un mes y medio después, establecieron el ghetto de Stanislawow, en el cual las abominables condiciones incluían una escasez crónica de alimentos, medicinas, ropa y combustible para la calefacción. Para esta época, la muerte entre los judíos en Stanislawow era una consecuencia de las Aktions y de las condiciones de vida. A diferencia de Theresienstadt, donde los judíos vivían en un estado de oscuridad e incertidumbre con respecto al destino de aquellos que habían sido deportados, en Stanislawow había muy pocas dudas acerca de lo que les esperaba a aquellos que habían sido llevados del ghetto. El ghetto había sido establecido como parte de un proceso de asesinato que tenía muchos testigos entre los residentes de la ciudad.

La pulsión de escribir

Durante los primeros días de su escritura, Elisheva describe sus dificultades con las relaciones dentro de su familia:

27 de diciembre de 1941
“Me pregunto si yo no debiera haber escrito esto, por ti. Prefiero no pensar en lo que habría sucedido si encontraban esto entre mis cosas. Por otra parte, me encuentro tan sola. Están sucediendo cosas tan pesadas en el escenario de la historia, y una conversación semanal con Zyhawa no es suficiente para mí. Yo necesito una auto exposición más frecuente y… más sinceridad.” 14

La escritura del diario comenzó como una expresión de la necesidad de sacar a la luz sentimientos y pensamientos, y de la comprensión de que “están sucediendo cosas tan pesadas en el escenario de la historia” que vale la pena que sean documentadas y clarificadas. Sin embargo, en medio del diario, aparece una escritura diferente. Parece que Elisheva hubiera invitado a un amigo que sobrevivió a la masacre de Hoshaná Rabá de octubre de 1941 a escribir en su cuaderno. El diario parece haberse convertido en un documento histórico para el futuro, una última voluntad y testamento, a pesar de sus dudas acerca de que sus escritos pudieran sobrevivir a su muerte.
Los que sigue es extracto de esa parte del diario:

En ese domingo bien conocido, el 12 de octubre de 1941, yo estaba de pie en una zanja con mi hermana Bronka. Hasta el último minuto permanecí calmada. Yo no quería aceptar el pensamiento de mi muerte inmediata. Pasaba continuamente de una idea a otra, pensando en cada camino que pudiera salvar mi vida. Todo a mi alrededor estaba condenado a muerte. Frente a mí, cientos iban cayendo sobre la tumba abierta al recibir los disparos. A mis espaldas había un apretado grupo de gente, sangrante y sofocado por la tortura. Cerca de mí había gente yaciendo. Ellos trataban de actuar como si estuvieran muertos, y entonces ocurrió. Un policía ucraniano los apaleó: Se paró sobre sus estómagos y los pateó hasta que sus órganos internos sobresalieron. Mientras tanto yo permanecía dura, no lloré, no perdí la cabeza. Mi cara estaba muy enrojecida, porque me habían arrancado mi abrigo y mi suéter. Me moví libremente, ligeramente, retirándome permanentemente hacia atrás tratando de ganar tiempo. Me acerque a los alemanes y les pedí por nuestras vidas, pidiéndoles que nos llevaran hacia algún campo de trabajo, para que pudiéramos vivir.
Vi mi vida joven, carente de sol y de felicidad, y sentí furia y desamparo ante esta injusticia. Ahora, cuando estoy en la etapa de mi juventud, la etapa que le es dada a la gente tan sólo una vez, y por un tiempo breve, estoy a punto de morir, sin haber experimentado nada bueno en la vida. ¿Por qué? ¿Es un pecado que yo haya nacido de una madre judía? ¿Es que yo le he hecho algún daño irreparable a alguien? ¿Por qué es alguien cualquiera igual a mí, a quién veo ahora por primera vez, un enemigo mortal que tiene el derecho de eliminar la vida de cientos y miles de seres humanos? Son ingenuas las personas que creen en Dios y esperan de él respuestas y justicia. En cuanto a mí, yo veo la cultura y la barbarie del siglo 20 expresada en esos actos.15

El diario original se conserva en el Instituto Histórico Judío de Varsovia – Zydowski Instytut Historyczny – 302.267

La vida tal como se refleja en el diario de Elisheva

Elisheva Binder, Una joven mujer que comenzaba a vivir, vivió los horrores del ghetto. Sin embargo, su vida y su mundo interior, que se centraban más que nada en la muerte constante y en las privaciones, contenían también elementos típicos de una mujer joven de su edad.

