En el gueto de Lodz fueron establecidos talleres que explotaban la mano de obra barata del lugar en beneficio de la economía de guerra alemana. Los judíos trabajaban bajo condiciones inhumanas, hambre y sufrimientos; muchos se desplomaban bajo la dura labor. El Altestenrat [el Consejo judío] estaba convencido de que los talleres eran un modo de demostrar la capacidad productiva de los judíos, y un medio adecuado para salvar las vidas de muchos.
Archivo fotográfico de Yad Vashem 4062/94