SHOAH
La nueva exposición permanente en el Bloque 27
del Museo de Auschwitz-Birkenau
Avner Shalev
Auschwitz-Birkenau, lugar en el que más de un millón de hombres, mujeres y niños judíos y aproximadamente 125.000 no judíos fueron asesinados por los nazis alemanes, ha entrado en la consciencia de los hombres como la representación de la maldad humana suprema, así como el símbolo del Holocausto del pueblo judío – la Shoah. Esto encontró su expresión en la decisión de la ONU de establecer el 27 de enero como Día Internacional de Recordación del Holocausto, la fecha en la que el ejército soviético liberó el campo. El alcance extensivo de la investigación, la literatura, emprendimientos educativos y visitas a Auschwitz-Birkenau a lo largo de los años atestiguan su lugar de prominencia en la cultura global de la memoria.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial las autoridades comunistas de Polonia decidieron inaugurar un museo estatal e internacional en Auschwitz I – el antiguo campo de concentración. Asimismo acordaron dejar a Auschwitz II/Birkenau, el campo de exterminio situado a unos tres km de Auschwitz I, en el estado en el que había sido encontrado al ser liberado. Se construyó un monumento en el lugar y subsecuentemente se agregó una exhibición conmemorativa en el edificio de la "Sauna". Paralelo a la exposición en el Museo Estatal de Auschwitz I las autoridades facilitaron la apertura de algunas exhibiciones nacionales en los antiguos bloques de prisioneros, incluida una judía en el Bloque 27, que fue realizada en los años 1960. Con el paso del tiempo esas exposiciones nacionales se fueron volviendo gradualmente obsoletas, en términos de contenido y de las muestras. La del Bloque 27 también se fue deteriorando y descuidando, y la mayoría de los visitantes dejaron de concurrir para verla. Algunos grupos judíos e israelíes iban al lugar por algunos minutos como acto de reflexión y recordación hacia las víctimas de la Shoah.
A principios de los años 1990, después de la caída de la Cortina de Hierro, numerosos países comenzaron a modernizar y mejorar sus exhibiciones y los contenidos que se presentan hoy en día son más exactos y se ocupan del destino de las comunidades judías de cada país – la vida antes de la guerra, el comienzo de las persecuciones, la concentración y deportación de los judíos al "Este" para ser asesinados. También el museo estatal polaco decidió hace un tiempo renovar la exposición central y ya comenzaron las obras. Después de la visita del primer ministro Ariel Sharón a Auschwitz-Birkenau en 2005 el gobierno de Israel decidió –en nombre del pueblo judío- reemplazar la exposición que existía en el Bloque 27 y emplazar una nueva. Yad Vashem se hizo cargo de la responsabilidad de diseñar la nueva exposición, con la financiación del gobierno israelí y la "Claims Conference".
El desafío con el que tuvo que enfrentarse Yad Vashem fue considerable. En esencia consistía de tres preguntas:
¿Cuál sería el tema de la nueva exhibición? ¿Cuál sería la concepción del diseño? ¿Cómo combinar el tema y el diseño para facilitar una visita breve de 20-30 minutos como parte de de un recorrido guiado de visitantes, en su mayoría jóvenes estudiantes? Nuestras respuestas se basaron mayormente en el examen de las exhibiciones existentes en el Museo Estatal: su funcionamiento, el carácter de las visitas, la planificación de la nueva exposición en el museo polaco y el lugar que ocupa Auschwitz en el ámbito de la recordación del Holocausto.
La exposición del Museo Estatal está colmada de objetos originales impresionantes y cargados de emotividad. La nueva contará con medios semejantes y se ocupará más en profundidad del destino de los judíos en Auschwitz I y en Birkenau.
Para el tema central en la nueva exhibición de Yad Vashem en el Bloque 27 fueron propuestas distintas ideas: el destino de los judíos en los campos de concentración y exterminio Auschwitz I y Birkenau; el Holocausto de los judíos polacos; la confrontación de los judíos con el Holocausto durante su implementación; el proceso de regreso a la vida; etc.
No obstante nuestras reflexiones y consideraciones nos llevaron a concluir que debíamos ocuparnos de la Shoah -el asesinato del pueblo judío- en su totalidad. O sea que en lugar de presentar una exhibición histórica que presentara la persecución de los judíos antes de los asesinatos en masa, decidimos mostrar brevemente y en esencia los aspectos fundamentales del Holocausto, para traer a la conciencia de los visitantes de qué modo Auschwitz-Birkenau era parte del relato más amplio y más complejo de la Shoah.
