La dedicación de la Avenida de los Justos de las Naciones
“Gotas de amor en un océano de veneno”
La Avenida de los Justos de las Naciones fue dedicada el Día del Recuerdo del Holocausto, 1 de mayo de 1962. El gobierno de Israel estuvo representado por la ministra de RREE Golda Meir y los primeros once árboles fueron plantados a lo largo del sendero que conducía a la Sala del Recuerdo en las laderas desnudas del Monte del Recuerdo. Los "árboles fueron plantados por salvadores de distintos países y por sus anfitriones israelíes – los judíos que habían rescatado.
En su discurso Golda Meir señaló que "el pueblo judío recuerda no sólo a los villanos, sino también cada pequeño detalle de los intentos de salvación". Comparó también a los Justos de las Naciones con gotas de amor en un océano de veneno e indicó que "estos no sólo salvaron vidas de judíos sino también la esperanza y la fe en el espíritu humano".
Los primeros árboles – 1 de mayo de 1962
Los primeros árboles fueron plantados antes de la creación de la Comisión para la Designación de los Justos a principios de 1963.
Durante la ocupación alemana Mariya Babich prestó ayuda a algunos judíos confinados en el gueto de Równe, Wołyń (actualmente Rivne, distrito de Volyn, Ucrania). También dio refugio a una beba en su casa y la crió durante cuatro años, haciéndose cargo de todas sus necesidades. La madre, Mina Osipow, murió durante la Aktion del 6 de noviembre de 1941; el padre, Ytzjak Osipow, que había sido reclutado por el Ejército Rojo, regresó a Równe después de la guerra y encontró a su hija Irit con vida gracias a la Sra. Babich. La niña era la única sobreviviente de toda la familia extensa. Más adelante Marya se convirtió en parte de la familia Osipow y emigró junto con ella a Israel. Cuando Yad Vashem reconoció sus acciones se convirtió en una de las primeras personas en plantar un árbol en la Avenida de los Justos de las Naciones. Falleció en 1971 y fue sepultada en el cementerio situado en el predio del convento ruso para mujeres de Ein Kerem, Jerusalén.
El 30 de mayo de 1978 Yad Vashem reconoció a Marya Babich como Justa de las Naciones.
Después de la anexión de Lvov por la Unión Soviética Maria Charaszkiewicz se mudó a Varsovia, donde decidió tratar de aliviar el sufrimiento de los judíos. Después del establecimiento del gueto en esa ciudad, solía colocarse un brazalete con la estrella de David y contranbandeaba comida al gueto, que distribuía entre los necesitados. En 1941, después de que los alemanes ocuparan Lvov, regresó a su ciudad natal para ayudar a amigos judíos que estaban siendo perseguidos por los ocupantes y nacionalistas ucranianos. Asumiendo un enorme riesgo personal, Maria Charaszkiewicz y un amigo ucraniano lograron salvar a las dos hijas de sus amigos Janek y Cesia Lewin. Consiguieron para ellas documentos "arios" y refugio fuera de la ciudad. Maria también halló un refugio para los padres en Varsovia, donde pasaron la guerra bajo un identidad asumida. En 1942, durante una de las operaciones de exterminio a gran escala realizada en el gueto de Lvov, consiguió hacer escapar a Kamilia Landau, una dentista con quien había estudiado. Después de obtener para ella documentos "arios", la llevó a la casa de su hermana en Grodek Jagiellonski. Cuando esto despertó la sospecha de sus vecinos, trajo a la dentista de regreso a Lvov, donde permaneció hasta que la ciudad fue liberada por el Ejército Rojo en julio de 1944. Al arriesgar su vida para salvar judíos Maria Charaszkiewicz fue guiada por la compasión y una lealtad que triunfaron sobre las adversidades.
El 26 de junio de 1976 Yad Vashem reconoció a Maria Charaszkiewicz como Justa de las Naciones.
Paul y Jeanne Duysenx vivían en Bruselas con su hija Marie Thérèse, una periodista del periódico La Defense Sociale. Cuando esta última se enteró de que Benjamin Helman, un joven de 19 años que conocía, necesitaba urgentemente un lugar para esconderse, se puso en contacto con sus padres. Estos consintieron en alojarlo durante algunos días, aún sabiendo que era judío. Los pocos días se convirtieron en dos años y medio. Los padres de Benjamín, Josef y Hanna (de soltera Kubovski) y su hermana de cinco años Gitta, habían sido escondidos por otra familia. Esta cambió de parecer y los obligó a marcharse; la consecuencia fue su deportación y asesinato en un campo de concentración. La hermana mayor, Gdula, oculta en otra parte, se salvó.
