"No me olvides" - Álbumes infantiles de la época del Holocausto

Lydia Suzana Hönig | Lydia Brenners


Lydia Suzana-Zsuzsa Hӧnig nació en 1932 en Novi Sad, Yugoslavia (actualmente Serbia) en el seno de una familia judía educada y pudiente. El padre, Sigmund-Zelig, nacido en Budapest, era farmacéutico y dueño de una firma de químicos y cosméticos, y la madre, Olga (de soltera Vajda), había nacido en Novi Sad y trabajaba en la empresa familiar. La hija mayor, Vera, nació en 1925. Lydia y su hermana asistían a la escuela judía local, que estaba situada cerca de la sinagoga. Lydia también concurría a clases de ballet y era una bailarina talentosa que practicaba su arte en público.

En 1941 Novi Sad fue anexada a Hungría. En enero de 1942 se decretó un toque de queda y policías y soldados húngaros irrumpieron en las viviendas de los residentes, mataron a 1.300 personas, incluidos 800 judíos y arrojaron los cuerpos en el Danubio. Durante el ataque el padre de Lydia fue llevado de un centro de reunión situado en el Centro Deportivo a la prisión, junto con otros hombres. Lydia, su madre y su hermana, fueron transportadas en camiones a los baños situados en la orilla del Danubio; allí oyeron disparos. Cuando el tiroteo amainó las tres fueron conducidas al Centro Deportivo y luego se les permitió regresar a su casa. También el padre fue liberado y regresó a su hogar. Esa misma noche la familia decidió escapar de Novi Sad y buscar refugio entre los parientes de Sigmund en Budapest.

Después de llegar a Budapest Lydia fue enviada a una escuela interna judía. Un empleado de la fábrica de Novi Sad consiguió enviarles algún dinero y pertenencias. Sigmund adquirió documentos falsos para la familia y rentó un apartamento en la ciudad. En el verano de 1942 Lydia dejó el internado y volvió a reunirse con su familia. Esta se mudó de apartamento varias veces y Lydia trabajó como costurera y luego como nodriza en una casa cristiana.

Después de la ocupación alemana de Hungría los Hӧnig se mudaron al sótano de un edificio, en el que vivieron hasta el fin de la guerra. Durante todo ese tiempo siguieron estando en contacto con sus familiares que vivían en el gueto de Budapest.

Después de la liberación Sigmund, Olga, y las hijas Vera y Lydia regresaron a Novi Sad. En 1948 emigraron a Israel.