En los últimos meses, la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto, en colaboración con el Servicio de Seguridad General de Israel (GSS), llevó a cabo un proyecto único para conmemorar a los Justos de las Naciones que unieron su destino con el Estado de Israel y el pueblo judío. El proyecto logró localizar los nombres y lugares de entierro de 112 Justos que vivían en Israel, después de ello, inició una investigación en profundidad, además de reuniones con las familias de los rescatadores y sobrevivientes, que dieron como resultado una gran cantidad de información sobre las operaciones de rescate, las vidas de los salvadores en Israel y sus actividades.
La iniciativa involucró a unos 550 voluntarios del GSS que, además del ajetreado trabajo habitual, participaron en una operación, casi militar, de descubrimiento e investigación con el fin de estudiar a los Justos y sus historias. Los voluntarios fueron guiados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Departamento de las Fuerzas de Seguridad de la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto, y asistidos por el Departamento de Justos de las Naciones de Yad Vashem y la División de Archivos.
La culminación del proyecto fue en el Día del Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo de 2021, cuando tuvieron lugar, por primera vez, decenas de ceremonias conmemorativas en cementerios de todo el país, a las que asistieron voluntarios del GSS, representantes de los rescatadores y sobrevivientes, personal de Yad Vashem, un sacerdote que dirigió los servicios de oración y el Embajador de Albania en Israel.
Simultáneamente, se realizaron dos ceremonias conmemorativas en cementerios del exterior con la participación de miembros de las familias de los Justos. Las tumbas de los Justos fueron marcadas con placas conmemorativas con la inscripción «Jésed ajarón» («Un último acto de gracia») y una indicación sobre la pertenencia a un Justo de las Naciones.
En el impresionante trabajo de investigación, una gran cantidad de información condujo a revelaciones conmovedoras, como la inauguración de la tumba del Justo de las Naciones de Polonia, el profesor Pawel Horbaczewski, quien donó su cuerpo a la ciencia y fue enterrado en el cementerio de Holón en 1982 sin una lápida. En una ceremonia emocionante, en conjunto con la Sociedad de Entierro de Tel Aviv, Yad Vashem y el GSS, finalmente se colocó una lápida en su tumba.
Otro evento inaudito y emotivo ocurrió, cuando los voluntarios del proyecto organizaron una reunión entre Jarosława Lewicka, una Justa de las Naciones que vive en Israel, y Yoram Mirón, el niño a quien salvó en el Holocausto. Ninguno sabía que el otro vivía en Israel y sin este «último acto de gracia» probablemente nunca se hubieran reencontrado.
Osnat Nir, la Directora del Departamento de las FDI y las Fuerzas de Seguridad concluye:
«Todavía estamos muy conmovidos por las reacciones del proyecto. Esto incluye a las familias de los rescatadores y los sobrevivientes, los voluntarios e incluso al personal de Yad Vashem, que tuvo el privilegio de participar en la revelación de estas historias, de estos rayos de luz y moralidad que vivían en Israel».
(Del original en inglés).