Bajo las alas de la Iglesia
El obispo griego católico (Uniato) Pavel Gojdic
El 25 de enero de 1939, cuando el gobierno fascista eslovaco, presidido por el cura católico Tiso, estableció un comité especial para formular un “programa para la solución de la cuestión judía”, el obispo Pavel Gojdic escribió una epístola a todas las parroquias de la diócesis de Prešov. En esta, recordó Gojdic, predijo los desastrosos resultados que causarían las políticas discriminatorias. Recordó a la gente los principios básicos de su fe – el que cada ser humano es igual a los ojos de Dios. También alertó sobre las consecuencias de la ideología nazi y el racismo.
La concepción de Gojdic causó conmoción en el seno del clero eslovaco, que simpatizaba mayormente con la corriente nacionalista en la Iglesia católica. En el verano de 1939 redactaron un memorándum en el que expresaban su descontento con la acción de Gojdic y provocaron su renuncia en noviembre. La Santa Sede aceptó su retiro como administrador apostólico pero al mismo tiempo lo nombraba obispo de Prešov. Ese nombramiento acrecentó la tensión entre Gojdic y el gobierno eslovaco.
Después de que el parlamento eslovaco reiteró la ley especial que permitía la expulsión de los judíos del país, Gojdic redactó una protesta contra las crueles deportaciones del judaísmo eslovaco y pidió al Vaticano que interveniese para poner fin a esos actos de brutalidad. También instó a la Santa Sede a que insistiese en exigir la renuncia de Tiso, para que la Iglesia católica pueda separarse de esas actividades criminales.
A pesar de la intervención del Vaticano el Estado eslovaco continuó con la deportación de los judíos.
Gojdic trató entonces de salvar judíos realizando conversiones masivas. Estas eran en realidad ficticias y los judíos continuaron practicando su fe. De acuerdo a un informe de los servicios de seguridad del 26 de octubre de 1942 Gojdic llevó a cabo ese tipo de conversiones en el pueblo de Michalovce, donde besó públicamente las frentes de los judíos que habían decidido “convertirse”. Muchos miembros veteranos de la Iglesia católica la abandonaron en protesta por el gesto del obispo.
El 6 de agosto de 2007 Yad Vashem reconoció al obispo Pavel Gojdic como Justo de las Naciones.