Gerda Valentiner
Dinamarca
Gerda Valentiner había sido una maestra que formó parte de la resistencia danesa durante la ocupación alemana; participó en el traslado de los judíos daneses a Suecia. Durante las fatídicas semanas de octubre de 1943 en las que se planeaba la deportación de los judíos de Dinamarca reunía niños judíos y los llevaba a su casa, para esperar el momento adecuado para trasladarlos a la costa desde la cual serían llevados a Suecia.
No sólo arriesgaba su vida por esos niños sino que también manifestaba una gran sensibilidad y respeto por las costumbres religiosas de sus protegidos. Al comprobar que algunos de ellos cumplían las leyes dietéticas judías y por ello solamente comían pan, compró utensilios nuevos y alimentos que podían comer.
Moritz Scheftelowitz relató en Yad Vashem que Gerda Valentiner había sido la maestra de su hermana y que una noche de septiembre de 1943 llegó a la casa de sus padres, Ester y Reuben Scheftelowitz, para prevenirlos del inminente peligro. Unos días después Moritz y sus hermanas Dora (más tarde Diamant) y Rita (más tarde Felbest), se mudaron a la casa de Gerda y permanecieron con ella hasta que pudo organizar su traslado. Dos intentos de abandonar el país fracasaron; recién tuvieron éxito con el tercero. Zarparon en un barco de pesca desde un amarradero situado a 10 km de Copenhague. Después de una noche plagada de dificultades llegaron a Landskrona, Suecia.
Al ser preguntada por sus empeños durante la guerra, contestó con modestia:
"Hice sólo lo que muchos daneses hicieron, nada especial. Pensábamos que era perfectamente natural ayudar a personas en peligro de muerte".
Después de la guerra tomó una licencia de su trabajo como maestra para trabajar durante dos años como voluntaria en campos de refugiados judíos en Alemania y Austria. En 1971, cuando tenía 68 años, se retiró de la enseñanza y viajó a Israel por un año para conocer el país y estudiar hebreo.
El 28 de julio de 1968 Yad Vashem reconoció a Gerda Valentiner como Justa de las Naciones.