Monastir
La historia de una comunidad sefardí de Macedonia

El nombre Monastir procede de monasterión, monasterio en griego. La ciudad recibió el nombre por uno que ya existía en la zona.

Los eslavos – serbios, macedonios y búlgaros - llamaban a la ciudad Bitola o Bitolj, del eslavo obitelj, que significa «hombres del monasterio».

Los turcos, griegos y judíos llamaban a la ciudad Monastir o Manastir. En las fuentes judías también aparece como monashterio o monastiryo.

En los documentos oficiales de la época del Holocausto se utiliza solamente el nombre de Bitola y en los documentos judíos, en ocasiones aparece el nombre de Monastir.

Macedonia es una región situada al sur de la antigua Yugoslavia y el norte de Grecia. Debido a que la utilización del nombre era disputada entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, en el año 2018 el Estado pasó a denominarse Macedonia del Norte. Tracia es una región del sureste de Europa, en la península de los Balcanes, al norte del Mar Egeo, enclavada entre Bulgaria, Grecia y el área europea de Turquía. Antes de la Segunda Guerra Mundial vivían en Macedonia alrededor de 7.800 judíos y en Tracia más de 5.100.

Después de la invasión alemana en abril de 1941, Bulgaria recibió el territorio de Macedonia y más tarde anexó la mayor parte de Tracia. En ambas áreas se aplicó la legislación búlgara antijudía. Al principio, las medidas afectaron básicamente a la situación económica de los judíos. Los profesionales judíos tenían prohibido tratar asuntos de negocios con gentiles, los comerciantes perdieron sus negocios y las comunidades judías fueron forzadas a pagar multas onerosas. Además, los judíos sufrieron restricciones en cuanto a la vivienda y el derecho a viajar.

A fines de 1942, se otorgó la ciudadanía búlgara a la población, a excepción de los judíos. Después, fueron obligados a registrar sus casas y negocios. Por último, todos los individuos de más de 10 años debían portar señales distintivas judías.

El paso siguiente fueron las deportaciones. En febrero de 1943, el gobierno búlgaro firmó un acuerdo con Alemania, según el cual aceptaba la deportación de 20.000 judíos de sus territorios al Este. Dado que no vivían ni siquiera un número cercano a los 20.000 en los territorios anexados de Macedonia y Tracia, las autoridades búlgaras tenían la intención de incluir a judíos de la propia Bulgaria entre los deportados.

En marzo de 1943, casi todos los judíos de la Tracia ocupada por Bulgaria (cerca de 4.000) fueron arrestados y entregados a los alemanes, que a su vez los deportaron al campo de exterminio de Treblinka para asesinarlos allí. Otro grupo fue trasladado a Salónica y después, enviado a Auschwitz. Al mismo tiempo, todos los judíos de Macedonia fueron reunidos y todos, a excepción de 165, fueron deportados a Treblinka. Alrededor de 200 judíos de Macedonia y 250 de Tracia sobrevivieron la guerra.

Algunos fueron escondidos por sus vecinos cristianos y otros se unieron a los partisanos. Otros lograron escapar y esconderse en los territorios controlados por los italianos entre 1941 y 1942.