"¡¡Mis queridos!! Les escribo esta carta antes de mi muerte, pero desconozco el día exacto en el que yo y mis familiares seremos asesinados, solamente porque somos judíos."
Fanya Barbakow escribió estas palabras en un búnker en Druja, a sus hermanos Chaya y Manos.
Fanya Barbakow nació en 1923 en Druja, Polonia (actualmente Bielorrusia). Sus padres, Zeev-Velvel y Zisale, tenían dos hijos y cinco hijas: Jaim, Manos, Sonia, Bluma, Chaya, Fanya y Sima. Zeev poseía un molino de harina que permitía un buen pasar a su familia.
Fanya concurría a la escuela local polaca y en el año académico 1940/41, bajo el régimen soviético, estaba asignada a completar sus estudios en la escuela secundaria rusa.
La familia Barbakow fue confinada en el gueto de Druja junto con los demás judíos del lugar. Su hermana, Chaya Kagan (Barbakow), recuerda: "En el gueto Fanya andaba con la cabeza bien alta, llena de cierta confianza interna. Ella alentaba a su familia y sus contemporáneos a presentar una fachada judía digna ante los alemanes. A menudo cantaba en ruso una canción que expresaba oposición a los alemanes."
En el jardín de los Barbakow había un sótano que se utilizaba para almacenar hielo en el verano. La familia se escondió en un búnker excavado bajo el sótano. El escondite fue descubierto durante la liquidación del gueto en el verano de 1942 y todas las personas que se encontraban en su interior fueron asesinadas.
La carta que aquí se presenta fue escrita por Fanya durante varios días dentro del búnker, sobre un trozo de papel. En el dorso agregó algunas palabras en ídish, presumiblemente poco antes de que el escondite fuese descubierto. Miron Vassiliav, un amigo cristiano de la familia, encontró la carta y la entregó a un sobrino de Fanya, Zusia Berkman, después de la guerra. Zusia sobrevivió escondido en la casa de un granjero cristiano y luego viviendo en los bosques con los partisanos junto con su padre. La hermana Chaya, que estudiaba en Vilna, escapó a la Unión Soviética cuando los alemanes ocuparon la ciudad y sobrevivió. Su hermano Manos fue evacuado a Siberia por los soviéticos junto con su esposa, y sobrevivió; vivó en la Unión Soviética hasta su fallecimiento en los 1970. El hermano Chaim consiguió abandonar Druja antes de la guerra y emigró a la Argentina.
En 1979 Zusia Berkman llenó Hojas de Testimonio en memoria de sus familiares asesinados en el Holocausto. Su madre, Sonia Berkman (Barbakow), sus hermanas Rasia y Zeldale, su abuelo Zeev, su abuela Zisale, y sus tías Bluma Kruman (Barbakow), Fanya y Sima. Después de la muerte de Chaya sus hijos encontraron un atado de cartas, envuelto en tela, dentro de su ropero. En 2007, los hijos de Chaya, Etta Feldman y Zeev Kagan, donaron la carta de Fanya a Yad Vashem para que sea preservada para la posteridad.
Saludo de despedida antes de la muerte de Fanya y de todos los miembros de la familia.
¡¡Mis queridos!! Les escribo esta carta antes de mi muerte, pero desconozco el día exacto en el que yo y mis familiares seremos asesinados, solamente porque somos judíos. Todos nuestros hermanos judíos fueron asesinados y murieron una muerte ignominiosa a manos de sus asesinos… No sé quién quedará vivo de nuestra familia, y quién tendrá el honor de leer mi carta y mi orgulloso saludo antes de la muerte de mis seres amados y queridos, torturados por los asesinos.
¡Querida Chayale! ¡Querido Monuska! Es posible que ustedes sobrevivirán. Vivan felizmente y bien. Nosotros marchamos orgullosamente a la muerte, ese es nuestro destino.
Según lo que sabemos, Blima y su familia ya han perecido. No puedo seguir escribiendo. Todos nuestros familiares están llorando y lamentando su destino. Dejo la carta con el mejor de nuestros amigos, que tanto ha hecho por nosotros hasta ahora.
Suya,
Fanya y toda la familia
Estamos todos echados en un búnker. Estoy completamente segura de que todos ustedes sabrán el lugar de nuestra sepultura. Madre y padre aguantan a duras penas. Me tiembla la mano y me cuesta terminar de escribir. Estoy orgullosa de ser judía. Muero en aras de mi pueblo. No le he dicho a nadie que estoy escribiendo una carta antes de morir. ¡Pero!.. Cuánto añoro vivir y alcanzar algo bueno en la vida. Pero todo está ya perdido… Adiós. Su pariente Fanya en nombre de todos: padre, madre, Sima, Sonia, Zusia, Rasia, Hatza (Yehezkel). Y en nombre de la pequeña Zeldale que todavía no entiende nada.
Druja, en el campo de concentración, antes de ser fusilados, en el escondite.
Martes, 4 de la mañana
16 de junio de 1942
Adiós a todos.
Suya, Fanya
Al dorso de la carta Fanya agregó lo siguiente en ídish:
Dios es justo y Su juicio es justo. Todos pecamos. Nuestras escasas posesiones están escondidas en la casa. Pero hemos perdido nuestras vidas. Todo ha terminado. Hermanos de todos los países, vénguenos. Estamos siendo conducidos como rebaño al matadero.
Fanya