Imagen de un patio trasero. A la izquierda, dos personajes sentados parecen jugar a los naipes. Sobre el muro se apoya una escalera. A la derecha de las figuras hay un árbol frutal en flor, con baldes a su lado. Detrás del árbol, la ropa tendida.
La escalera insinúa la posibilidad de huir de la existencia en la clandestinidad, y el frutal en flor es señal de esperanza, simboliza renovación. Ambos símbolos contradicen el amargo destino sufrido por el artista, que no logró huir y cuya vida fue cercenada en el campo de Auschwitz.
Obsequio de Charles Knoblauch, Bruselas.
A la memoria de Marcus, David y Mania Knoblauch; Mordechaie y Ethel Wassing, David Ignace e Irena Wassing, y sus hijos.
Aguada sobre papel
31,8 x 39 cm