Las personas desnudas bajaban por los escalones excavados en la pared del foso, caminando sobre las cabezas de los que yacían en el lugar que el hombre de las SS les había ordenado. Entonces, se acostaban sobre los muertos o sobre aquellos que todavía estaban con vida. Se escuchó una ráfaga de disparos. Miré dentro del foso y vi los cuerpos agitándose y los cuerpos debajo que no se agitaban. La sangre corría de las nucas.
Del testimonio de Herman Friedrich Graebe, gerente de la filial ucraniana de la Compañía Jung, sobre lo que había visto en Dubno, Volinia, el 5 de octubre de 1942, ante el Tribunal Militar Internacional de Núremberg.
Luego de la invasión alemana a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, comenzaron los fusilamientos masivos de judíos. Más del 80% de los judíos lituanos fueron asesinados hacia fines de 1941. 150.000 judíos de Rumanía fueron exterminados por alemanes y rumanos en los primeros meses de la invasión alemana a la Unión Soviética.
Hasta comienzos de 1943 fueron de asesinados la mayoría de los judíos de Ucrania y Bielorrusia occidentales.
En enero de 1942 fue convocada, en un suburbio de Berlín, la Conferencia de Wannsee con el propósito de coordinar los métodos de ejecución de la «solución final al problema judío».