La decisión acerca del contenido influyó sobre la concepción del diseño. Comprendimos que el lenguaje del mismo debería estar enfocado y ser conciso y claro. Información básica debía de ser integrada dentro de una experiencia derivada de la ubicación de la exposición: en el sitio original y escalofriante en el que se llevó a cabo un genocidio sin precedentes en la historia humana. Por lo tanto debíamos conservar la vivencia del vínculo entre el interior de la exposición y el exterior, el lugar en la cual está situada. Es por ello que decidimos dejar expuestas las ventanas originales para que el visitante tenga una conexión visual directa con el campo a su alrededor.
Decidimos dedicar algunos capítulos a cuestiones centrales relacionadas con la Shoáh: ¿Cuál es la definición de Shoáh? ¿Quiénes fueron los judíos asesinados? ¿Cuáles fueron las motivaciones que condujeron a la destrucción de las comunidades y el asesinato de los judíos? ¿Cómo fue ejecutado el exterminio? ¿Cómo se midieron los judíos con el terror del Holocausto? ¿Hasta qué punto fue total y amplio el intento de exterminio? Simultáneamente nos sentíamos profundamente comprometidos a mostrar a los visitantes los nombres de las víctimas judías, cada una de ellas un ser humano. Este complejo proceso nos condujo a una nueva concepción museológica, un programa de diseño único que difiere de los métodos de exhibición usuales en museos históricos en el mundo. En el proceso de desarrollo participaron curadores, historiadores, filósofos, artistas y diseñadores. El concepto fue presentado ante el Comité Interministerial que acompaña el proyecto y el Comité Consultivo Internacional compuesto principalmente por historiadores y supervivientes del Holocausto presidido por el prof. Elie Wiesel.
La dirección del Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau recibió con beneplácito nuestra idea, considerándola como un contexto complementario a las otras exposiciones del museo. Propusimos también a la dirección del museo colocar la nueva exposición judía fuera del Bloque 27 y trasladarla al campo de extermino de Birkenau. Esta proposición no fue aceptada, de acuerdo con la política del museo de preservar ese campo lo más cercano posible a las condiciones que reinaban en él al finalizar la guerra, y no convertirlo en un sitio de exhibiciones de museo.
En el vestíbulo de la nueva exhibición en el Bloque 27 está grabada una definición de la Shoah. En el pasillo que sale del hall de entrada el visitante observa y escucha palabras y voces de oración – una expresión universal y judía del espíritu humano. En el espacio siguiente se revela ante sus ojos la existencia vibrante, diversa y multifácetica de los judíos de Europa y el norte de África sobre un montaje cinematográfico que lo envuelve y en el que se exhiben videos originales de la vida judía en el periodo de entreguerras. A continuación el visitante se confronta con la ideología nazi, el motor principal de la campaña asesina emprendida por la Alemania nazi para aniquilar a todos los judíos. Esto proporciona el contexto esencial para la presentación siguiente. Primero un espacio que describe el asesinato del pueblo judío y que también muestra un mapa de grandes dimensiones que ilustra la vasta geografía del genocidio. En el espacio siguiente se exhiben la lucha del individuo contra esa espantosa realidad y el intento de mantener la dignidad personal y comunitaria. El próximo espacio está dedicado al millón y medio de niños asesinados en el Holocausto, por medio de una creación artística compuesta de fragmentos de dibujos inspiradores y desgarradores realizados por niños durante el Holocausto, copiados por la artista sobre la pared del espacio. A esto le sigue el monumental "Libro de los Nombres" que contiene los nombres de millones de víctimas judías, creado especialmente para esta exhibición. Finalmente el visitante contempla fotos que documentan las vidas que reconstruyeron para sí mismos muchos sobrevivientes y tiene la posibilidad de meditar sobre la miríada de preguntas que despierta este evento sin precedentes en la historia humana.
La exhibición constituye un nuevo modo de presentar las dimensiones primarias de la Shoah, colocando al individuo en el centro. Está construida por capítulos que transmiten los temas centrales, no necesariamente históricos, que expresan un estrato ético-cultural más profundo de conmemoración del Holocausto. Esto está diseñado para despertar en el visitante una experiencia profunda y significativa cuyo propósito es despertar en él reflexiones sobre sus valores fundamentales como ser humano y como miembro de una sociedad y civilización universales.