Soy el guardián de mi hermano

Poco antes de que el gueto de Bendin (Bedzin) fuese liquidado en agosto de 1943, Yehiel y Sara Gerlitz decidieron separarse de su hija Dita, para intentar salvarla. Dado que no creían que volverían a verla, le escribieron una carta y entregaron a su hija a la familia Florczak. Sara colocó una foto de Dita en un pequeño madallón, que logró conservar aún después de er deportada a Auschwitz.

Sara y Yehiel sobrevivieron el Holocausto y recuperaron a su hija. Emigraron a Israel, pero siguieron manteniendo contacto con el matrimonio Florczak, enviándoles dinero, medicinas y paquetes. En 1962 invitaron a los salvadores de su hija a visitar Israel. 

Carta de Sara Gerlitz a Dita

Mi amada y más adorada hija,
Cuando te di luz no imaginé que seis años y medio más tarde iba a tener que escribirte una carta con este contenido... estoy llevándome tu amada imagen, como eras en nuestro hogar, tu infantil y dulce habla, el olor de tu cuerpo puro, el ritmo de tu respiración, tu sonrisa y tu llanto... me llevo conmigo el terrible y abismal temor, que no puede ser calmado ni por un segundo... recuerda a tus abuelos, tus tíos y tías, y toda la familia. Recuerda a todos nosotros, y, por favor, no nos eches la culpa. Y con respecto a mí, perdóname, perdóname, mi querida hija, por haberte dado a luz. Había querido traerte a este mundo para que pudieras vivir tu vida en el seno de tu comunidad, y si las cosas se volvieron diferentes, no es nuestra culpa. Por ello te ruego, mi querida bebé, mi única hija, por favor no nos eches la culpa... Otra cosa que quiero que sepas es que tu madre fue una persona orgullosa, a pesar de todas las humillaciones que sufrió de sus enemigos, y si es su destino morir, morirá sin protestar, sin llorar, con una sonrisa despectiva para sus verdugos. Te aprieto en mi corazón, te beso con fervor, y te bendigo con toda la fuerza del corazón y el amor de una madre.
Tu madre

El 13 de junio de 2013 Yad Vashem reconoció a Theodor y Jaroslawa Florczak como Justos de las Naciones.