Antonina Gordey
(Bielorrusia)
Antonina Gordey (de soltera Zhur) era la nodriza de los niños de la familia Ledvich, unos judíos de Minsk. Ella cuidaba a Rafail de seis años y a Raya, de tres. El jefe de la familia, Morduj Ledvich, era un ingeniero civil; su esposa Fanya era directora de un jardín de infantes. Al producirse el ataque alemán a la Unión Soviética Morduj fue reclutado para el Ejército Rojo y Fanya recibió órdenes de evacuar el jardín de infantes al Este. Los niños debían haber sido evacuados con su madre pero el bombardeo, que comenzó el 26 de junio de 1941, lo impidió. Fanya debió abandonar apresuradamante la ciudad con los alumnos y el personal del jardín de infantes, pero sus propios hijos no llegaron al punto de reunión a tiempo y quedaron en Minsk, que fue ocupada por los alemanes dos días después.
El edificio de apartamentos en el que vivía la familia Ledvich fue destruido por completo. Antonina se tuvo que mudar con los niños a la casa de unos amigos. Después de unos días los llevó a un orfanato, suponiendo que allí serían por lo menos alimentados. Poco después los dos hermanos, junto con otros niños judíos, fueron transferidos a un orfanato del gueto. Antonina siguió visitándolos, les traía comida y les prometió que los llevaría consigo apenas consiguiese trabajo y alojamiento.
Pasaron algunos meses. Cierto día Antonina llegó al gueto para visitar a los niños y no pudo encontrar a Rafail. Algunos pupilos le informaron que los alemanes habían estado extrayendo muestras de sangre del chico, lo cual causó su muerte. Temiendo perder también a la pequeña Raya ese mismo día la sacó del gueto.
Durante el invierno de 1941-1942 Raya carecía de ropa invernal y sufría de malnutrición. Antonina la llevó a la casa de su hermana, donde permaneció hasta que la nodriza encontró un lugar para vivir y una fuente de ingreso. La situación mejoró un poco después de que Antonina contrajo matrimonio. Su esposo no se enteró sobre la identidad de la niña y supuso que Raya era hija ilegítima de su mujer. Antonina nunca negó esto, pero como no poseía documentos que lo probase escondía a Raya cada vez que extraños o alemanes daban vueltas por el lugar. En 1943 Antonina tuvo un hijo al que llamaron Vladimir. Sin embargo siguió preocupándose y amando a la niña, protegiéndola de peligros potenciales.
Después de la liberación Morduj y Fanya Ledvich regresaron a Minsk y encontraron a Raya sana y salva. Antonina les relató todo lo que sabía sobre las circunstancias del fallecimiento de Rafail. La salvadora y la superviviente vivieron en la misma ciudad durante muchos años y siguieron en contacto hasta la muerte de Antonina en 1978.
El 9 de mayo de 2007, Yad Vashem reconoció a Antonina Gordey como Justa de las Naciones.