- Introducción
- Francia
- Bélgica
- Los Países Bajos
Introducción
IntroducciónEn las clases previas, examinamos los pasos tomados por los alemanes para aislar a los judíos luego de la ocupación de Polonia y la Unión Soviética. Estudiamos que en esas áreas, los alemanes establecieron barrios especiales, conocidos como ghettos, en los cuales encerraban a los judíos y aplicaban diversos grados de aislamiento y reclusión.
En mayo de 1940, Alemania comenzó a ocupar países en Europa Occidental. En esta clase examinaremos qué ocurrió con las comunidades judías de esos países luego de la ocupación alemana.
El estilo de vida de las comunidades judías de Europa Occidental era diferente del de los judíos de Europa Oriental. Los judíos de Europa Occidental disfrutaron muchos años de la igualdad de derechos y se veían como una parte inseparable de la población general. El proceso de secularización de Europa Occidental afectó a los judíos y muchos comenzaron a abandonar la comunidad judía, que había comenzado a perder importancia en su vida diaria. Como parte de este proceso, comenzado hacia fines del siglo 18 y que había ganado impulso en el siglo 19, aumentó la proporción de matrimonios mixtos entre judíos y no judíos. Mientras tanto, los judíos comenzaron a tener un rol en la vida política y pública de sus países. Muchos dejaron de hablar el idish y el ladino, que previamente había sido el idioma común de los judíos durante cientos de años.
A pesar del avance de los judíos en el mundo legal y político de estos países, el antisemitismo no desapareció como argumento religioso, social y político. Las características de las comunidades judías de Europa Occidental en combinación con otros factores, de los que hablaremos en esta clase, jugaron un papel principal en la decisión del destino de judíos en estas áreas durante la ocupación nazi.
Esta clase se centrará en el destino de los judíos en tres países de Europa Occidental: Francia, los Países Bajos y Bélgica.
Como afirmación general, se puede decir que la ocupación alemana en estos países fue menos brutal y exhibió menos severidad hacia las poblaciones locales que en Europa Oriental. Este hecho tuvo impacto en la capacidad de ayudar a los judíos, así como también en el castigo para tal acto, que no era tan severo como en Europa Oriental.
Aunque la política alemana hacia judíos de Europa Occidental en esencia no era diferente de la de Europa Oriental, empleó diferentes métodos en su puesta en práctica. No se establecieron ghettos y no se realizaron asesinatos en masa en Europa Occidental, sólo en el este hubo preocupación de las autoridades alemanas acerca de cómo la población local respondería a tal paso. Según la ideología Nazi, las naciones de Europa Occidental fueron catalogadas en un rango mucho más alto en la jerarquía racial respecto de aquellas de Europa Oriental, y por consiguiente se tomaba mucho más en cuenta sus opiniones. Esta es la razón para deportar a los judíos de Europa Occidental a campos de la muerte en el Este para su exterminio (ver Conferencia de Wannsee y campos de exterminio). Las deportaciones fueron realizadas primero concentrando judíos en un número de campos de tránsito. Los más significativos fueron los campos de Drancy y Gurs en Francia, Westerbork y Vought en los Países Bajos y Mechelen (Malines en francés) en Bélgica.
Francia
FranciaAntes de la ocupación alemana, vivían en Francia cerca de 350.000 judíos, más de la mitad de los cuales eran extranjeros residentes que no poseían ciudadanía francesa. En su mayoría eran judíos de Europa del este o refugiados de países bajo dominio nazi antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial (Alemania, Austria y Checoslovaquia).
La Ocupación Alemana
Luego de la ocupación y rendición en junio de 1940, Francia fue dividida en dos partes: el área ocupada, incluida París, bajo el completo dominio alemán, y el “zona franca”, es decir, el sur de Francia, regida por el gobierno de Vichy (ver Francia). Vichy estaba bajo el control del ala derecha del nacionalismo francés, liderado por el Mariscal Pétain y era sede del gobierno. Esta división dejó a Francia con un considerable grado de autonomía. En este aspecto, era diferente de los Países Bajos y Bélgica, ya que ambas estaban bajo la total ocupación alemana. El estatus de Francia afectaba directamente el destino de los judíos allí.
