«Mientras estoy en la frontera entre la vida y la muerte, segura de saber que no viviré, deseo despedirme de mis amigos y de mis obras...
Mis obras las lego al museo judío que se construirá tras la guerra.
Que les vaya bien amigos. Adiós al pueblo judío. Nunca más permitas una catástrofe así».
De la última voluntad y testamento de Gela Seksztajn, 1 de agosto de 1942
Muchas de las obras de arte expuestas en el museo se crearon en guetos, campos, bosques y en la clandestinidad. Representan la realidad de la vida durante el Holocausto, pero al mismo tiempo permiten vislumbrar el mundo interior del artista. A pesar de las pésimas condiciones y la lucha diaria por sobrevivir, los artistas superaron con inventiva la falta de materiales. A través de su creatividad, reafirmaron su individualidad y su voluntad de vivir.
Junto con la necesidad de documentar la vida cotidiana, los artistas buscaron una forma de liberarse de su entorno cruel. Escaparon a través de su trabajo, encontrando refugio espiritual en los reinos de la belleza, la memoria, la contemplación, la imaginación y la fe. También brindaron a sus compañeros de prisión la oportunidad de olvidar, aunque sea por un momento, las penurias de los guetos y campos. Más allá de la variedad de enfoques, los diferentes estilos y la multiplicidad de temas evocados, todas las obras de arte dan testimonio del poder del espíritu humano y su negativa a rendirse.
El muro de apertura en la entrada del Museo de Arte rinde homenaje a los artistas que fueron asesinados en el Holocausto y que fueron artistas activos antes o durante la guerra. Todas las obras van acompañadas de biografías de los artistas que las crearon, para la comprensión del contexto excepcional de su creación. Cuatro artistas reciben un énfasis especial y espacios designados distintos que destacan su historia de vida y sus obras: Bruno Schulz, Charlotte Salomon, Felix Nussbaum y Carol Deutsch.
En última instancia, la exposición refleja la extraordinaria creatividad de los artistas judíos durante el Holocausto, quienes dejaron poderosos testimonios visuales que nos permiten honrar su memoria hoy.
El edificio del Museo de Arte del Holocausto de Yad Vashem fue diseñado por el arquitecto Moshé Safdie como parte del Complejo Museológico de Yad Vashem, y su construcción fue posible gracias a la generosa donación de la Dra. Miriam Adelson y Sheldon Adelson Z"L.