Shmerke Kaczerginski y las grabaciones para la Comisión Histórica Judía de Múnich, 1946
Shmaryahu (Shmerke) Kaczerginski nació el 28 de octubre de 1908 en Vilna. Sus padres murieron al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Shmerke (que entonces tenía seis años) y su hermano Yankl fueron criados por su abuelo. Se educó en el Talmud Torá para niños indigentes de Vilna, en el cual el ídish era el lenguaje de instrucción. Después de finalizar la escuela primaria, se enroló en un colegio secundario nocturno. De día trabajaba en un estudio de litografía en el que tomó contacto con líderes de movimientos políticos radicales judíos y se adhirió al movimiento juvenil comunista.
Se convirtió en un activista político de corte radical y comenzó a publicar artículos en la prensa local, escribiendo también canciones como “Tates, mames, kinderlaj” (Padres, madres, niños), considerada de ser una llamada a la lucha social.
En 1929 se unió al grupo artístico y literario Yung Vilne (Joven Vilna) que reflejaba la atmósfera intelectual de la sociedad judía de esa ciudad. Entre los miembros estaban el poeta Abraham Sutzkever (n. 1913), el escritor Jaim Grade y otros. Kaczerginski se convirtió en una figura muy popular.
El Ejército Rojo ocupó Vilna en setiembre de 1939, pero después de algunas semanas entregó la ciudad a Lituania, convirtiéndose aquella en la capital del país. Kaczerginski abandonó Vilna y continuó su obra literaria y educativa en Bialystok. Cuando la Unión Soviética volvió a ocupar Vilna en 1940, regresó a la ciudad. Bajo el régimen soviético fue testigo de la censura y la represión de la cultura judía, protestando ante ello. En junio de 1941 Alemania invadió los Países Bálticos. Al principio Kaczerginski aparentó ser sordomudo para evitar la deportación al gueto, pero finalmente fue enviado allí a principios de 1924.
En el gueto continuó con sus actividades de protesta: escribiendo canciones para confortar y alentar a los habitantes, y planeando otras formas de oposición.
Como organizador cultural y artista, tomó parte en la producción de obras de teatro, eventos literarios y programas educativos. Se casó con Bárbara Kaufman en el gueto. Su esposa falleció en abril de 1943.
Muchas de las canciones que escribió en el gueto se convirtieron de inmediato en éxitos, como el tango “Friling” (Primavera), escrito después del fallecimiento de su esposa; “Shtiler, shtiler” (Silencio, silencio), un testimonio y reacción al sitio de matanzas en Ponary, un bosque cercano a Vilna; y “Yugnt himn” (Himno de la juventud), que fue adoptado como marcha del club juvenil del gueto, y otros.
En marzo de 1942, cuando los nazis comenzaron a confiscar bienes culturales judíos, Kaczerginski, Sutzkever y otros contrabandearon objetos del lado “ario” al gueto. Era también miembro del movimiento partisano FPO (Fareinike Partizaner Organizatzie – Organización de Partisanos Unidos).
A lo largo de todo ese periodo continuó escribiendo canciones nuevas sobre varios temas de la vida en el gueto: “Dos elente kind” (La niña solitaria), inspirado en la historia de una pequeña judía adoptada por la familia de la ama de llaves cristiana; “Marika” (María) una canción de cuna para una mujer desaparecida súbitamente; “Itzik Wittenberg”, que relata el autosacrificio del líder de los partisanos del gueto de Vilna.
Kaczerginski, como otros de los escritores y compositores de la época, sentía el deber de documentar la historia del gueto y la vida de los héroes y demás habitantes. Retrató las vidas de las víctimas y los supervivientes con el propósito de legar un testimonio de ese periodo plagado de horrores.
Después del intento de rebelión fracasado de setiembre de 1943 y la muerte de Itsik Wittenberg, Kaczerginski huyó del gueto en compañía de otros miembros del movimiento de partisanos. En el bosque continuó escribiendo canciones, por ejemplo: “Partizaner marsh” (Marcha de los partisanos) y “Yid, du partizaner” (Tú, partisano judío). También escribió la canción “Varsovia” en el aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia.