Los alemanes necesitaban un buen trato de cooperación por parte de las autoridades francesas con el objeto de llevar a cabo su política antijudía en sus diversas etapas.
Y en verdad, no sólo el Gobierno de Vichy actuó conforme a la mayor parte de las instrucciones alemanas relacionadas con judíos; sino que además inició por sí mismo leyes y actividades antijudías. Un ejemplo de esta iniciativa de parte de las autoridades de Vichy fue la introducción del Statut des Juifs - "Estatuto para los judíos" - una serie de leyes antijudías destinadas a definir quién era judío, y aislar a los judíos del resto de la población, promulgadas en dos etapas, la primera en octubre de 1940 y la segunda en junio de 1941.
En noviembre de 1941, las autoridades de Vichy establecieron un organismo cuya función era la de supervisar la actividad judía - Commissariat Général Aux Questions Juives.
En julio de 1941 el gobierno francés puso en práctica un plan para confiscar las propiedades judías y entregarlas a franceses no judíos, ya que las autoridades francesas querían asegurarse que no lo hicieran los alemanes. Además, les prohibieron a los judíos trabajar en profesiones liberales o en el servicio civil. La política oficial francesa convirtió poblaciones judías en refugiados empobrecidos dentro de la misma Francia.
Los Judíos de Francia bajo la Ocupación
A comienzos de la invasión alemana, muchos judíos intentaron huir de Francia, o por lo menos pasar al área no ocupada en el sur del país. Cerca de 30.000 judíos cruzaron los límites de Francia, incluidos muchos de sus líderes, dejando al resto de los judíos franceses sin liderazgo. Luego del impacto inicial, los judíos franceses trataron de reorganizar sus vidas. Sin embargo, debido a la antes mencionada división natural de la población judía – aproximadamente la mitad eran ciudadanos franceses veteranos y el resto, inmigrantes, se veía afectada su capacidad de crear un frente unido, aún luego del establecimiento de la Unión de Judíos Franceses – UGIF – una organización de amplia cobertura, instaurada como consecuencia de la presión alemana. Se esperaba que la organización representara a todos los judíos en su relación con las autoridades.
Los líderes de los judíos del este de Europa establecieron una organización clandestina conocida como Amelot, cuyo objetivo era organizar actividades benéficas para la comunidad.
Los judíos que eran ciudadanos, y se veían a sí mismos como franceses hechos y derechos, tenían miedo de unirse a esta clase de organización durante tal período de xenofobia. Incluso después del establecimiento de la UGIF, persistió la división entre las dos comunidades judías en Francia. La propuesta general realizada por los judíos inmigrantes era la de tener el menor contacto posible con los alemanes, y ellos se inclinaban más hacia las actividades clandestinas. Los veteranos y los judíos más establecidos trataban de ganar tiempo y confiaban en que las autoridades francesas los ayudarían.
En julio de 1942, cuando comenzaron las deportaciones de judíos franceses a los campos de exterminio, las organizaciones de beneficencia empezaron a ayudar a los judíos a hallar modos alternativos para subsistir, cortando todo contacto con las agencias oficiales. Este cambio de concepción fue más sobresaliente en la zona de la Francia ocupada: los grupos de inmigrantes comenzaron a participar en actos de sabotaje, ocultando a niños en instituciones cristianas, falsificando documentos y sacando de contrabando a judíos de Francia. Las deportaciones despertaron tendencias de amotinarse, aún entre algunos judíos veteranos que antes habían creído que las autoridades francesas los protegerían. Las voces de protesta podían oírse entre la población general lo que animó a los judíos a resistirse a las deportaciones.
Deportaciones
Luego de la Conferencia de Wannsee, comenzaron los preparativos para las deportaciones de los judíos de toda Europa, y Francia no fue la excepción. Las autoridades alemanas hicieron esfuerzos especiales para lograr la cooperación del gobiernos francés. Al principio, todos los judíos del norte, la zona ocupada de Francia fueron obligados a llevar el distintivo amarillo (Junio 7, 1942). A mediados de 1942, los judíos fueron encerrados y encarcelados en campos en suelo francés, como Drancy y Gurs. La policía francesa realizó estas acciones. Durante 1942, aproximadamente 42,000 judíos fueron transportados a campos de exterminio, siendo un tercio de ellos de "la zona franca", que era parte del sur de Francia bajo el Gobierno de Vichy. Los judíos deportados fueron encarcelados brevemente en Drancy, y de allí fueron enviados a los campos de exterminio en Polonia, sobre todo a Auschwitz.
