Fallece uno de los últimos prisioneros de Auschwitz |
El pasado 27 de diciembre, Mordechai Papirblat dejó este mundo a la edad de 99 años. El 10 de julio de 1942 fue capturado y llevado a Auschwitz, donde fue prisionero durante unos 900 días, hasta lograr escapar durante una «marcha de la muerte», el 17 de enero de 1945. En uno de sus testimonios contó: «Con mis últimas fuerzas me esforcé para aguantar, continuar y terminar tanto como fuera posible aquella jornada de trabajo. Por la noche, cuando regresé al campo resumí la cantidad de patadas, golpes y empujones en todas partes de mi cuerpo… mientras trabajaba quería morir y solo deseaba que todo terminara… luego, al terminar, volvía a pensar en cómo vivir». Papirblat fue uno de los pocos en sobrevivir varias de las selecciones nazis y resistir tanto tiempo en el campo. Tras escapar, deambuló un par de semanas de regreso a Radom, su ciudad natal en Polonia. No encontró a ninguno de sus familiares con vida, entonces se unió a un grupo de sobrevivientes del Holocausto y por «inmigración ilegal» llegó la tierra de Israel (Mandato Británico de Palestina) en 1946. Dos años más tarde, con todo y su duro pasado, Papirblat fue reclutado para la brigada Givati durante la Guerra de Independencia en 1948, en la cual resultó herido. En 1954 contrajo matrimonio con Sima y tuvieron dos hijos, tres nietos y dos bisnietos. «Para mí, ellos son la mayor venganza contra los nazis. La descendencia de mi familia y su nombre no ha terminado», decía. «Padre, abuelo, bisabuelo […] su vida conoció abismos de sufrimiento y cumbres de alegría… Sobrevivió a lo peor de todo y, a pesar de eso, nos dio tanto amor», comento su hijo, Shlomo. «Siempre que los recordemos, estarán vivos», agregó. Salvó judíos con solo seis años |
Cuando Jaroslawa Lewicka tenía seis años, entraba a uno de los guetos en Polonia sin despertar sospechas de los soldados nazis. En su bolso de la escuela llevaba comida escondida para repartirla a judíos, arriesgando su vida y la de su familia. «No tenía miedo de nada. Mis amigos judíos no tenían comida y para mí era importante ayudarlos», afirma. Jaroslawa Lewicka es la persona más joven que ha sido reconocida como Justa de las Naciones por Yad Vashem. Ahora tiene 87 años y es la última Justa aún con vida que reside en Israel. Nació en 1935 en la ciudad Zólochiv, donde vivía con su madre y abuelo, quien tenía muchos amigos judíos y sentía la obligación de ayudarlos, ya que los alemanes les habían limitado el movimiento y prohibido comprar comida. «Mi abuelo les proveía alimento y medicinas, a través de mí", cuenta. Durante casi dos años continuaron ayudando a judíos, hasta abril de 1943, con el exterminio de la comunidad. Su madre y abuelo también fueron reconocidos como Justos de las Naciones y en honor a Jaroslawa, Yad Vashem plantó un árbol que conmemora su valentía. Fotografía: Proyecto Atzum Funcionario argentino de visita en Yad VashemJuan Manzur, jefe de Gabinete de Ministros de Argentina, visitó Yad Vashem como parte de su visita oficial a Israel. Luego de realizar un recorrido guiado por el Museo de la Historia del Holocausto de Yad Vashem, Juan Manzur participó en una ceremonia en la Sala del Recuerdo y concluyó en el Monumento a los Niños, en donde al finalizar escribió en el libro de visitas: «Muy conmovido por este lugar sagrado que recuerda lo que nunca más debe pasar». «Agradezco la invitación para avivar la Llama Perpetua que recuerda a los 6 millones de judíos asesinados por el régimen nazi. Es necesario seguir salvaguardando la memoria», publicó en su cuenta de Twitter tras su visita. Maestros latinos concluyen seminario para enseñar sobre la Shoá |
28 maestros de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay conformaron el grupo de participantes del seminario Morei Morim 2022-2023 impartido por la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto de Yad Vashem y desarrollado junto a la Fundación BAMÁ, la Agencia Judía para Israel y el apoyo de Claims Conference, de la familia Pisar y de la Edmond J. Safra Philantropic Foundation. Este seminario en español, de 10 días de duración, tuvo lugar en Jerusalén con el objetivo promover la formación continua de los docentes en la enseñanza del Holocausto en Latinoamérica. Constituyó la última etapa del estudio anual del programa Morei Morim que se pudo realizar tras la pandemia.
«Además de adquirir conocimientos sobre la Shoá y su significado en el presente y en el futuro, los participantes asumen el compromiso de recordar, de transmitirlo a las próximas generaciones y promulgar planes de acción a la memoria y la verdad», explicó Eliana Rapp-Badihi, jefa de programas educativos para países de habla hispana y portuguesa del Departamento de Educación y Capacitación en el Exterior, en la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto de Yad Vashem. El presidente de Yad Vashem, Dani Dayan y el director del Departamento para Iberoamérica y Miami en la División de Desarrollo de Recursos y Cooperación Internacional, Marcelo Goldin, compartieron unas palabras con los participantes durante la clausura del seminario, alentándolos a seguir difundiendo el mensaje de la Shoá. El curso incluyó talleres interdisciplinares, disertaciones académicas, materiales pedagógicos de Yad Vashem, así como encuentros con sobrevivientes. La enseñanza sobre el Holocausto es fundamental para mantener vivo el recuerdo de las víctimas y asegurar la transmisión a las futuras generaciones. Apoye los proyectos de la Escuela Internacional del Holocausto de Yad Vashem - Contacte a Marcelo.Goldin@Yadvashem.org.il
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