Ya en el bosque Kaczerginski comenzó a documentar las canciones que escribió y escuchó, así como las historias que le fueron relatadas. En agosto de 1944 fue liberado por las tropas soviéticas y de inmediato comenzó a ubicar y rescatar libros judíos, y objetos de arte y culturales. Con sus colegas estableció en Vilna un museo judío. Inmediatamente después de la guerra intentó, sin éxito, publicar sus canciones y los testimonios orales que había registrado. Viajó a Lodz, donde trabajó para la Comisión Histórica Judía, que se ocupaba de recolectar testimonios de sobrevivientes. Editó el libro “Undzer guezang” (Nuestro canto) en 1947, la primera antología de canciones judías publicada en Polonia en la posguerra.
Dado que no poseía educación musical, Kaczerginski memorizaba las melodías y luego las entonaba ante alguien capacitado para anotarlas. En Lodz encontró a los músicos León Wajner y David Botvinik que anotaron música para él y compusieron melodías para algunas de sus canciones. Wajner compuso música para “Varsovia” y Botvinik para “Jalutzim” (Pioneros).
Kaczerginski también dedicó tiempo para ayudar a los niños judíos de Lodz. Organizó para ellos un programa conmemorativo sobre el Holocausto, el heroísmo y la resistencia judíos, que impactó profundamente a los jóvenes. En Lodz volvió a casarse. Con la exacerbación del antisemitismo, especialmente después del pogromo de Kielce en julio de 1946, decidió abandonar Polonia y se trasladó a París.
En noviembre de 1947 viajó a través de la zona norteamericana de ocupación de Alemania, visitando diecisiete campos de desplazados. Dictó conferencias para los sobrevivientes, recolectó materiales nuevos de folklore y cultura y grabó canciones entonadas por aquellos. Esas grabaciones fueron entregadas a la Comisión Histórica Judía de Múnich. Esa comisión funcionó durante tres años. Después de su disolución, los ricos materiales que recolectó fueron trasladados a Israel y depositados en los archivos de Yad Vashem. Se conservan en la colección catalogada como M-1. La colección de folklore que incluye las grabaciones está ubicada en la subunidad M 1 PF.
Las grabaciones fueron pasadas a cintas magnéticas a principios de los 1980 por los Archivos Nacionales de Sonido de la Biblioteca Nacional de Jerusalén. A principios del siglo XXI fueron trasladados a formato digital y preparados para ser escuchados. Estas grabaciones contienen 60 canciones, especialmente en ídish, sin acompañamiento. La mayoría no registran el nombre del ejecutante y la letra de las canciones tampoco figura en la unidad. Veinte de esas canciones se presentan en esta exhibición.
Después de la guerra Kaczerginski continuó escribiendo y grabando nuevas canciones. Una de ellas, “Geshén” (Ocurrió), escrita en respuesta al suceso del barco “Éxodo 1947”, con música de Sigmund Berland, se incluye en el sitio.
Mientras vivió en París Kaczerginski publicó cinco de sus libros y otros poemas y creaciones. Entre las publicaciones se encuentra la antología más grande que se editó, Lider fun di getos un lagern (Canciones de los guetos y los campos), que comprende 236 letras en ídish y 100 melodías (Nueva York, 1948).
En 1948 visitó Nueva York y disertó ante comunidades judías durante dos meses. A principios de 1950 visitó Israel y consideró establecerse en este país, pero para esa época le ofrecieron trabajar en la filial argentina del Congreso Judío Mundial, lo que motivó su traslado a la capital del país sudamericano.
En la Argentina continuó escribiendo y publicando. Compuso la canción “Zol shoyn kumen di gueule” (Que llegue ya la salvación), con música atribuida al rabino Kook. Continuó asimismo publicando y disertando en Argentina y en el exterior.
En abril de 1954 Kaczerginski falleció como consecuencia de un accidente aéreo cuando regresaba de una actividad en la ciudad de Mendoza. Inmediatamente después de su muerte se publicó un libro recordatorio, en el que aparecieron algunas canciones y escritos que no se habían publicado previamente.
Shmerke Kaczerginski contribuyó enormemente al campo de la documentación e investigación del Holocausto. Su obra, centrada en el folklore, relatos y canciones atestigua la entereza judía durante el Holocausto.