Mientras permanecía en el hogar del matrimonio Duysenx, Benjamín, provisto de un documento de identidad falso, trabajó al principio como asistente dental. Cuando la salida se volvió demasiado peligrosa permaneció dentro de la casa y se pasaba el tiempo mayormente en la trastienda del negocio de Paul. Este era un artista gráfico especializado en restauraciones y se ocupaba de dibujos antiguos. Era muy conocido en Bruselas e incluso agentes de la Gestapo se contaban entre sus clientes. Benjamín ayudaba en la tienda y atendía a los nazis, que a veces ejercitaban presión para obtener un "buen precio", lo cual en efecto era chantaje para conseguir un descuento considerable. Hacia fines de 1943, cuando la Gestapo intensificó las búsquedas de judíos y se volvió sumamente peligroso deambular fuera de la casa, Benjamín permaneció todo el tiempo escondido. Él y sus anfitriones se volvieron muy cercanos. Llamaba "Papa Paul" al Sr. Duysenx y era tratado realmente como un hijo. No existeron arreglos financieros y no se requirió de Benjamín ninguna ayuda especial. La comida era compartida de forma igualitaria. Después de la guerra, cuando Benjamín emigró a Israel, las relaciones siguieron siendo estrechas.
En mayo de 1977 Yad Vashem reconoció a Paul Duysenx y Jeanne Duysenx-Le Jeune como Justos de las Naciones.
El padre de Ilona Thót era húngaro. Cuando esta se casó con Benjamin Elias, un judío griego propietario de un molino harinero, su padre cortó los vínculos con ella. Ilona vivía con su esposo en una zona de Yugoslavia que había sido anexada a Hungría en 1941. Ella solía brindar ayuda a refugiados judíos llegados de Austria y Alemania. También asistía a judíos a escapar de Yugoslavia a Hungría para esconderse. Uno de ellos, Elemér Neuman, más tarde testimonió que Ilona Elias le ayudó a conseguir un lugar de escondite cuando huyó de Belgrado a Újvidék/Novi Sad (actualmente en Serbia). Luego le ayudó a llegar a Bácstopolya/Bačka Topola, al sur de Hungría (actualmente en Serbia), donde también arregló un escondite para él. También ayudó a otros fugitivos judíos a encontrar trabajo o proveyéndoles comida y ropas. Después de la invasión alemana muchos judíos de la región fueron arrestados, incluido el marido de Ilona. Fueron llevados a un campo de concentración administrado por los alemanes situado en Bácstopolya, que se convertiría en el primer campo desde el cual los primeros judíos húngaros fueron transportados a Auschwitz por tren el 28 de abril de 1944. Ilona traía comida no sólo para su esposo, sino también para otros prisioneros judíos. Cada varias semanas los alemanes realizaban una selección de judíos en el campo para organizar el próximo convoy de deportados.
El 19 de febrero de 1976 Yad Vashem reconoció a Ilona (Thót) Elias como Justa de las Naciones.
Alphonse y Emilie Gonsette, de Gosselies, al norte de Charleroi, y su hijo Emile, eran miembros del movimiento clandestino belga M.N.B. En 1942 Emile fue arrestado por la Gestapo junto con otros siete estudiantes y fusilado en Charleroi. A pesar de que su domicilio estaba bajo vigilancia permanente de la Gestapo, cuando la Srita. Dessente de la resistencia les solicitó en 1943 que se hicieran cargo de un niño judío de dos años cuya madre había sido arrestada, no vacilaron ni por un solo momento. El pequeño Simon Weissblum era un niño enfermizo y en dos ocasiones hubo necesidad de operarlo mientras permanecía en la casa del matrimonio Gonsette. El cirujano, Dr. Perçoit, se negó a percibir sus honorarios cuando se enteró de que el chico era judío y lo mantuvo en el hospital durante un par de semanas. Simon permaneció más de un año en la casa de la pareja Gonsette, que lo trataba como si fuera su propio hijo, aunque continuaba mostrándole la foto de su madre para que no se olvidase de ella. Cuando al finalizar la guerra esta vino para llevárselo fue invitada a quedarse en la casa durante varios meses. El matrimonio Gonsette también se negó a recibir un pago que les fue ofrecido después de la guerra por dar cobijo a Simon. Cuando éste tuvo un hijo lo llamó Emile, en honor de Emile Gonsette, el hijo asesinado de sus padres adoptivos.
