Separación, una vez más
Hermina van Corbach
Un ejemplo de la decisión desgarradora de entregar un hijo puede verse en la carta escrita por Marie Ijzerman en Ámsterdam el 13 de marzo de 1943. La carta fue entregada a miembros de la resistencia cuando se llevaron a su hijo Andy.
Los padres de Andy recurrieron a NV (Naamlose Vennootschap), una organización holandesa clandestina de resistencia, también conocida como el "Grupo Anónimo", que salvó a más de 200 niños judíos. NV transfería a los pequeños a familias cristianas, controlaba cómo eran atendidos, y ayudaba a los salvadores con documentos falsos y cartillas de racionamiento. Los miembros del grupo encontraron un refugio para Andy Ijzerman; en retrospectiva esta decisión dolorosa salvó la vida del chico. El destino de los padres fue menos afortunado: fueron denunciados y arrestados en febrero de 1944, y enviados a Auschwitz donde fueron asesinados. El deseo que la madre expresó en la carta de que Andy encontrase un hogar cálido no se concretizó inmediatamente – Andy no fue bien tratado en la primera casa en la que colocado. Sin embargo cuando la resistencia descubrió que estaba siendo desatendido lo mudaron a un hogar mejor, perteneciente a una viuda de 43 años residente del distrito de Overijssel, llamada Hermina van Corbach-De Vries. Esta lo escondió hasta el fin de la guerra. Después de esta Andy fue adoptado por miembros de su familia. Las cicatrices de los terribles eventos de su niñez no sanaron y falleció a los 36 años. Pidió ser sepultado con la carta de su madre de tal modo que la única copia que se conservó es una Xerox de calidad pobre.
Carta de Marie Ijzerman. 13 de marzo de 1943
Mi querido hijo: me veo forzada a escribirte algunas palabras antes de dejarte, espero que no para siempre. Pero, así parece, hay poca esperanza de que volveré a verte otra vez. Mi querido Andy, debo decirte adiós cuando sólo tienes nueve meses y tres semanas. Sólo Dios sabe que terrible precio esto es para nosotros, pero es mejor que llevarte con nosotros a lo desconocido. Espero que te crezcas para ser un joven valiente y que ames a las personas que te van a criar como si fuesen tus padres. Y ahora, mi querido hijo, sólo Dios sabe si estamos haciendo lo correcto. Siempre te quise conmigo, pero la situación es tal que sería muy peligroso para ti, y no quiero que caigas en las manos de los verdugos. Y ahora mi niño debo decirte adiós, mil besos de tu madre y tu padre. Que Dios te bendiga, amén.
Marie Ijzerman Trompetter
El 14 de junio de 2009 Yad Vashem reconoció a Hermina van Corbach como Justa de las Naciones.