  • Actividad Social

    28 de diciembre de 1941
    “Hoy Vardinka y Hulda estuvieron aquí. Directamente desde el comienzo, me saludaron con gritos y risas. Todo el tiempo competían una con otra en contar historias y relatar chismes de su pequeño círculo. Se encontraron en lo de Matilda con Siomka y Olia. La estaban pasando bien. Yo también sentí una vivificante brisa de humor y anécdotas acerca de todo”16

    El párrafo siguiente nos devuelve a la realidad dentro de la cual se había llevado a cabo ese encuentro social:

    “Pero… Matilda ha perdido a sus padres, Siomka ha perdido a su mejor y más querida hermana y a toda la familia de la hermana… Hulda ha perdido a su abuela y a sobrinos y sobrinas, y después de todo, yo estoy bien al tanto de la situación financiera de Vardinka.
    [...] Es suficiente una palabra osada, e inmediatamente aparecen los remordimientos de conciencia. Una fracción de segundo es suficiente para olvidarme de mí misma, de tararear, de silbar, e inmediatamente veo una procesión de todos aquellos que hasta ahora fueron mis amigos y que nunca más estarán junto a nosotros y que nunca llegaron a estar tristes junto a nosotros. Al día de hoy, soy incapaz de conversar con Charlotka sin ver sus ojos llenos de lágrimas y sin un dolor terrible perforando mi corazón. Soy incapaz de llorar, nunca más.”16

  • La imagen de uno mismo

    Como muchas otras mujeres jóvenes de su edad, Elisheva también está preocupada con su apariencia al igual que con los aspectos interiores de su personalidad:

    31 de diciembre de 1941
    “La vida me ha mostrado una cara que en principio no produce ninguna impresión sobresaliente, y una deformación atrás que impresiona aún mucho menos. Estos elementos que acabo de mencionar me han vuelto súpersensible, débil y sarcástica. [...]Pero por otra parte, eso no significa que yo me vea a mí misma como un fenómeno anormal de la naturaleza. Yo sé que tengo cierto número de buenas cualidades que hacen que yo tenga siempre por lo menos un amigo hombre y una amiga mujer”18

    Sin embargo, en el caso de Elisheva, la muerte también entró en escena:

    “[...] Hasta ahora todas las muchachas judías tienen las mismas oportunidades; ningún arresto, ni muerte, tuvo en cuenta las cualidades externas. Así fue como muchas personas de mi edad, aquellas mejor equipadas por la naturaleza, han marchado hacia su muerte.”19

    Este tejido de la vida, en el cual la vida “normal” de una mujer joven que se preocupa por su aspecto y por su vida social está entretejida con una realidad muy anormal donde manda la muerte, no es tan evidente para Elisheva:

    3 de enero de 1942
    “Habitualmente los anocheceres son lo peor; a las siete, con la orden de apagar todas las luces, toda la familia se va a la cama. Sólo yo gasto una vela leyendo o escribiendo. Finalmente, entro a mi dormitorio helado para ir a mi cama calentada por la luna, y allí tengo una oportunidad de reflexionar, por lo común acerca de mi vida actual. ¿Vida? Es muy dudoso si cabe llamarla vida. ¿Vegetación? No, eso tampoco. Después de todo, puedo pensar, sentir. Y todo dentro de mí es un acuerdo, una armonía entre dolor y esperanza.”20

    Elisheva se pregunta si lo que ella está experimentando está de acuerdo con la definición de vida. Especula en forma ambivalente sobre cómo definir su estado de ser. Lo que a ella le queda claro es que se está aferrando a la pasión por la vida:

    3 de enero de 1942
    “Cuando escucho desde mi calle, por la que tengo prohibido caminar, el sonido de las campanas de un trineo que pasa, mi personalidad entera, mi ser, le gritan a la luna llena, a la nieve, a la calle.
    Cuando pienso que tantas de mis jóvenes amigas no volverán a ver ni a sentir esto nunca más, a pesar de todo, se despiertan en mi la rebelión y el deseo de vida. ¡Sí! Yo quiero vivir. Quiero comer bien. La manteca es un cuento de hadas para mí. [...]Yo quiero estimulación intelectual, [...] y finalmente, yo quiero amar y ser amada. Esa es la ley de la naturaleza. Es triste, pero saludable, que cerca de las tumbas frescas de aquellos de mi edad, yo sueñe con cosas que quizás sean tan superficiales.”21