El 14 de noviembre de 1974 Yad Vashem reconoció a Alphonse Gonsette y a Emilie Gonsette-Seymers como Justos de las Naciones.
Inmediatamente después de la ocupación alemana de Varsovia el profesor Pawel Horbaczewski fue nombrado presidente del Comité de Bienestar Social, establecido para asistir a ciudadanos cuyos apartamentos habían sido bombardeados. Poco después de asumir su cargo comenzó a ayudar a estudiantes judíos, suministrándoles documentos que les permitían recibir comida caliente y transitar libremente por las calles de la ciudad. Al establecerse el gueto Horbaczewski aumentó sus tareas de rescate escondiendo a más de 20 judíos en su despacho y enviando provisiones al orfanato de Janusz Korczak. Después de que fue despedido rentó las instalaciones de su antigua oficina para permitir a judíos que continúen escondiéndose allí. Volvía en el gueto con su esposa judía pero tenía permitido visitar diariamente se apartamento en el lado “ario”, que convirtió en un refugio para judíos. En 1943 escapó junto con su esposa a Jedrzejow, en el distrito de Kielce, desde donde mantuvo, a pesar de la distancia, contacto con sus protegidos en Varsovia. Después de la guerra el profesor Horbaczewski fue nombrado miembro honorario del Comité Judío de Lodz. En 1950 el matrimonio Horbaczewski fue arrestado y acusado de espionaje a favor de Israel y condenado a muerte. Después de serles conmutada la pena en 1956, emiograron a Israel donde pasaron el resto de sus vidas. Al compartir su suerte con los judíos el profesor Pawel Horbaczewski se guió por principios humanitarios, despreciando consideraciones de seguridad personal o privaciones económicas.
El 10 de noviembre de 1964 Yad Vashem reconoció al profesor Pawel Horbaczewski como Justo de las Naciones.
En 1939, después de la anexión del distrito de Lodz al Reich, los alemanes confiscaron la hacienda de Kruk, en la aldea de Kalinow. Poco después del estallido de la guerra la hija del matrimonio Kruk, Helena, había ido a domiciliarse con sus tíos en Varsovia. Allí conoció a algunos judíos que habían sido amigos cercanos de sus padres. Al ver su sufrimiento, incluso antes de que fueran confinados en el gueto, decidió ofrecer ayuda, comprándoles comida y realizando mandados, para evitarles humillaciones. Con la clausura del gueto consiguió convencer a sus tíos para que brinden refugio a seis judíos conocidos suyos que, asumiendo un grave riesgo, había logrado sacar del gueto. Un tanto a regañadientes los tíos se vieron ocultando en su humilde vivienda a cuatro miembros de la familia Lichtensztajn, al matrimonio Liliental y más tarde a Maksymilian Szretter, un exjuez. Helena se hizo cargo de la atención de los refugiados y les encontró refugios alternativos cuando extorsionistas e informantes comenzaron a acosarlos. Al producirse la expulsión de los habitantes de Varsovia como consecuencia de la rebelión del verano de 1944, Helena Kruk se llevó consigo a los judíos que ocultaba, sin revelar su identidad. Después de la guerra se casó con Jakow Korzeniewski, un veterinario judío, y ambos emigraron a Israel, donde cambiaron su apellido por el de Korazim.
El 22 de diciembre de 1964 Yad Vashem confirió a Helena Korazim-Korzeniewska la distinción de Justa de las Naciones.