El gobierno de Vichy cooperó íntegramente con los alemanes para llevar a cabo las deportaciones de judíos. La “Solución Final” fue una operación nazi desde el comienzo, y sólo los extremistas en la sociedad francesa creyeron en la ideología detrás de las deportaciones.
Sin embargo, al mismo tiempo, la cooperación de las autoridades francesas en la ejecución de dicha política, era vital para los alemanes, y sin su asistencia, no habría sido podido posible la deportación de tantos judíos. Los dos años que precedieron a las deportaciones, durante los cuales judíos franceses fueron objeto de hostigamiento y leyes restrictivas, se cortaron las conexiones judías tradicionales con la sociedad francesa, dejando a la población judía a merced de los alemanes
Hasta el final de la guerra, fueron asesinados aproximadamente 77.000 judíos en Francia, lo que representa cerca de un quinto de la población judía francesa de antes de la guerra. En Francia los judíos habían sido exceptuados principalmente debido a las particulares circunstancias del régimen alemán en Francia, las dificultades técnicas de los alemanes para manejar la amplia distribución de los judíos en el país y las actividades clandestinas judías y francesas de resistencia.
Bélgica
BélgicaEn vísperas de la guerra, vivían en Bélgica aproximadamente 66,000 judíos. La enorme mayoría eran judíos que habían emigrado de Europa Oriental después de la Primera Guerra Mundial. En total, sólo aproximadamente el diez por ciento tenía la ciudadanía belga. El 10 de mayo de 1940, Alemania invadió Bélgica. El Ejército belga resistió durante dieciocho días y luego se rindió. El rey permaneció en Bélgica y se inclinó hacia la colaboración con los alemanes, aunque el gobierno, que escapó a Londres, tomó una clara posición de apoyo en favor de los Aliados.
Los alemanes en sí no tenían ningún proyecto claro referido al destino de Bélgica después de su ocupación, y esto influyó en la administración alemana.
Los alemanes establecieron en el país después de la ocupación, un gobierno militar que sería menos riguroso que un gobierno alemán civil formado por oficiales de las SS.
Inmediatamente después de la ocupación en mayo de 1940, los alemanes pusieron en práctica medidas antijudías, como en todas sus zonas ocupadas. Los judíos fueron despedidos de sus empleos, privados de sus bienes, en régimen de toque de queda por la noche y se les prohibió moverse de una dirección a otra. Al principio, el público belga en gran parte respondió a estos pasos con la indiferencia, aunque hubo excepciones, pero la orden dada a los judíos de Bélgica de llevar la estrella amarilla en mayo de 1942, provocó respuestas enconadas y protestas en los segmentos no judíos de la sociedad.
En general, la población belga apoyó la resistencia contra los alemanes y la huida de judíos, sin embargo hubo colaboración con los alemanes, sobre todo por parte de las organizaciones de extrema derecha y las autoridades belgas. Como Bélgica estuvo bajo un gobierno militar relativamente moderado durante la mayor parte de los años de su ocupación (las autoridades alemanas estaban interesadas principalmente en cuidar la paz y el orden), era un poco menos riesgoso que en Europa Oriental brindar ayuda a los judíos (aunque seguía siendo muy peligroso). Más aún, ayudar a los judíos era considerado parte de la lucha contra el opresor alemán, algo que puede ser visto como una reacción anti alemana, en vez de una consciente ayuda a los judíos.
Los Judíos de Bélgica bajo la Ocupación
El proceso de arianización instituido en el verano de 1941 empobreció a los judíos de Bélgica. En respuesta, se establecieron organizaciones judías de beneficencia de Bruselas y Amberes. A pesar de las enormes dificultades que encontraron lograron mantener un nivel de vida razonable para los judíos de Bélgica, y las instituciones judías educativas y movimientos juveniles siguieron existiendo, al menos hasta las deportaciones.
