Uno de los cuatro pilares de Yad Vashem, el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá, es la recopilación de documentación sobre el Holocausto. Durante casi siete décadas, Yad Vashem se ha dedicado a recopilar documentos y registros de fuentes primarias del período del Holocausto. Estos documentos se encuentran en los incomparables Archivos Yad Vashem, que contienen más de 270 millones de páginas de documentación, fotografías, metraje de películas y escritos de la era del Holocausto. Esta colección masiva comprende información detallada relativa a millones de víctimas y sobrevivientes del Holocausto, así como de los perpetradores. Cuenta las historias de decenas de seres humanos que llevaron una vida plena y variada hasta que se encontraron en la vorágine del Holocausto y eligieron servir a la máquina asesina nazi, o de quienes fueron perseguidos, cazados y finalmente asesinados por ninguna otra razón que no fuera su herencia judía.
El dedicado personal de los Archivos de Yad Vashem tiene una misión vital: revisar los millones de páginas de documentación para reconstruir el complejo rompecabezas del Holocausto, para que el mundo pueda comprender mejor este período oscuro de la historia humana, y su relevancia para la sociedad actual.
Debido a la pandemia del coronavirus COVID-19, que restringe al público la visita al Monte del Recuerdo en Jerusalén, Yad Vashem ha estado produciendo una serie de conferencias en línea para continuar con su misión de crear conciencia sobre el Holocausto. En este contexto, Bettina Malka-Igelbusch, Directora del Departamento de Servicios de Información y Referencia de los Archivos de Yad Vashem, presentó recientemente dos artículos importantes que retratan diferentes perspectivas de las atrocidades del Holocausto en una conferencia virtual «entre bastidores» para el público titulada: «Documentos raros de los archivos de Yad Vashem».
El primer artículo que se mostró fue un libro de visitas perteneciente a Rudolph Hoess (Höss), el comandante del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. El artículo fue encontrado entre las pertenencias del exnazi cuando los oficiales británicos lo arrestaron en 1946. La familia Hoess (Höss) vivía en una villa adyacente al campo de concentración. El libro de visitas contiene mensajes dejados por los visitantes, la élite del partido nazi y las SS concretamente, expresando agradecimiento y gratitud por la agradable hospitalidad que les brindaron el Comandante y su familia.
Bettina Malka-Igelbusch declaró:
«La yuxtaposición de este libro de visitas que refleja la vida familiar normal y alegre en la villa Hoess, situada justo al lado del campo de exterminio, y los horrendos eventos en el campo, ilustra la brutalidad y barbarie de los perpetradores nazis».
El siguiente elemento destacado en esta conferencia virtual fue un majzor, libro de oraciones, escrito por Naftali Stern mientras estaba encarcelado en el campo de trabajo de Wolfsberg, un subcampo del campo de concentración de Gross-Rosen, en septiembre de 1944. Ese mes, los judíos encarcelados en Wolfsberg recibieron un permiso especial para conmemorar el Año Nuevo judío, tal como lo hicieron los judíos de todo el mundo hace solo unos meses. Stern, quien fue elegido para dirigir el servicio tradicional de Rosh Hashaná, escribió, de memoria, las oraciones para este día sagrado. Incluso arriesgó su vida para cambiar sus escasas porciones de comida a fin de conseguir los pedazos de papel y lápiz para escribir estas oraciones por el servicio.
Bettina Malka-Igelbusch explicó:
«El majzor de Wolfsberg es un ejemplo de resistencia judía y de cómo estos prisioneros perseguidos lucharon para defender sus tradiciones incluso con un gran riesgo personal. Los nazis no solo deseaban aniquilar a los judíos físicamente, sino también querían extinguir su fe, tradición y cultura, el espíritu judío».