"Mi querida madre, te estoy escribiendo. Quiero verte…"
Yaakov-Mordke Paluch, su esposa Helena (de soltera Wajnrajter) y sus cuatro hijos – Israel Leib (n. 1919), Itzik Mendel (n. 1921), Sonya y Hersch (n. 1929) – vivían en Końskie, distrito de Kielce, Polonia. Yaakov-Mordke y Helena se divorciaron y en 1935 Helena y su hija Sonya emigraron a la Argentina. Yaakov-Mordke se mudó a Francia, estableciéndose en Marsella, mientras que sus otros tres hijos vivían en Końskie en la casa de sus abuelos maternos, Samuel y Rachel Wajnrajter. Helena permaneció en contacto con sus hijos y se escribió con ellos a lo largo de los años.
Después del comienzo de la guerra Israel Leib e Itzik Mendel escaparon a la Unión Soviética; Itzik se alistó en el Ejército Rojo. Hersch y sus abuelos fueron confinados en el gueto de Końskie. En un intento desesperado de sacar a Hersch de Polonia, Helena logró obtener en enero de 1941 un permiso de entrada a la Argentina de la Oficina de Inmigración del Ministerio de Agricultura. Sus esfuerzos fracasaron trágicamente cuando el consulado argentino en Berlín se negó a firmar el visado. Hersch escribió su última carta a la madre después de que sus abuelos fallecieran de neumonía en el gueto y él se quedó completamente solo. En noviembre de 1942 el gueto de Końskie fue liquidado y todos sus habitantes fueron deportados a Treblinka. Israel Leib e Itzik Mendel sobrevivieron. En 1971 Helena Paluch llenó Hojas de Testimonio en memoria de su hijo Hersch y sus padres Samuel y Rachel. La última carta de Hersch fue donada a Yad Vashem por Liora Sadeh, la hija de Sonya Paluch Pepperling.