Muchos de los judíos de Bélgica estaban involucrados en actividades clandestinas y en su propia salvación. Aún cuando sea difícil de determinar si dichas actividades clandestinas pueden considerarse “judías”, muchos de sus miembros lo eran. Sus actividades incluían la distribución de periódicos clandestinos y en algunos casos la resistencia armada. El caso más famoso es la detención de un tren que iba camino a Auschwitz y el escape de un número de judíos de la deportación. Aunque esta acción específica, realizada por tres personas, haya sido realizada por un judío, no contó con el apoyo de ninguna organización en particular. En otra acción durante julio de 1942, un grupo de judíos comunistas tomó la oficina de Asociación de Judíos de Bélgica y quemó la lista de judíos que estaban por ser deportados. Dado que los alemanes tenían en su poder una lista idéntica, esta acción no evitó el planeamiento y la ejecución de las deportaciones.
Cerca de 25.000 judíos se escondieron en Bélgica durante la guerra. Los alemanes deportaron a 34,801, de los cuales asesinaron a 28.902 lo que representa el 44 por ciento de judíos de Bélgica.
Los Países Bajos
Los Países BajosLa comunidad judía de los Países Bajos estuvo entre las primeras comunidades judías en beneficiarse con los frutos de la ilustración europea. Los judíos holandeses disfrutaban de igualdad de derechos, tolerancia y seguridad ya desde el siglo XVIII. Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, creció la tendencia de parte de la comunidad judía a integrarse a la sociedad general. Los judíos de los Países Bajos activaban en muchas áreas de la sociedad holandesa, la cultura, y la vida económica y política. Debido a una gran proporción de la comunidad que pertenecía a la clase obrera, muchos se afiliaron a sindicatos y eran miembros prominentes de los movimientos de trabajadores. A pesar de esto, la proporción de matrimonios entre judíos y no judíos era baja.
Aproximadamente 140.000 judíos vivían en los Países Bajos antes de la Guerra, un poco más de la mitad en Ámsterdam.
La Ocupación Alemana
En mayo de 1940, Alemania invadió los Países Bajos. Siguiendo órdenes explícitas de Hitler, se instituyó un gobierno civil, comandado por un oficial de las SS, Arthur Seyss -Inquart.
A diferencia de en Bélgica, que tenía un gobierno militar relativamente "clemente" hacia la población belga (ver arriba) y a diferencia de Francia, cuya zona sur al menos era libre y estaba bajo control francés, el holandés soportó el régimen de ocupación más riguroso fuera de Europa Oriental. En los meses iniciales, el régimen Nazi intentó ganarse el corazón de los holandeses y para ello, implementó una política moderada. Hitler mismo esperó incorporar a los Países Bajos como parte del Tercer Reich (proponiendo para eso un gobierno civil) ya que él consideraba "arios" a los holandeses. Los alemanes les propusieron a los holandeses cooperar con este plan, pero ellos lo rechazaron, como queda demostrado en el siguiente ejemplo.
En febrero de 1941, después de un incidente entre la policía alemana y el propietario de un café judío en Ámsterdam, se cerró el barrio judío y los alemanes comenzaron a perseguir a los judíos jóvenes y sanos. Las detenciones y la crueldad de los alemanes impresionaron a los habitantes de Ámsterdam. En protesta estallaron huelgas por todas partes, paralizando la ciudad y extendiéndose a otras ciudades también. Los alemanes, que estaban sorprendidos por el alcance de la huelga, aplicaron fuerza para reprimir. La huelga tuvo resultados de gran alcance, ya que el holandés comprendió que los alemanes no estaban dispuestos a comprometerse de ningún modo en lo referido a los judíos y los alemanes aprendieron que el holandés no estaba dispuesto a aceptar la ideología nazi. Los holandeses se enfrentaron con una opción: la compasión por los judíos o la cooperación con los alemanes. Esta fue la última vez durante la guerra que los holandeses, como nación, protestaron por el trato de los nazis hacia los judíos.
Aunque bastantes holandeses de hecho realmente se oponían a la política Nazi, los funcionarios holandeses y las autoridades colaboraron con los alemanes en: registrar a los judíos, expulsarlos de las instituciones públicas, confiscarles sus propiedades, etcétera. Más aún, el número de voluntarios holandeses en las SS era el más grande afuera del Reich y el número de holandeses que más tarde entregaron judíos a los alemanes fue bastante considerable.
