Además de actividades culturales y políticas, en los campos de desplazados se crearon clubes deportivos y se organizaron competiciones. Estos eventos revistieron gran importancia para los sobrevivientes, dado que enfatizaban su independencia y fuerza de espíritu, significando para ellos una vuelta a la normalidad.
Cada periódico que se publicaba incluía una sección de deportes y en las secciones de publicidad era frecuente encontrar anuncios e invitaciones a eventos deportivos.