  • Amor

    Elisheva piensa muchas veces acerca de un joven que la dejó:
    7 de enero de 1942

    “Había una vez una muchacha fea, con un corazón inocente y cálido y un alma soñadora. Había una vez un muchacho bien parecido con un corazón dormido y un alma fría y vulgar. [...] ¡Y se enamoraron! [...] A veces él le repetía: ‘Yo te amo. Me siento atraído hacia ti como una mosca a la miel, agito mis alas pero no me puedo liberar.’ [...]
    Y un día, sin ninguna razón [...] él le dio la espalda y la dejó. ”22

    En la misma entrada, ella habla de su amor frustrado, y describe la siguiente experiencia:

    “Un día, cuando ellos arrestaron a la clase culta y los intelectuales, en mi camino de regreso de lo de Tzippi, vi un camión lleno de paquetes atados. Debe haber pasado un buen número de paquetes ante mí antes de que me diera cuenta de que estos paquetes eran… seres humanos. Como un borracho tambaleante, llegué hasta nuestro patio, donde estallé en un llanto de desahogo. [...] Fue una visión que nunca olvidaré, y mis primeras lágrimas fueron por mí y por mi desdichada madre.”23

    En su entrada del 12 de enero de 1942, Elisheva presenta el extremo más radical:

    “Tres meses pasaron desde aquel lunes 12 de octubre de 1941. Tres meses desde el terrible pogromo. ¡No! Desde la terrible masacre que tuvo lugar en nuestra ciudad. Hace tres meses, la familia Gepirstein todavía existía. Tzivyeke todavía era feliz con sus padres; Matilda todavía tenía padres; Siomke una hermana y su familia; Zhihava un gran número de parientes, y sobrinos y sobrinas; Gusta todavía tenía un padre y yo – yo todavía tenía muchos más amigos y conocidos. [...] Ahora la ciudad es 12,000 judíos más pobre y la vida continúa. Piatzki dice: ‘La vida no vale la pena. Empieza y termina.’ ¡Qué tontería! Sobre eso se asienta la magia de la vida, cuando ante tí se presenta semejante temor a la muerte. Y el lugar para el descanso final compartido. No puedo escribir acerca de esto hoy, ha cobrado vida dentro de mí de un modo demasiado doloroso y tangible.”24

El diario de Emmanuel Ringelblum de Varsovia

Emmanuel Ringelblum nació en 1900 en Buczacz, en Galitzia oriental. En 1919, llegó a Varsovia para estudiar, y en 1927 la Universidad de Varsovia autorizó su doctorado en “La historia de los judíos de Varsovia durante la Edad Media.”
En un artículo escrito en septiembre de 1939, Ringelblum señala que ha recibido más de 100 llamadas telefónicas en las que le preguntan una y otra vez, “¿Te vas?” La gente preguntaba cómo iba Ringelblum a escapar de Varsovia después de la invasión de Alemania a Polonia.

El historiador Arthur Eisenbach, pariente y amigo de Ringelblum, relata:

“…Yo sabía muy bien que Ringelblum tenía una oportunidad para huir de Varsovia, tanto en los primeros días de la guerra como después del final del sitio. [...] Yo traté de convencerlo y de tentarlo para irnos juntos [...]”25

Dice el historiador Israel Gutman en su introducción a los escritos de Ringelblum:

“Resulta difícil saber que es lo que detuvo a Ringelblum y porque se rehusó a hacer caso de la presión y a la persuasión de sus amigos y parientes; basado en la experiencia de Zbaszyn, él era capaz de teorizar, mejor que otros, un poco de lo que cabía esperar bajo la ocupación alemana. ¿Y quizás fue este mismo conocimiento el que lo hizo quedarse? En todo caso, el comportamiento de Emmanuel Ringelblum durante la guerra, su trabajo infatigable, las iniciativas que tomó y los peligros que asumió – todo ello comprueba, de acuerdo con aquellos que realmente lo vieron durante aquella época, que él actuó movido por un sentido de misión y de deber.”26

