El pasado mes de febrero, una delegación organizada por la Conferencia Episcopal de Francia visitó Yad Vashem en ocasión de un seminario de estudios de 4 días: 17 participantes participaron en el viaje, algunos sacerdotes, pero también delegados, miembros del equipo o líderes dentro de la educación católica en París. Para la mayoría de ellos, no era la primera estancia en Tierra Santa, muchos ya habían venido como parte de una peregrinación. Sin embargo esta formación intensiva sobre el Holocausto, organizada por Arièle Nahmias, Responsable de Programas Educativos de habla francesa en la Escuela Internacional de Yad Vashem, es una primicia.
Creando conciencia
Para el pionero, Christophe Le Sourt, director del Servicio Nacional para las Relaciones con el Judaísmo (SNRJ) de la Conferencia Episcopal de Francia, «es imposible comprender el judaísmo sin tener en cuenta lo que fue el Holocausto y sin comprender que en la Shoá, había víctimas y verdugos, pero también colaboradores, espectadores y Justos de las Naciones. Para este hombre de la Iglesia, este oscuro episodio incluye momentos clave de la historia de la Humanidad «que nos empujan a posicionarnos, es una escuela para el despertar de las conciencias», explica.
Todo comenzó con una exposición sobre los Justos de las Naciones de Francia, solicitada por Eric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal. En este contexto, se creó un contacto con el Comité Francés de Yad Vashem en París. Inaugurada en la sede de la Conferencia de Obispos de París, en avenida de Breteuil de la capital francesa, la exposición circuló por toda Francia –en centros diocesanos, catedrales, iglesias, escuelas– marcada por momentos de intercambio entre miembros de la comunidad judía y descendientes de los Justos. «Otra forma de dirigirse a las generaciones más jóvenes», así da la bienvenida a Christophe Le Sourt. Porque la enseñanza del Holocausto sigue siendo un tema delicado en Francia. «Muchos directores de centros docentes de la educación pública explican, con tristeza y pesar, lo difícil que es en ciertos lugares hablar del Holocausto. No es así en los centros de la educación pública católica» dijo.
Hijo de padre combatiente en la Resistencia en el oeste de Francia, Christophe Le Sourt cree firmemente en la educación de las conciencias. Su padre no dejaba de decirle que el valiente no es el que no tiene miedo, sino el que vence su miedo. «Y tú, si hubieras estado en aquel momento, ¿qué hubieras hecho?». Una pregunta fundamental a la que accede a responder quien ofició durante 16 años como párroco de la catedral de Le Mans: «¿Hubiera sido valiente en la época del Holocausto? No lo sé, pero espero que sí».
En cuanto al papel de la Iglesia en estos tiempos convulsos, Christophe Le Sourt cree que la investigación no ha finalizado y que no se ha dado el giro de la pregunta. Probablemente llevará algún tiempo, piensa.
Para él, es imposible concebir una estancia en Israel sin pasar por Yad Vashem. En su haber: 64 visitas al Museo de Historia del Holocausto, trayendo a cada uno de sus grupos de peregrinos. Describe el sitio como admirablemente bien hecho, tanto educativo como desafiante, «no salimos ilesos, pero es eminentemente constructivo», señala.
Deconstruyendo clichés antisemitas
«Visitar Yad Vashem es un deber», insiste. En particular, en lo que respecta al antisemitismo, que actualmente está experimentando un resurgimiento. A principios de junio, la SNRJ de la Conferencia Episcopal publicó un trabajo con prefacio del Gran Rabino de Francia Haïm Korsia y del Presidente de la Conferencia Episcopal Eric de Moulins-Beaufort, titulado Deconstruyendo el antijudaísmo cristiano, publicado por Cerf. La publicación tuvo lugar en las instalaciones del Fondo Social Judío Unificado (FSJU). Dividido en veinte capítulos, el libro pretende ser «una herramienta para deconstruir los clichés y los prejuicios que han alimentado el antijudaísmo cristiano», explica Christophe Le Sourt, que distingue tres formas de antisemitismo en Europa y en particular en Francia: «el antisemitismo islamista, el antisemitismo de la ultraizquierda con sus objetivos electorales y el resurgimiento del antijudaísmo cristiano en determinados círculos, en particular los círculos integradores vinculados a la ultraderecha».
Y es a esta última tendencia a la que la Conferencia Episcopal quiere dirigirse en particular: acabar con viejos clichés, volver a los fundamentos, insistir en el mensaje original de la Iglesia y recordar que los judíos no mataron Jesús. «No podemos, indefinidamente, oponer el Antiguo y el Nuevo Testamento, debemos comenzar de nuevo sobre bases pacificadas, y decir 'eso no es lo que dice la Iglesia'».
Hoy, la relación con Israel es más serena que en el pasado, sin embargo, destaca Christophe Le Sourt, quien se compromete a seguir construyendo puentes e intercambios. Para continuar con las visitas de grupos de peregrinos a Yad Vashem. Esta experiencia de seminario de cuatro días volverá a ocurrir, promete. «Hemos recibido un mensaje de apoyo de Monseñor Eric de Moulins-Beaufort, quien ha querido expresar su agradecimiento y satisfacción por la llegada de esta primera delegación en nombre de la Conferencia Episcopal, queremos continuar con nuestra iniciativa, establecer cooperación con Yad Vashem, organiza veladas y conferencias en torno a la memoria de la Shoá».
Traducido del original en francés: Esther Rute-Cediel