Durante la ocupación Wladyslaw Kowalski, un ingeniero diplomado y coronel del ejército polaco, invirtió todas sus energías y recursos para salvar judíos. Sus valerosas actividades de rescate comenzaron ya para el verano de 1940, cuando un chico judío llamado Bruno Boral se le aproximó en la calle diciéndole: “Soy un muchacho judío, que está siendo perseguido. Hace tres días que no como. Por favor, cómpreme algo para comer.” Kowalski accedió de inmediato al pedido y luego consiguió un refugio para el muchacho en la casa de un amigo, salvándole de ese modo la vida. Desde ese día en adelante decidió convertir a la salvación de judíos en la misión de su vida. Permitió que su casa fuera utilizada como refugio para judíos y encontró lugares de escondite para otros en casas de parientes y amigos. A pesar del peligro que corría, proveyó a los refugiados de comida y suplió sus necesidades, hasta el estallido de la rebelión polaca en Varsovia en agosto de 1944. A principios de octubre de ese año la revuelta fue reprimida brutalmente y los habitantes fueron expulsados de la ciudad. Kowalski se negó a abandonar a los refugiados judíos que tenía bajo su cuidado. Les preparó un búnker entre las ruinas de la ciudad y se quedó con ellos hasta enero de 1945, cuando la zona fue liberada por el Ejército Rojo. Entre los sobrevivientes que deben sus vidas a Kowalski se encuentran: Lea Buchholz (con quien contrajo matrimonio más tarde); Aron y Helena Bialer; Mieczyslaw y Barbara Rezyk y Rachel y Jozef Tulia, a quienes ayudó a salir clandestinamente del gueto y asistió mientras se escondían en la parte “aria” de la ciudad. Antes de la deportación de los remanentes del gueto del pueblo de Izbica, en el condado de Krasnystaw, distrito de Lublin, Kowalski se introdujo en el gueto, y asumiendo graves riesgos personales, hizo salir a Jaim y Malvina Rozen, su hija Wanda, y la hermana de Rozen, Ada, y les ayudó a encontrar refugio en la casa de un amigo, salvándoles de ese modo la vida. Desde septiembre de 1942 hasta agosto de 1944 escondió en el sótano de su casa a Aron y Helena Bialer, Golda y Roman Fischer, al hermano de este, Mordejai, a Seweryn y Wanda Waldholer, Mieczyslaw y Barbara Rezyk, David Goldfarb y Bina Bergman. Después de la guerra Kowalsk y su esposa Lea emigraron a Israel, donde fue tratado como un héroe. La mayoría de las personas que salvó emigraron también a Israel después de la guerra. El resto lo hizo a Canadá, los Estados Unidos y Bélgica.
El 4 de junio de 1963 Yad Vashem reconoció a Wladyslaw Kowalski como Justo de las Naciones.
En 1941 David y Jana Buwilski, de Kovno, se vieron confinados en el gueto de Vilna y de inmediato comenzaron a buscar vías de escape a la parte “aria” de la ciudad. Dado que eran extraños al lugar y no tenían conocidos dentro de la población local, buscaron entre los judíos lugareños alguno que los represente. En 1943, poco antes de la liquidación definitiva del gueto, el matrimonio Buwilski escapó ayudado por Lipa Sztejnhaer, un amigo del lugar, y consiguió llegaron hasta Jan Pietkun, un funcionario polaco que estaba dispuesto a esconder en su casa a los tres. Al principio los ubicó en un escondite que había preparado bajo su apartamento, pero después de poco tiempo se vio obligado a mudarlos dado que en el apartamento superior había sido tomado por el puesto de comando de la fuerza aérea alemana. Debido a esas condiciones Pietkun construyó un escondite alternativo en un edificio cercano a una iglesia, en el que se mantuvieron ocultos cerca de un año, hasta que la región fue liberada por el Ejército Rojo. A lo largo de ese periodo Pietkun se hizo cargo de todas sus necesidades y ellos pagaron el costo de su mantenimiento. Al principio también le pagaron una suma modesta para acondicionar el escondite, pero los salvó por motivos patrióticos y humanos. Después de la guerra David y Jana Buwilski emigraron a Israel. En 1962, Pietkun – que se había mudado a una zona dentro de las nuevas fronteras de Polonia- los visitó.
El 28 de abril de 1970 Yad Vashem distinguió a Jan Pietkun como Justo de las Naciones.