El duro trabajo y las vastas iniciativas de Ringelblum se hicieron evidentes en dos áreas en los períodos que precedieron al establecimiento del ghetto, detrás de sus muros y en los escondites del lado polaco de Varsovia. La primera era el área de la organización y la autoayuda social (ver más sobre este tema en la  clase 4). La segunda era la formación del archivo Oneg Shabat. Esta empresa representa el logro más importante y destacable de Ringelblum. El archivo era más bien un instituto histórico en condiciones de clandestinidad, en las cuales Ringelblum y sus colegas recolectaron documentación y crónicas y escribieron ensayos sobre temas específicos (para más datos, ver la clase 4).

El estilo y los motivos para escribir

“La urgencia por escribir memorias es tan grande que la gente joven escribe memorias en los campos de trabajo esclavo. Cuando eran atrapados, eran apaleados y los papeles desmenuzados en pedazos,” [Ibid] escribe Ringelblum en febrero de 1941. Conviene destacar que estos escritos constituían una crónica y por lo tanto no se involucraban en un discurso emocional.

Tan pronto como en noviembre de 1939, Ringelblum estableció el archivo, al que le dio el nombre de Oneg Shabat como una forma de camuflaje. La urgencia por establecer un archivo que pudiera recoger todo el material relacionado con lo que estaba sucediendo y documentara el período, provenía de la percepción de Ringelblum de que los judíos se estaban enfrentando a una época sin precedentes en la historia. Más aún, hay una clara continuidad con proyectos de Ringelblum anteriores a la guerra: Ringelblum estuvo involucrado en la documentación de la vida de los judíos en Polonia, y estaba especialmente interesado en la vida de “la gente común”. Ringelblum creía que estaban documentando “la historia del pueblo, para el pueblo, por el pueblo”.

Un aspecto importante del archivo incluye los artículos escritos por el mismo Ringelblum.  Hasta las grandes deportaciones a Treblinka en el verano de 1942, escribió un diario que más que nada era una crónica de los sucesos del ghetto, de los que él mismo podía brindar testimonio y de los que había escuchado de gente del ghetto. Después de las deportaciones, cambió el formato y comenzó a escribir artículos sobre diferentes temas así como breves biografías de gente que fue asesinada en las deportaciones (Korczak y Anielewicz entre otros).

Tal como se mencionó, los escritos de Ringelblum son considerados como una crónica. No constituyen un diario personal, y se menciona a sí mismo rara vez y sólo al pasar. Además de los rumores y los sucesos que registra, también comparte pensamientos y afirmaciones, pero sin embargo, no está siempre claro si Ringelblum está expresando su propia opinión, o simplemente transmitiendo las opiniones que ha escuchado de otros. Resulta interesante notar como la vida en el ghetto se refleja a través de los diferentes estilos que Ringelblum utiliza – el estilo natural, flemático, seco, así como la crítica implícita.

  • Educación, Cultura, Ciencia

A Mediados de Septiembre de 1941, Ringelblum describe un tema de enorme preocupación en el ghetto:

“El problema de las escuelas era otra vez actual. Se enseñaría en tres idiomas: Idish, Polaco y Hebreo. Sin embargo, hay muchas dificultades a causa de la falta de edificios, que han sido transformados en cocinas públicas, etc. Los no creyentes tendrían una escuela separada. Hubo una gran disputa con respecto a esta escuela. Geffner creía que por razones políticas, deberían asistir a las escuelas comunes, excepto que tendrían el derecho a lecciones separadas de religión. Sin embargo, los no creyentes no querían estas escuelas, sino que querían sus propias escuelas.”27

Y a finales de octubre de 1941, relata:

“Se están realizando en el ghetto cursos médicos a cargo de profesores de la universidad, [el bacteriólogo] Ludwig Hirschfeld, [el histólogo] Julian Zweibaum. Los cursos toman el lugar de la universidad. Los estudiantes trabajan en el cuarto de autopsias.”28