La Población Judía bajo la Ocupación
A comienzos de 1941, los alemanes forzaron a los judíos de los Países Bajos a establecer un consejo judío, el Joodse Rat. En el verano de 1941, se les prohibió a los judíos ingresar a cualquier institución pública, parques o sitios de baño y los estudiantes judíos fueron expulsados de la escuela. Estos y otros decretos y las terribles dificultades económicas sufridas por la comunidad judía, forzaron al Joodse Rat a proporcionar ayuda a los necesitados, establecer una gran red educativa para los niños y organizar actividades culturales. Se convirtió en el responsable de todos los aspectos de vida judía en los Países Bajos.
Miriam Dotan, sobreviviente del Holocausto cuenta las dificultades de vivir bajo la ocupación alemana:
[...] El 10 de mayo, invadieron Bélgica, Holanda y Francia. Holanda, por supuesto no podía permanecer fuera mucho tiempo, pienso que les tomó exactamente cinco días. No se puede hacer mucho contra la máquina de guerra alemana…
Y yo tenía 11 años en ese momento, casi 12, Si, yo tenía 11. Y al principio, hicieron algo muy extraño. Los alemanes hacían muy bien su trabajo. En cada país, se comportaban como si pensaran que podrían comportarse impunemente, que no habría demasiada resistencia. [...] En Holanda [...] lo hicieron muy gradualmente, usando el método del salame. Cada mes algo más. Comenzó con la prohibición de tomar el tranvía, o el transporte público, y después…
P. ¿Qué significa esto, que les prohibieron a los judíos?R. Si, por supuesto, me refiero a los judíos… Y en 1941, creo, los alemanes firmaron una orden que lo judíos ya no podían ser propietarios de fábricas o cualquier negocio y que a partir de una cierta fecha o algo así, alguien que los represente sería designado para controlar los asuntos. Ahora había un arreglo así, y era o no conocido de antemano, exactamente no recuerdo; en cualquier caso mi padre realmente logró colocar a alguien en la fábrica de mi tío, o mi tío, que era desde luego también judío, en la fábrica que él construyó junto a un primo de mi madre - él también puso a alguien. En otras palabras, los alemanes directamente no controlaban dichos negocios porque logró aparentar habérselos vendido a los gentiles.
No, no recuerdo si fue en 1941 o en 1942, algo así. Gradualmente el tema comenzó a tomar impulso.Pienso que fue en septiembre de 1941, yo estaba – estudiaba en la escuela Montessori, el método Montessori me gustaba mucho. Para mí era un festejo. Nunca estaba enferma y nunca fingía estar enferma para ir a la escuela. Para mí, la escuela era algo maravilloso. Y la terminé, y el último año de escuela la orden era que los judíos no podían utilizar la entrada principal – debían entrar usando la entrada lateral o la de atrás. De modo que usaba la de atrás, no me importaba mucho, para decirle la verdad, porque todos eran tan agradables. Unos eran judíos, otros eran no judíos, no me molestaba. En general, lo aceptaba todo bastante despreocupadamente.
Para decirle la verdad, siempre estuve orgullosa de ser judía Yo siempre tenía mi nariz para arriba y pensaba que era mejor que todos los demás, no como persona, sino como judía. Que ser judío era algo maravilloso.
P. ¿Aún cuando le dijeron que utilice la entrada posterior?R. No me preocupaba para nada, porque yo era tan despectiva los que pensaban que eran mejores que yo, que esto no me molestaba en particular. Está bien, es verdad, no era cómodo, tenía que dar la vuelta - ¿y qué? yo no era la única que tenía que dar la vuelta.
De modo que terminé la escuela – en Holanda se termina la escuela en sexto grado, y para el séptimo hay que ir al Liceo Montessori. Había dos – había un liceo establecido de manera especial para todos los niños que estudiaban normalmente, o había uno que era religioso que era más que secundario. Desde luego ninguno tenía el sistema de Montessori, de modo que mi madre y mi padre junto con algunos otros niños que había en la escuela - y había bastantes niños judíos en la escuela de Montessori - decidieron establecer una escuela privada. Ellos establecieron una escuela privada basada en el método de Montessori, donde al principio había aproximadamente 60-70 estudiantes, algo así. Nosotros estábamos en un número de domicilios diferentes, porque una vez nosotros estuvimos en una escuela privada muy grande, una especie de chalet, y después, muy lejos de donde vivíamos, en un gran salón que pertenecía a los cristianos, y el Judaísmo Progresista también lo usaba porque eran tan grandes que el común no era suficiente para ellos, entonces lo usábamos durante las vacaciones, donde había mucha gente.P. ¿Esto era aún en Ámsterdam?
