Johan (Joop) Westerweel
Holanda
Johan (Joop) Westerweel comenzó su carrera docente en las Indias Orientales Neerlandesas, pero fue despedido por negarse a ser reclutado para el ejército debido a sus convicciones pacifistas. Su formación cristiana estricta –sus padres habían pertenecido a los derbistas, una secta protestante inconformista - le impartió un sentido de la justicia universal y la creencia en la bondad básica de las personas. Al regresar a Holanda comenzó a enseñar en una escuela del Werkplaats en Bilthoven, en la que se aplicaban los métodos educativos progresistas e innovadores de su fundador, Kees Boeke. En Bilthoven el matrimonio Westerweel conoció a niños judíos refugiados que habían llegado a Holanda durante los años 1930, en particular de Alemania. En 1940 Joop y su esposa Wilhelmina (Wil) se mudaron a Rotterdam, donde Joop había sido nombrado director de uno de los colegios Montessori.
En 1942 la pareja tenía cuatro hijos. Sin embargo dedicaban su vida a ayudar a otros, y por entonces habían estado albergando refugiados judíos en su hogar.
Mirjam Waterman (de casada Pinkhof), una colega y amiga de Joop del Werkplaats, le hizo conocer un grupo de jóvenes pioneros sionistas (jalutzim) en Loosdrecht, cerca de Ámsterdam. Joop reconoció en ellos un gran sentido de idealismo y firmes principios y sintió una gran afinidad para con el grupo. Cuando el grupo de Loosdrecht recibió el 15 de agosto de 1943 un aviso del Consejo Judío de que estaban por ser deportados, Joop y sus amigos –que iban a ser conocidos como el grupo Westerweel- pusieron a disposición lugares de escondite para cada uno de sus 50 miembros. 33 sobrevivirían la guerra; el resto fueron deportados a consecuencia de una delación.
Al comprobar que el ocultamiento no era suficiente para salvar a los judíos el grupo de Westerweel comenzó a idear formas para ayudarlos a escapar del territorio holandés. En diciembre de 1943 condujo a un grupo de jalutzim a Francia. Al pie de los Pirineos, en un dramático discurso, instó a los jóvenes que estaba a punto de despedir a recordar el sufrimiento de todo el mundo. Les imploró conceder libertad y dignidad a todos los habitantes de un futuro estado judío. "No más guerras" fueron sus últimas palabras antes de despedirse de ellos.
Ese mismo mes Wil fue arrestada durante un intento de liberar a Lettie Rudelsheim (más tarde Ben Heled), una de los miembros más activos de Hejalutz, de la prisión de Scheveningen. A consecuencia de la detención de su esposa, Joop colocó a sus cuatro hijos en casas de amigos de la familia, renunció a su puesto en el colegio Montessori y pasó a la clandestinidad. El 11 de marzo de 1944 Joop y su colaborador Bouke Koning fueron capturados en la frontera con Bélgica junto con dos mujeres judías que estaban acompañando. Joop fue encarcelado en el campo de Vught, donde fue torturado. Muy rápidamente se convirtió en el líder espiritual de muchos de los prisioneros. Su inquebrantable espíritu ante la brutalidad de la vida en el campo instiló esperanza y fortaleza a quienes lo rodeaban. Su última comunicación con el mundo exterior fue un poema, titulado “Avond in de Cel” (Anochecer en la celda), escrito en julio de 1944. La poesía está llena de optimismo, habla de la belleza de la naturaleza y de una vida de plenitud y convicciones. Jop Westerweel fue ejecutado el 11 de agosto de 1944 en el campo de concentración de Vught. Su esposa, encerrada en el mismo campo, tuvo que presenciar la ejecución. Ella sobrevivió los campos y regresó a su familia después de la guerra.
Una hija de Westerweel, Marta, se radicó en Israel, donde conoció a muchos de los sobrevivientes ayudados por su padre. "Tenía tres años y medio cuando mi padre fue arrestado y cinco cuando fue ejecutado. Nunca lo conocí realmente. En Holanda era una niña sin padre; en Israel me convertí en la hija de mi padre", comentó. De los sobrevivientes escuchó historias sobre su progenitor. "Sé que los sobrevivientes pasaron por tragedias terribles", dijo, "pero en cierto modo los envidio, porque conocieron a mi padre".
El 6 de junio de 1964 Yad Vashem reconoció a Johan Gerard Westerweel y a su esposa, Wilhelmina Dora Westerweel-Bosdriesz, como Justos de las Naciones.