Las personas reconocidas como “Justos de las Naciones” reciben una medalla especialmente acuñada con su nombre, un diploma de honor y el privilegio de tener sus nombres grabado en el Muro de Honor en el Jardín de los Justos de las Naciones en Yad Vashem.
Los honores son presentados a los salvadores o a su familiar más próximo en Israel o en sus países de residencia por medio de los buenos oficios de los representantes diplomáticos de Israel. Habitualmente participan en las ceremonias representantes gubernamentales locales y reciben una amplia atención mediática.
La Ley de Yad Vashem autoriza a la institución “conceder ciudadanía honoraria del Estado de Israel a los Justos de las Naciones, y ciudadanía conmemorativa si éstos han fallecido, en reconocimiento a sus acciones”. Desde 2002 se viene publicando una Enciclopedia de los Justos que enumera los casos de salvación reconocidos por Yad Vashem.
La medalla
La medalla de los Justos lleva una inscripción con la máxima judía que dice: “aquel que salva una sola vida, salva un universo entero” (Sanhedrín, 37, 71). El significado auténtico de esta máxima cobra valor cuando las familias de los supervivientes - con sus hijos, nietos y a menudo biznietos– se reúnen para honrar al salvador. A menudo ellos representan a la única rama sobreviviente de una extensa familia asesinada.






