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Yad Vashem está cerrado los sábados y días festivos judíos.
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La organización más prestigiosa dentro del Tercer Reich, que fue responsable de la «Solución Final» y otros actos de terror y destrucción perpetrados por el régimen nazi.
Las SS fueron instituidas originalmente en marzo de 1923, como cuerpo de guardaespaldas personales de Adolf Hitler. Era un grupo selecto de combatientes que competían por la supremacía en el Partido Nazi con otra milicia, las Tropas de Asalto (SA). Los miembros de las SS estaban sujetos a una estricta disciplina militar y debían jurar lealtad absoluta a Hitler y al nazismo.
En enero de 1929 el jerarca nazi Heinrich Himmler se convirtió en el jefe nacional de las SS o «Líder Estatal de las SS». Bajo su mando, la organización creció enormemente en número y en fuerza. Cuando Hitler llegó al poder en 1933, Himmler había convertido a las SS en la entidad dominante dentro de Alemania; agregó numerosos departamentos, entre ellos el de inteligencia, denominado Servicio de Seguridad (SD), que puso bajo la autoridad de Reinhard Heydrich, y la Oficina Central de Raza y Colonización, que estaba a cargo de poner en práctica la ideología del racismo. Himmler también se hizo cargo de la seguridad de la sede del Partido Nazi y de sus líderes.
Himmler transformó las SS en el grupo más elitista del Reich. Para llegar a ser oficial de las SS, una persona tenía que demostrar su «pureza racial» y la de su esposa, remontándose hasta el siglo XVIII; debía tener una apariencia apropiadamente aria y comprometer su lealtad incondicional a Hitler. Los miembros de las SS utilizaban uniformes que contribuían a darles un aura intimidatoria: uniforme negro, gorra negra, distintivo con una calavera, «anillo de honor» con una calavera y un puñal que llevaba grabado el lema de las SS: «La lealtad es mi honor».
En 1934, Himmler concentró en las SS un enorme poder, al aplastar a los líderes de las SA y colocarlas bajo el mando de las SS, y tomar el control de la Gestapo (la policía política secreta del Reich) y de todos los campos de concentración en Alemania. Colocó a los campos bajo la autoridad de Theodor Eicke, jefe de la guardia de las SS y de las Unidades Calavera, de las cuales surgieron las unidades militares posteriormente conocidas como las Waffen-SS. Himmler desarrolló también una estrategia para incorporar a alemanes importantes como «dirigentes honorarios» de las SS y para reclutar a oficiales de policía de bajo rango.
Durante los años siguientes, Himmler creó escuelas para jóvenes oficiales y unidades policiales especiales de las SS, conocidas como Einsatzgruppen. En 1939 organizó tribunales especiales de las SS, que les permitían legalmente ignorar la legislación vigente en Alemania.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, la organización creció enormemente. Las unidades SD, los Einsatzgruppen y las oficinas locales de las SS ejecutaron las políticas antijudías del Reich en toda Europa ocupada. La nueva Oficina Central de Seguridad del Reich (Reichssicherheitshauptamt , RSHA) se encargó de la seguridad interna, de asesinar a enemigos de los nazis y del envio de prisioneros a los campos de concentración.
Los oficiales de las SS tenían a su cargo la planificación de la «Solución Final», el exterminio del judaísmo europeo. Cuando Alemania invadió la Unión Soviética en junio de 1941, los Einsatzgruppen encabezaron la ejecución de centenares de miles de judíos. El experto de la RSHA en asuntos judíos, Adolf Eichmann, planeó y supervisó la deportación de los judíos a guetos y luego a su muerte en los campos de concentración o los campos de exterminio. Los oficiales de las SS fueron también directamente responsables de la conducción de esos campos, donde millones de judíos fueron asesinados con gas tóxico. Las SS llegaron a contar en sus filas con millones de soldados y oficiales.
Después de la guerra, el Tribunal Militar Internacional en Núremberg declaró a las SS como organización criminal. Los integrantes de todas sus subdivisiones, incluyendo la Gestapo, las SD, las Totenkopfverbände (Unidades Calavera), las Waffen-SS y otras, fueron juzgados como criminales de guerra. Algunos fueron condenados a muerte o a cadena perpetua, pero muchos quedaron en libertad.
Zadoff, Efraim (Ed.), SHOÁ - Enciclopedia del Holocausto, Yad Vashem y E.D.Z. Nativ Ediciones, Jerusalén 2004. Basado en: Rozett, Robert & Shmuel Spector (Ed.), Encyclopedia of the Holocaust, Yad Vashem and Facts On File, Inc., Jerusalem Publishing House Ltd, 2000
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