Establecimiento de la Comisión para la designación de los Justos de las Naciones
"Emprendemos esta misión sobrecogidos”
Desde el mismo comienzo del programa Yad Vashem comprobó que el desafío de decidir quién sería merecedor de la encumbrada distinción iba a ser muy difícil. La plantación planificada de un árbol en honor de Oskar Schindler el 1 de mayo de 1962, durante la ceremonia de inauguración de la Avenida de los Justos, tuvo que ser postergada cuando un superviviente protestó la distinción, argumentando que aún cuando él mismo había sido salvado por Schindler, éste había sido un miembro del partido nazi y que el rescate de los judíos había sido motivado por el deseo de construirse una coartada; además al llegar a Cracovia había robado el negocio familiar. Con el propósito de establecer un proceso de decisión justo y ordenado, y para asegurar que sólo personas dignas accedieran la alta condecoración, Yad Vashem estableció una Comisión para la Designación de los Justos y nombró a Moshé Landau, un juez de la Suprema Corte – quien había presidido el tribunal que juzgó a Adolf Eichmann- como presidente.
Una reunión preliminar de la comisión se llevó a cabo el 1 de febrero de 1963 y sus miembros comenzaron a formular las pautas y criterios que constituyen las bases de su tarea hasta nuestros días. El 19 de febrero de ese mismo año la comisión se reunió por primera vez en la residencia del presidente de Israel. La composición de la comisión cambió a lo largo de los años, pero hasta nuestros días está presidida por un juez retirado de la Suprema Corte de Justicia y la mayoría de los miembros son supervivientes del Holocausto que trabajan voluntariamente. Los integrantes invierten muchas horas en examinar minuciosamente los casos y en debates concienzudos antes de decidir si estos cumplen con los requisitos de las reglas estrictas del programa. Gracias al examen meticuloso y una adherencia estricta a los criterios el título es reconocido mundialmente.
A lo largo de los años la comisión desarrolló una serie de reglas y criterios destinados a trazar una divisoria clara entre conductas y actitudes diversas y matizadas – una división que separa acciones de rescate que cumplen los requisitos para ser reconocidos de otras manifestaciones de ayuda y solidaridad hacia judíos. La definición de Justos en la ley de Yad Vashem, como aquellos que "arriesgaron sus vidas para salvar a judíos" proporciona los fundamentos para las reglas de la comisión. Esto define a un pequeño grupo de personas que no sólo ayudaron sino que estaban dispuestos a a abandonar sus relativamente seguras posiciones de espectadores; personas preparadas, si fuera necesario, a pagar un precio por su actitud e incluso compartir la suerte de las víctimas; ante el mal absoluto no estuvieron satisfechos con meras manifestaciones de simpatía. Circunstancias extraordinarias requerían respuestas fuera de lo común.
La línea divisoria es en muchos casos, por motivos comprensibles, borrosa, y la comisión se encuentra ante desafíos que le imponen cuestiones y dilemas formidables. Como los historiadores los miembros de la comisión tratan de echar luz sobre los eventos y evaluarlos con el trasfondo de la realidad histórica. Sin embargo – y no como historiadores- en definitiva tienen que trazar una línea clara a través de situaciones complejas y multifacéticas y reducirlas a un simple "sí" o "no". Deben batallar con la evaluación de los riesgos corridos por los rescatadores o con cuestiones de motivación - ¿salieron los rescatadores a salvar vidas o hubo un motivo ulterior, tal como ganancia financiera, conversión religiosa o el deseo de adoptar un niño?
Del protocolo de la reunión preliminar de la Comisión para la Designación de los Justos, 1 de febrero de 1963
Dr. Arié Kubovy
Saluda al presidente de la Comisión y sus miembros en nombre del Directorio y expresa el agradecimiente de la Autoridad para el Recuerdo a los miembros de la comisión que aceptaron cargar con el peso de esta tarea importante y dificultosa...... Con respecto a las circunstancias que llevaron al establecimiento de la comisión: la ley establece que Yad Vashem está encargado de la conmemoración de los "Justos de las Naciones que se arriesgaron para salvar a judíos" (parágrafo 1,9). Nos tomó bastante tiempo deliberar esta tarea. De tanto en tanto las oficinas del presidente del Estado y del primer ministro enviaban cartas de supervivientes pidiendo reconocimiento o ayuda para sus salvadores, así como de rescatadores que solicitaban una recompensa o un reconocimiento silmilar a los concedidos por algunos países. Después de la captura de Eichmann –y aquí están presentes el juez que presidió la corte que lo juzgó y el fiscal principal en ese juicio- el público comenzó a presionar por un reconocimiento que mostrase al mundo que el pueblo judío no está interesado solamente en castigar a los criminales sino también en rendir tributo a las personas compasivas... ¿Cuál es nuestra misión?
a. Reuniremos información con el propósito de publicar una enciclopedia de los Justos de las Naciones. Esperamos que en el lapso de dos años estaremos en condiciones de proceder a su publicación, y esto constituirá un monumento [Yad Vashem] apropiado para los salvadores.
b. Decidimos otorgar diplomas a los salvadores que reúnan los requisitos para el título de Justos de las Naciones.
c. Dado que el veredicto del juicio de Eichmann está por ser ejecutado, decidimos realizar un tributo simbóilico y por ello en el Día de Recordación del Holocausto del último año comenzamos a plantar árboles en la Avenida de los Justos de las Naciones en el Monte del Recuerdo. Por entonces estaban en el país doce salvadores –residentes en Israel o invitados para una visita. Ellos fueron las primeras personas en plantar árboles. La ceremonia fue impactante y tuvo una amplia resonancia. Desde entonces se plantaron 14 árboles más, y hasta ahora suman 26.