En la secuencia de los acontecimientos, el lector encuentra las numerosas descripciones de las víctimas del hambre creciente, las terribles epidemias y sus consecuencias. También aprendemos acerca de actividades en las áreas de la educación, la cultura y la ciencia, que se llevan a cabo en el ghetto. Además, escritos concernientes a las bibliotecas móviles ilegales que suministraban libros a aquellos que estaban interesados, la escuela de Talmud Torá  con sus 700 alumnos, estudios científicos conducidos por doctores y científicos sobre el tema del hambre y más, mucho más. Por ejemplo, Ringelblum describe las actividades de los movimientos juveniles: 

23 de noviembre de 1941
“Hoy he asistido a una celebración de Hashomer Hatzair. Cerca de 500 muchachos y chicas se reunieron en el hall. Era un programa muy rico. Un hermoso ballet con muchas canciones en Idish, y por supuesto en hebreo, ruso y polaco. Se llevó a cabo una ceremonia de gala con motivo de la aceptación de una nueva brigada por parte de Hashomer. Y cuando sobre el final todos gritaron juntos, “Sé fuerte y poderoso” no solamente el hall, sino todo el edificio, tembló. [...] En general, el excepcional coraje de los miembros del Hashomer Hatzair es digno de destacar. Llevaban a cabo encuentros a los que asistían representantes del Reich que venían a pie, realizaban actividades educacionales a gran escala, y realizaban publicaciones de un muy elevado nivel.”29

  • Los detalles y los sucesos que se presentan aquí se presentan o bien en un estilo seco y flemático, o bien de un modo benévolo y compasivo.

Diferentes aspectos de la vida del ghetto tal como se reflejan en el diario de Ringelblum

Con frecuencia, diferentes tipos de demostraciones de vitalidad social son el blanco de la crítica social realizada por Ringelblum:

31 de diciembre de 1940 – 5 de enero de 1941
“El escándalo de las fiestas ha sobrepasado todos los límites. He sido informado de que puede verse gente a las 6-7 de la mañana, retornando de los clubes de baile y de fiestas llevando globos, medio borrachos, cantando en las calles como en los buenos viejos tiempos de antes de la guerra.”30

En el mismo artículo, Ringelblum da unos pocos indicios de las dimensiones del hambre que impera en el ghetto:

“Una persona contó cuatro casos de gente arrancando el pan a otros en las calles. El hambre está creciendo y empeorando todo el tiempo. Uno puede ver gente revolcándose en el piso en las cercanías de casi todos los edificios y portales; hombres, mujeres y niños pidiendo ayuda.”32

Otro tema que aparece repetidamente en sus escritos, es la moda:

7-10 de diciembre de 1940
“Hoy he oído una interesante interpretación de la moda de las botas altas: la impresión de poder que [los alemanes] producen y su apariencia. Existe un deseo de estar por encima de la multitud y causar impresión.”32

18 de marzo de 1941
“Una nueva moda ha surgido recientemente entre las mujeres: En lugar de sombreros, ahora ellas atan pañuelos en sus cabezas. Rápidamente, la moda está floreciendo."
[...]
"Recientemente, han estado vendiendo en las calles cintas para los niños con la inscripción Ordnungsdienst [policía]. Muy pronto, la policía estuvo de moda."33

Mayo de 1942
“El deterioro moral en el ghetto va continuamente en aumento. Mientras el pobre se va hundiendo y deambula por allí vistiendo harapos, las chicas elegantes que pasean como si no hubiese estallado la guerra en el mundo. En muchos casos, las chicas les roban a sus padres, sacan cosas de la casa y las venden. Lo que obtienen lo gastan en cosméticos, en hacerse rulos en el pelo y demás, en otras palabras, en lujos.”34

Resulta interesante notar el modo en el que procedimientos que están relacionados con la vida cotidiana normal cambian y se van adaptando a la realidad del ghetto, como en el ejemplo siguiente:

1-10 de noviembre de 1941
“En uno de los edificios de la calle Mila, el comité de inquilinos decidió que ningún nuevo residente podría entrar a su apartamento a menos que hubiera pagado un depósito de 20 zloty. Este pago representa una forma de seguro, en el caso de muerte, con el objeto de evitar que el comité de inquilinos se encuentre en dificultades para retirar el cadáver.”35

Este último ejemplo le da más fuerza a la cita de Aviva Unger con que comienza esta clase. Una coexistencia entre la forma de pensar normal para los tiempos anteriores al Holocausto, y la realidad caótica del Holocausto.