El juego de sus vidas
Las historias de Justos de las Naciones que dedicaron sus vidas al deporte

Danielius Žilevičius, Ona y Adolfina Žilevičienė

Lituania

Danielius Žilevičius, 1929 Danielius Žilevičius is third from the right 1923, equipo de f'útbol L.F.L.S.. Danielius Žilevičius es el segundo desde la izquierda Década de los 1920. Equipo de béisbol de L.F.L.S. Danielius Žilevičius está de pie en la fila de atrás, tercero desde la izquierda Década de los 1920. Equipo de f'útbol L.F.L.S.. Danielius Žilevičius es el segundo desde la izquierda Boda de Ona y Danielius, septiembre de 1934, Tytuvenai Danielius y Ona Žilevičius, 1937 De izquierda a derecha: Adolfina sosteniendo al pequeño Tadas, Judita (la niña), Danielius y Ona Žilevičius, 1939 De izquierda a derecha: Ona Žilevičienė, Genia Rudnik (el sobreviviente) y Adolfina Žilevičienė. Vilnius, 1943 De izquierda a derecha: Tadas, Ona, Danielius y Judita Žilevičius. Tytuvenai, 1943 o 1944 En el tren de Lituania a Alemania. Ona sostiene a Judi y su hermana Ale sostiene a Tadas. Breslau, 1944 Danielius Žilevičius (izquierda, al frente) jugando al ajedrez Danielius Žilevičius, década de los 1950
Danielius y Ona Žilevičius, 1937

Ona Žilevičienė (de soltera Akmenskienė, nacida en 1912) vivía con su esposo Danielius (nacido en 1900) y su suegra Adolfina Žilevičienė en Vilnius. Trabajaba como secretaria en el Ministerio de Salud. Danielius trabajaba en el Ministerio del Interior y jugaba para el club de fútbol L.F.L.S. y la selección de Lituania. El L.F.L.S. tenía su sede en Kaunas en los años de entreguerras. Había sido fundado en 1919 y poseía un equipo multinacional: cuatro lituanos, cuatro alemanes, un inglés, un judío y un serbio.

Durante la ocupación alemana Ona solía ver desde la ventana de su oficina a un grupo de judíos que eran traídos desde el gueto para lavar los pisos y los lavabos y apalear la nieve del terreno y las canchas de tenis adyacentes. Después de un  tiempo Ona advirtió que una de las mujeres judías venía siempre con una niña, que parecía tener cuatro años. Dado que también ella tenía una hija de cuatro años, se acercó a la mujer y se dio a conocer. Esta se llamaba Polia Rudnik y el nombre de la niña era Genia. Desde entonces Ona las saludaba cada vez que las veía y siempre le daba a la niña alguna cosa. En ocasiones venían también a trabajar el esposo de Polia, Isaak-Avraham y Simja, el hijo de diez años, por lo que Ona también los pudo conocer.

En el verano de 1943, cuando los alemanes comenzaron a deportar a los habitantes del gueto a Estonia, Polia Rudnik le suplicó a Ona que salvase a Genia. Ona consultó con su esposo y su suegra y dio su consentimiento. Después de algunos días, al fin de la jornada, salió del ministerio acompañada de Genia. Envuelta en la sensación que la gente a su alrededor se podría dar cuenta de que la niña provenía del gueto, caminó aterrorizada por las calles de la ciudad. Después de llegar a la casa, la suegra de Ona desvistió a la niña, quemó sus ropas que estaban infestadas de piojos y le lavó el pelo con querosene. Limpia y alimentada la chica fue llevada al cuarto de los niños, que ahora era sólo para ella. El hijo y la hija del matrimonio Žilevičius fueron llevados a la casa de la madre de Ona en Tytuvenai, cerca de Šiauliai. Convinieron que si se producía una inspección de documentos Genia pasaría como la hija de ambos, Judyta. Los vecinos y amigos no sabían nada de la presencia de Genia en la casa.
El matrimonio Žilevičius trataba a Genia con afecto genuino y tenían la esperanza que sus padres sobrevivirían. Después de la liquidación del gueto en septiembre de 1943 no volvieron a escuchar de ellos.

Genia Rudnik permaneció en la casa de la familia Žilevičius hasta la liberación. De cuando en cuando Ona y Danielius iban a Tytuvenai a visitar a sus hijos pero  no los traían de regreso a Vilna debido a la escasez de comida y la presencia de la niña judía. En el verano de 1944, cuando Ona estaba visitando a sus hijos en Tytuvenai, las líneas del frente se alejaron más al oeste y ella perdió contacto con su marido. Desconociendo lo que acontecía en Vilnius por entonces, tomó a los niños y huyó hacia el oeste, alejándose de las tropas soviéticas que se aproximaban. Pasaron algunos años hasta que pudiese descubrir que Danielius estaba vivo y ambos pudieran comunicarse.

Mientras tanto en julio de 1944 el Ejército Rojo había liberado Vilnius. Cenia continuó viviendo con Danielius y Adolfina Žilevičiuses, ahora legalmente, pero no se sabía nada de sus padres. En 1947 la comunidad judía local se hizo cargo de la sobreviviente y la puso en manos de una familia judía adoptiva. En 1957 Genia abandonó Lituania y dos años más tarde emigró a Israel. Se escribió con Danielius hasta la muerte de éste en 1963. Ona, que se radicado en los Estados Unidos y acortado su apellido a Zilius, encontró a Genia (su apellido de casada era Gorelik) en el año 2000.

El 26 de abril de 2006 Yad Vashem reconoció a Ona Zilius (Žilevičienė), Danielius Žilevičius y Adolfina Žilevičienė como Justos de las Naciones.

Yad Vashem agradece a Judita Clow y a Jane campbell por la entrega de materiales adicionales y referencias para esta historia.