Desde que esta actividad comenzó a tomar forma hemos comprobado que era necesario establecer una comisión que estaría autorizada para decidir quién sería merecedor de recibir el título de Justo de las Naciones. A pesar de que las plantaciones de 25 de los 26 árboles no fueron recusadas, hubo un caso del alemán Oskar Schindler, del cual hay cientos de individuos en Israel que tienen con él una deuda de gratitud. Una persona se acercó y cuestionó su derecho a plantar un árbol y su protesta tuvo cierto eco. Una de las tareas de esta comisión es prevenir esos contratiempos...
Juez Moshé Landau:
Estoy seguro que ustedes, como yo, abordan esta tarea con temor reverencial. Tenemos una importante misión y la tarea no es de ninghún modo fácil – como era obvio desde el principio. No obstante tenemos la obligación en nombre de Yad Vashem, el Estado de Israel y todo el pueblo judío de cumplirla apropiadamente... Nos veremos ante la pregunta de si deberíamos ampliar el espectro o achicarlo. Escuché al Dr. Kubovy hablar de cientos y miles de salvadores. Creo que la definición debería ser restringida en la medida de lo posible, o sea que el título debería ser limitado a unos pocos sobresalientes.... Existe una amplia gama de formas de ayuda y otra escala de motivaciones que hacen que un individuo salve, desde razones personales a humanitarias y actitudes projudías. Nuestra tarea será definir el espectro... Debemos establecer un equilibrio entre la definición de criterios antes de que comencemos nuestro trabajo y la formulación de reglas a medida que vamos avanzando y surjan cuestiones en el curso de las discusiones sobre diferentes casos.
Sr. Guideón Hausner:
Entiendo la dificultad. Después de todo esos no son eventos insignificantes, sino un fenómeno conectado a personas vivientes a quienes debemos expreasar nuestra gratitud. Es muy fácil ocuparse de la bondad de la gente; es más agradable y puede causar que descuidemos el propósito principal de Yad Vashem [conmemorar a los seis millones de judíos asesinados]. Nuestro deber es examinar la documentación y publicar listas selectas de personas que arriesgaron sus vidas para salvar judíos sin motivos de lucro personal... cuando escucho de miles de salvadores tengo mis dudas...
Rabino Dr. David Kahana:
... Hemos pecado al no hacer lo suficiente para publicitar estos casos... La Biblia nos enseña sobre la hija del faraón, que fue la primer salvadora. Ella salvó a un niño judío. Si nuestros sabios comprendieron eso y conmemoraron a la primer mujer, nosotros denemos hacer lo mismo.
Sr. Eduard Gleber:
Con respecto a los Justos de las Naciones que fueron asesinados o cuyos nombres son desconocidos, uno podría erigir un monumento simbólico que conmemoría sus acciones y así cumpliríamos con nuestra obligación en la eventualidad de que hubieran existido decenas o cientos de personas que merecen el reconocimiento y cuyos nombres permanecen desconocidos.
Dr. Alexander Brunovsky:
Comparto la sensación de que tenemos una tarea delicada y que debemos explorar cada caso con sumo cuidado.... Conozco esos caso porque pasé [bajo una identidad asumida] como cristiano durante tres años en Polonia, y sé de la conducta de polacos cristianos que ayudaron a judíos. Va a ser muy difícil definir reglas, porque hubo quienes ayudaron a algunas familias, pero delataron a otras a la Gestapo. Hubo quienes actuaron con fines de lucro o por expectativas de ganancias pecuniarias. Pero no podemos ignorar el hecho que hubo quienes actuaron por razones puramente idealistas, y esos son los auténticos Justos... Nuestro análisis debe ser estricto...
Sr. Simcha Rotem (Kazik):
Debo felicitrar a quienes tuvieron la iniciativa de formar esta comisión.... Nosotros tenemos una deuda de gratitud, hemos pecado por no actuar más temprano.
Dr. Arié Kubovy:
La definición en la ley es clara. Solamente aquellos que asumieron riesgos tienen derecho a recibir el título.... Estuve presente en casi todas las ceremonias [de plantación de árboles por salvadores en la Avenida de los Justos de las Naciones durante 1962] y la mayoría de las personas declararon modestamente que no se merecían el gran honor. Hace algunos días el salvador número 26, Cornelis Broeze de los Países Bajos, llegó a decir: "No merezco este honor, porque no me puedo liberar- y ese es el sentimiento de todo el pueblo holandés- de la culpa que compartimos por no lograr salvar a los 104.000 judíos holandeses exterminados".
Juez Moshé Landau:
Esta comisión va a tener que trabajar duro. Su existencia es de conocimiento público. Yad Vashem necesita una comisión autorizada que resolverá los problemas que han surgido y nosotros vamos a tener que encontrar el equilibrio entre las actividades de la comisión y las principales actividades de Yad Vashem.