Durante el Pogromo de Noviembre (Kristallacht – Noche de los Cristales Rotos) 9-10 de noviembre de 1938, hombres de las SA irrumpieron en la casa de los Zack en Neidenburg. Aron, que en pie frente a la entrada de la casa, fue apuñalado en el estómago y saltó por la ventana. Minna escuchó el tumulto, se acercó a la puerta y recibió una puñalada en el cuello. Kurt y Helmut intentaron luchar contra los asaltantes y fueron apuñalados en manos y brazos. Acudieron a la policía local y llevaron a los niños al sótano del municipio para protegerlos. Minna sufrió una fuerte hemorragia y no sobrevivió a la noche. Aquella misma noche, la sinagoga de la ciudad fue demolida.
Aron, Kurt y Helmut fueron al hospital para recibir tratamiento, donde encontrar a Julius Naftali, otro pariente que también había sido brutalmente apuñalado. Julius Naftali, que estaba casado con una mujer aria, murió a causa de sus heridas la misma noche.
Tras recuperarse, Aron logró salir de Alemania junto con sus hijos y partió de Hamburgo el 12 de mayo de 1939 en un barco con destino a Argentina.
En 1962, dos de los asaltantes que mataron a puñaladas a Julius Naftali en el Pogromo de Noviembre fueron juzgados en Alemania. Kurt Zack viajo a Alemania desde Buenos Aires para testificar en su contra y rompió en llanto durante el juicio. El juez notó las largas cicatrices en sus brazos, recordatorios de la noche en que su madre fue asesinada. Cuando se le preguntó sobre sus sentimientos, respondió que no buscaba venganza. Expresó lástima por las esposas e hijos de los acusados. Los asaltantes fueron declarados culpables y condenados a penas cortas de prisión, cinco y tres años respectivamente. Los asesinos de Minna nunca fueron llevados a juicio.
En 2011, como parte del proyecto nacional israelí «Reuniendo los fragmentos», la nieta de Aron y Minna, Marion Freiman, donaron el pasaporte de Aron a Yad Vashem para la posteridad.