Domingo a jueves: 9:00 - 17:00.
Viernes y vísperas de fiestas: 9:00 - 14:00.
Yad Vashem está cerrado los sábados y días festivos judíos.
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Réplica de una pintura realizada durante el Holocausto obsequiada al papa Francisco.
Abraham (Abramek) Koplowicz realizó la pintura en el gueto de Łódź cuando tenía 13 años. Fue asesinado en Auschwitz a la edad de 14 años. Su madre Johet-Gitel también pereció en ese campo; el padre, Mendel, sobrevivió.
Después de la liberación, al volver a su ciudad natal, este último encontró en el ático de la casa del gueto, en la que habían vivido, una pintura y un cuaderno dejados por su hijo. El cuaderno contiene ocho poemas y dos cortos satíricos escritos por Abramek. El papá se volvió a casar. Su nueva esposa era Haya Grynfeld, una superviviente oriunda de Łódź; ambos emigraron a Israel desde Polonia en 1956 y fijaron su residencia en Holón. La pintura de Abramek estaba colgada sobre la cama del matrimonio. Mendel, una persona cerrada e introvertida, no contó a nadie de la existencia del cuaderno. Este fue hallado después de su fallecimiento por su hijastro Eliézer (Lolek) Grynfeld, también él un superviviente del Holocausto. Lolek donó la pintura y el cuaderno a la Colección de Yad Vashem para que sean guardados para la posteridad.
En el cuadro se aprecia un judío con vestimentas jasídicas tradicionales rezando envuelto en su "talit", a pesar de las condiciones de encierro, hacinamiento, hambre y terror que reinaban en el gueto. A través de unas pocas insinuaciones, el artista de 13 años consigue expresar la misérrima vida en el lugar: la pintura que se descascara de la pared y revela los ladrillos y las grietas; las hendiduras torcidas en el piso de madera; el temblor en las líneas del "talit" y la figura, que en conjunto transmiten una sensación de temporalidad e inestabilidad. Por contraste, la estatura erguida de la persona rezando en el centro de la obra sugiere la fortaleza del judío piadoso que se aferra a su fe, en esa época de crisis y persecuciones.
Hijo único de Mendel y Johet-Gitel Koplowicz, habitantes de Łódź, Polonia.
Abramek, dotado de talentos para la pintura y la escritura, se educó en lengua polaca durante apenas dos años antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Después de la ocupación de Polonia fue confinado junto con su familia en el gueto establecido en su ciudad natal en la primavera de 1940. En el gueto fue puesto a trabajar en un taller de zapatería; su padre era jefe de un departamento en una factoría de papel. Cuando se produjo la liquidación del gueto en el verano de 1944 fue deportado junto con sus padres a Auschwitz.
El padre consiguió que pasase la primera selección en el campo. Cierto día, en un intento de proteger a su hijo del trabajo extenuante fuera del campo lo escondió dentro de la barraca, mientras el salía para realizar las labores forzadas. Sin embargo al regresar descubrió que la cama de Abramek estaba vacía – el muchacho había sido enviado a la cámara de gas. Los prisioneros que habían llevado a sus hijos a trabajar volvieron por la tarde con ellos; Mendel había perdido a su hijo.
También la madre fue asesinada y solamente Mendel Koplowicz sobrevivió.
El cuaderno poemas y cortos de Abramek, junto con la historia del talentoso muchacho cuyos sueños se vieron truncados en los hornos crematorios de Auschwitz cuando sólo tenía 14 años fue publicado por Yad Vashem. Durante la visita del papa Francisco a Yad Vashem será leído un fragmento de su poema “Sueño”.
Abraham (Abramek) Koplowicz
Cuando crezca y tenga 20 años
saldré a ver el mundo encantador.
Me sentaré en un pájaro con motor
despegaré y me elevaré alto al espacio.
Volaré, navegaré y me elevaré
sobre el mundo lejano y hermoso.
Pasaré sobre ríos y mares.
Al cielo ascenderé y floreceré
una nube mi hermana y el viento mi hermano.
Me maravillaré del Eufrates y el Nilo.
Veré las pirámides y la Esfinge
del antiguo Egipto de la diosa Isis.
Pasaré sobre las cataratas del Niágara
y me sumergiré en el calor del sol ardiente del Sahara.
Revolotearé sobre los peñascos del Tibet,
Envuelto por las nubes y sobre
la tierra de la magia y el misterio.
Y cuando logre liberarme del viento abrasador y caluroso,
giraré y volaré a los glaciares del norte.
Planearé sobre la isla del gran canguro,
Y sobre las ruinas de Pompeya.
Sobre la Tierra Santa del Viejo Testamento,
y también sobre el antiguo país del famoso Homero.
Volaré lentamente, planeando con indolencia.
Y así disfrutando de las maravillas del mundo,
Al cielo me elevaré y flotaré,
una nube mi hermana y el viento mi hermano.
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