El matrimonio Strusinski, de Luck, distrito de Volhynia, pretenecía a la intelectualidad liberal polaca. Zygmunt Strusinski, abogado, era una figura pública de renombre; su esposa Wiktoria era médica y pasó la guerra trabajando en un hospital local, donde había conocido a Tatiana Goldsztajn, una joven médica judía. Cierto día en el verano de 1942 la Dra. Strusinska alertó a aquella que los alemanes estaban a punto de liquidar el gueto y la urgió a que escapase de inmediato, junto con su esposo Faivel, a la vez que le ofreció ocultarlos en su propia casa. Poco antes de la liquidación del gueto la pareja Goldsztajn huyeron a la casa de Strusinski y se escondieron en un cobertizo para almacenar leña. También se les unieron el Dr. Szneiberg y el Dr. Marek Rubinsztajn y su esposa, que habían estado deambulando largamente hasta que finalmente encontraron refugio en la casa del matrimonio Strusinski. Al llegar el invierno los fugitivos sufrieron enormemente por el frío que reinaba en la caseta. A pesar del peligro que significaba esconder judíos los Strusinski invitaron a los cinco a su casa y más tarde les construyeron un escondite en el sótano. Dado que la Dra. Strusinska trabajaba fuera del hogar su esposo e hija de 17 años cargaban con la tarea de cuidar a los judíos escondidos. El 19 de agosto de 1943 los alemanes arrestaron a Zygmunt Strusinski junto con un grupo de intelectuales polacos y lo ejecutaron. Esto dejó la responsabilidad del cuidado de los fugitivos en las manos de la Dra. Strusinska y de su hija. Incluso cuando la situación económica de ambas mujeres empeoró y todos comenzaron a sufrir de hambre, no cambió la actitud humanitaria hacia los judíos escondidos en su casa. Compartían con ellos la escasa comida que conseguían y se negaron a aceptar las joyas de estos para pagar por su manutención. La Dra. Strusinska tomó las joyas, pero sólo para cuidarlas; después de la guerra las devolvió a sus dueños. Todos juntos sufrieron de las privaciones hasta la liberación en la primavera de 1944; las acciones de madre e hija fueron alentadas por motivos humanitarios, sin interés material alguno. Después de la guerra los sobrevivientes mantuvieron a la Dra. Strusinska y cuando esta emigró al interior polaco le ayudaron a conseguir trabajo. El matrimonio Goldsztajn se estableció en Israel y continuó estando en contacto con ella; en 1963 la invitaron a pasar una larga estadía con ellos.
El 24 de enero de 1967 Yad Vashem reconoció a Zygmunt Strusinski y a su esposa Wiktoria Strusinska como Justos de las Naciones.
El 11 de octubre de 1987 Yad Vashem reconoció a la hija de ambos, Irena Bylica-Strusinska como Justa de las Naciones.
Camino al centro de detención persuadió a su amigo que en la interrogación argumentase de que ella había sido la instigadora de las actividades clandestinas y que él sólo era un testigo accidental.
Andelová no tenía idea de que su deseo de proteger a su amigo causaría para ella la pérdida de la libertad durante cinco años y medio. Fue retenida en la prisión política de Pankrác y fue.
Estas le pusieron el apodo de "Andĕlka" – un ángel. En el campo de concentración tomó bajo su cuidado a un muchacho judío. Sus padres habían perecido y al finalizar la guerra lo llevó consigo a Praga. Weiss no logró esquivar la detención en campos de concentración. A fines de 1941 fue trasladado al gueto de Theresienstadt y más tarde a otros campos. Fue liberado en Friedland el 6 de mayo de 1945. Después de la guerra Karla Andelová y Ferdinand Weiss volvieron a sus hogares y se casaron. La pareja emigró más tarde a Israel.
El 30 de mayo de 1978 Yad Vashem confirió a Karla Andelová-Weiss el título de Justa de las Naciones.
La plantación de árboles tiene en Israel un significado especial. Es parte de proyectos de forestación y recuperación de tierras conducidos por el Fondo Nacional Judío a favor de colonias judías antes y después del establecimiento de Israel. La plantación de árboles en lugares áridos y la creación de paisajes verdes fue una de las formas de la actividad sionista para desarrollar el país. Dentro de esas campañas la plantación de árboles o bosques se convirtieron en una forma de conmemorar personas o eventos. Por ejemplo en los años 1950 fue plantado el Bosque de los Mártires en la carretera que conduce a Jerusalén en memoria de las seis millones de víctimas del Holocausto y escolares estuvieron involucrados en la plantación de árboles dedicados a los niños asesinados. Actividades de este tipo en memoria de las víctimas del Holocausto fueron también incluidas en los primeros planes de Yad Vashem.
En 1955 Rajel Auerbach, una sobreviviente de Varsovia, que trabajaba en Yad Vashem y estaba a cargo de la recolección de testimonios de supervivientes, le pidió a Arié Bauminger, por entoncews el director ejecutivo de Yad Vashem tratar el tema de cómo honrar a los salvadores en una próxima reunión del Directorio, sugiriéndole la plantación de árboles en el Monte del Recuerdo como una forma apropiada de hacerlo. Kobi Kabalek, que investigó el desarrollo del Programa de los Justos está convencido de que la Sra. Auerbach había concebido la idea un año antes, cuando representó a Yad Vashem una ceremonia en honor de Jop Westerweel, que había rescatado a miembros del movimiento Hejalutz en Holanda y fue ejecutado en 1944. La ceremonia tuvo lugar en un bosquecillo plantado en honor de Westerweel.