R. Sí.
P. ¿Era muy lejos?
R. ¿Por qué digo que era muy lejos? Como en ese momento no nos permitían usar el transporte público y nos obligaron a entregar nuestras bicicletas también, teníamos que andar, y esto tomaba aproximadamente una hora de ida y otra de vuelta. Con una cartera pesada, no era fácil. La cosa era que todos estaban en la misma situación, entonces usted lo acepta. Usted es un niño, usted lo acepta. Usted no hace un drama de esto.
Luego de esto, se prohibió salir de casa después de las ocho de la noche, y visitar las casas de los gentiles y a ellos se les prohibió visitarnos. Eso fue mucho después.
Y prohibieron comprar comestibles excepto entre las tres y las cinco de la tarde, y había que llevar la Estrella de David, y nosotros teníamos que - no recuerdo más. Desde luego, tuvieron que entregarse todas las cuentas bancarias, transferirlas a un banco especial, pero esto no me interesaba, no tenía nada que ver con esto. Era, desde luego, un tema para Madre y Padre. Pienso que en un cierto punto, sólo se permitía usar 250 florines por semana. O por mes. No recuerdo… ¿Qué más había allí? A principio de 1942, comenzaron con los transportes. Comenzó así:
P. Antes de comenzar con los transportes, de modo de tener un cuadro general: Como niña, usted describe cómo gradualmente les quitaron a los judíos – de hecho les negaban…
R. Su libertad como seres humanos.
Archivos de Yad Vashem [Hebreo], 0.3/8238
Preparación para las Deportaciones
Uno de los primeros pasos tomados para preparar la infraestructura para la expulsión de los judíos holandeses, fue sacarlos de todas las áreas periféricas. Comenzando a principios de 1941, los judíos que no eran ciudadanos holandeses fueron obligados a irse a Ámsterdam y los que no poseían ninguna ciudadanía fueron enviados al campo de tránsito de Westerbork. Este no era un ghetto del tipo de los creados en el este de Europa, pero fueron impuestas numerosas restricciones en el movimiento de los judíos y se les prohibió ingresar a muchos lugares públicos. Como en otros lugares de Europa Occidental, se impuso el toque de queda y se les prohibió a los judíos pasar de un domicilio a otro.
En el proceso de aislamiento se tomaron otros pasos adicionales: comenzando en abril de 1942, los judíos debían llevar la estrella amarilla, no obstante las protestas de algunos holandeses no judíos. Las protestas tampoco dificultaron la deportación de los judíos de los Países Bajos, que fue posible, en gran parte, gracias a la colaboración de los cuerpos oficiales holandeses - el gobierno municipal, los empleados ferroviarios y la policía holandesa.
Así como los judíos de Francia y Bélgica, los judíos de los Países Bajos primero fueron llevados a campos de tránsito, principalmente a Westerbork, desde donde los alemanes los deportaban a los campos de la muerte, especialmente Auschwitz, y Sobibor. Otros fueron deportados a campos de concentración. Los alemanes deportaron a 107.000 judíos de los cuales 5.200 sobrevivieron.
25,000 judíos se ocultaron en los Países Bajos con la ayuda de los holandeses, pero de aquellos aproximadamente un tercio fue cogido debido principalmente a la colaboración holandesa con los nazis. Ana Frank y su familia son un ejemplo de los judíos alemanes que se ocultaron con ayuda holandesa, y fueron entregados por colaboradores holandeses.
En el momento de la liberación de los Países Bajos, habían sido asesinados aproximadamente 102,000 judíos holandeses, lo que representa cerca del ochenta por ciento de la población judía del país.
Lectura recomendada:
Gutman, Holocausto y Memoria, Cap. 8, "Los Judíos de Europa Occidental bajo el dominio nazi", pp. 143-161